El escenario de la foto

HAY MÁS RAZONES para no tomar una foto que para tomarla. Las razones para querer tomar una foto pueden reducirse a ésta: el ojo es curioso y no se está nunca quieto. La razones para no tomar la foto en cambio son demasiado numerosas como para ponerse a enumerarlas. La mejor foto de las que Pepe vio anoche, durante el garbeo que se dio por la ciudad, no se podía tomar.

En un barrio popular de magrebíes, con niños en la calle y viejos sentados en las puertas de las viejas casas, que colinda con un barrio flamenco, burgués y bohemio, con tiendas de ropa cara, restoranes y cafés, donde la gente joven bebe y habla, en el barrio magrebí, me cuenta Pepe, había un niño en una ventana abierta en cuyo borde había instalado el ordenador. Se veía que no quería perderse detalle de ninguno de los dos espectáculos, que al ojo lo llamaban tanto la pantalla chica como la grande, el youtube que vería y el movimiento del barrio.