Las contradicciones del sistema
La frase es de Boogie el aceitoso, un personaje del dibujante y escritor rosarino Roberto Fontanarrosa. Boogie es un agente al servicio del sistema o de sus contradicciones. Depende de quién pague mejor.
El presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika, se despachó hace unos días con estas declaraciones : « La colonización francesa provocó en Argelia un genocidio de nuestra identidad, de nuestra historia, de nuestra lengua y de nuestras tradiciones ». Al día siguiente Bouteflika se enfermó y corrió al hospital. A Francia, por supuesto.
Las contradicciones del sistema, hubiese dicho Boogie.
Se dan en todos los dominios. La primatóloga Dian Fosssey, la autora de Gorilas en la niebla, detestaba a los turistas y se batió para mantenerlos lejos de las montañas Virunga, en el corazón de Africa. Veinte años después de su muerte, a manos de un cazador furtivo, los turistas acuden en considerables bandadas a recogerse ante su tumba.
Las contradicciones del sistema. Ceremonia de recepción en la Casa Blanca a fines de abril, a la que comparecen George Bush y el presidente de China, Hu Jintao. En medio de la sesión, una mujer se levanta y alza la voz denunciando las condiciones de represión a las que están sometidos los adeptos de la religión Falun Gong. Los reporteros gráficos se precipitan sobre ella para obtener su imagen. Tantos son, y tanto se precipitan, que consiguen borrarla de la situación, hacerla invisible e inaudible. Y por si alguna de sus palabras hubiese quedado flotando en el aire, George Bush (¿o su doble?) se encarga de impedir que llegue a los oídos del líder chino susurrándole algo durante todo el incidente.
El sistema y sus contradicciones. Los miembros permanentes del Consejo de seguridad de las Naciones Unidas, China, Rusia, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, son, al mismo tiempo, los principales países productores y vendedores de armas en el mundo.
Tras la explosión nuclear de Tchernobyl, cuyos efectos continúan, veinte años después, mandando a la tumba a miles de rusos, bielorusos y ucranianos, los lobbys de la industria nuclear están consiguiendo hacer creer a la opinión pública (esa señora tan crédula) que de la crisis energética se sale construyendo centrales nucleares.
Boogie no debe de andar lejos.
En fin, también hay quien se queda por encima o por debajo de cualquier noción de contradicción o de sistema. El coronel Chávez, mandamás venezolano, avisa que si las elecciones peruanas no las gana su candidato, no tardará media hora en retirar a su embajador en Lima. Tal vez la frase de Boogie sea demasiado compleja para describir esta secuencia chavecesca, pero lo cierto es que no por eso salimos del dominio de la historieta.
La Nación de Santiago de Chile, 4 de mayo de 2006