Circuló tiempo atrás por internet un cuestionario que en cuatro preguntas le daba a uno la posibilidad de hablar mal de los vecinos y bien del sentido de la vida en general. De la idea se ha apropiado Yann Arthus-Bertrand, ése que saca fotos desde el cielo, para montar una exposición sobre la base de cuatro preguntas y miles de respuestas.
Está en el aire esta idea del exprésese. Antes se expresaban sólo los voceros y los excéntricos, pero antes se acabó. Vease el caso de los mandamases y sus gomas, tal como lo desvela Assange. Qué banda de cacatúas. Véase el caso de todos nosotros chez Zuckerberg, ahora que tenemos perfil nuevo. Y así.
He estado hablando de esto con mi tío. Según él, en materia de expresión y recepción la fórmula de los diarios es infalible: filtraciones, defunciones, un poco de horóscopo, crucigrama, sol y lluvia y sonetos de fútbol. Sin olvidar la página tres. Leo el diario, dice, y adivino en seguida cuáles serán (sexo, dinero y prestigio) las noticias más leídas.
Yo le digo que eso era antes y antes se acabó.
No es así, contesta. Cuando antes se acabe, el mundo lo va a saber, porque una lluvia de estrellas del cielo va a caer. Tenemos antes para rato, me dice. Y se va a comprar regalos, pero se deja olvidada la lista.
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Biden dice que Wikileaks no es un periódico y Assange no es un periodista (a press person). Habrá que creerle, si él lo dice...
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Antes y ahora, ¡viva el periodismo aficionado!
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El invierno con más nieve desde 1901, dice el diario. Lo interesante del caso es que el invierno comienza mañana. El jardín de Maeterlinck, ayer: