Girolama pintada por Correggio
QUIÉNES SON ESTAS personas que posan en los cuadros que pintó Antonio Allegri da Correggio. Quiénes son la Madonna y el Niño, Catalina y Sebastián, en este Matrimonio místico de Santa Catalina. Gente guapa ha habido siempre y la belleza va y viene, pero el Renacimiento italiano parece haberla retenido como nadie, antes y después.
La belleza pintada por Correggio está llena de afecto. Cómo no, si Girolama Merlini se casó con Antonio Allegri a los 16 años. Tuvieron cuatro hijos, tres niñas, Francesca, Caterina y Anna, y un varón, Pomponio. Correggio vivió en el Renacimento, o sea que pintó escenas religiosas en sus primeros años y luego imágenes tomadas de la mitología grecorromana. Es lo que le pedían que pintara. De manera que el pintor convirtió a su Girolama en la Virgen y en Santa Catalina (porque nadie me convencerá de que una y otra no son la misma Girolama), y al niño Pomponio en el Niño.
Girolama murió a los 24 años. Antonio a los 44. De pleuresía. También se cuenta que un rico comendador le debía 50 escudos por un encargo y, para humillarlo, le pagó esta suma en monedas de cobre. Antonio trasladó la carga a hombros, desde Parma a Correggio, en un día de calor extremo. En cuanto llegó a casa, cayó muerto.
Lo recogería Pomponio, el hijo, quien también fue pintor y tuvo más suerte y llegó a viejo, si es que llegar a viejo es una suerte. Pero no tuvo suerte con los historiadores del arte, que minimizan su obra, tal vez para vengarse de la tortícolis.
Saber que Girolama murió tan joven entristece. Es una tristeza extemporánea, innecesaria, impropia. Como todas las tristezas.