Parientes de unos amigos muy cercanos vivían allí. Hoy están albergados en Puerto Montt con lo puesto y sin un peso en los bolsillos.<br />
La Pachamama aún no dice su última palabra y nadie sabe cuánto demorará en dormir nuevamente a su bebé.<br />
Pero es mejor estar lejos mientras el niño hace su berrinche después de su larga siesta. Si no, pregúntenle a Plinio, que por ir a 'sapear' la hermosa erupción del Vesubio no vivió para contarlo.