Los hermanos
A vueltas con el niño siete billones. Filipinas, India y Rusia se lo disputan. Nacer, nació, pero es difícil precisar dónde. Lo único cierto es que no fue en el Vaticano. Ni en las Islas Vírgenes. Miro a ver y resulta que la más pequeña de las Islas Vírgenes se llama Isla Virgen Gorda. Ahí hay un titular: El Vaticano y la Virgen Gorda se disputan al niño siete billones.
En materia de sobrepoblación, la imagen de la familia numerosa compuesta por una matriarca agraria cuyas hijas mayores, que podrían ser sus hermanas, le ayudan a criar a la progenitura, está probablemente dos teledarios por detrás. La flor y nata de los países emergentes, los más poblados, ya han dejado atrás la transición demográfica y se han instalado a gran escala en el modelo de la familia nuclear, mamá, papá y el niño o la niña.
Las familias numerosas de hoy están donde no se las ve, a la salida de los centros médicos de punta, por donde la reproducción asistida reparte por el mundo a numerosísimos hermanos. Se pueden llegar contar por centenas, dicen.
No sé si la modernidad nos llevará a revisar algunos viejos mitos y algún que otro tabú. El del incesto, sin ir más lejos. El ser humano es lo que es, olvidadizo pero cabezota, y la temporada de búsqueda del padre biológico está abierta. En esos trámites, los hermanos que se ignoran pueden encontrarse... y reproducirse.
Tormenta y familia, óleo de Alex Colville