31 octobre 2008
La espera
Calmábamos la saudade mirando las imágenes de Guercino. Eramos de otra manera cuando nos despedimos bajo el quicio de la puerta, a medio camino entre el frío que venía de fuera y el calor que nos había alojado. Eramos los mismos, pero no sabíamos quiénes seríamos mañana. Si nos sería anunciada la alegría o la pena.
Buen viaje, decíamos, bon voyage.
Publicité
Publicité
Commentaires
J
D