Todotelleno
Pub, non merci. (Gracias, no queremos recibir publicidad). Hemos pegado el papelito en el buzón veinte veces. Destiñe, se cae, lo sacan. Acabamos por recibir puntualmente el paquete publicitario (un kilo). Acabamos por echarle un vistazo. El de hoy trae ocho folletos sobre automóviles, en papel couché policromado, con despliegue de ingenio publicitario. Nunca el petróleo ha estado tan caro, nunca las consecuencias de la polución han sido tan ostensibles, nunca los atascos han sido tan abrumadores, nunca se han vendido tantos autos. Ni tantos todoterreno, bestias mecánicas concebidas para salvar los campos de dunas de Nebraska, pero cuyos conductores deben contentarse con saturar las callejuelas de las ciudades, entre sillas de rueda, bicicletas y cochecitos de niño empujados por ancianos.