Victor Hugo y Victor Joly en Luxemburgo

 El 14 de julio de 1870, días antes de la declaración de guerra de Francia a Prusia, Victor Hugo plantó en su jardín de su casa de la isla de Guernesey, donde vivía exiliado, una bellota de la que nacería un roble, en pie todavía, al que bautizó como el Gran roble de los Estados Unidos de Europa.

«De esta guerra no puede venir más que el final de las guerras y la fundación de los Estados Unidos de Europa», escribió entonces el francés. No sería después de esa guerra ni de la siguiente, sino de la tercera, que la paz entre Francia y Alemania sellaría el nacimiento de Europa.

Me entero de esto en Vianden, pequeña ciudad luxemburguesa, en la frontera con Alemania, donde pernoctó Victor Hugo en sus viajes por Bélgica y Luxemburgo durante su largo exilio. En la casa-museo donde se instalaba Hugo a escribir y dibujar, desde donde miraba el río y el castillo, que fue románico, gótico, romántico y ahora es turístico.

Hugo, por su parte, tras haber sido de joven monárquico y luego bonapartista, en la madurez rompió con los conservadores del Partido del Órden, y se dirá liberal-socialista-demócrata-republicano. Todo en él era campanudo y esdrújulo. Pero no sólo. Hugo era capaz de escribirlo todo, del panfleto y la gran novela a la guía de París y los poemas para los nietos.

A propósito de guías, la de Victor Joly que seguía Hugo en sus viajes por las Ardenas entrega una bien jolie descripción del viajero que atraviesa la calle principal de una ciudad de provincias al alba, como si cruzase un inmenso dormitorio con dos filas de camas, una a cada lado de la calle.

En Vianden, una ciudad pequeña en el centro de Europa, el tiempo que fue se confunde con el que viene. Entretanto, el presente es apacible.

Bronce de Rodin sobre Victor Hugo, con el castillo de Vianden al fondo

Comments

[Materlin]

De aburrirse, nada. Todavía le quedaba tiempo para dibujar y fotografiar, para combatir a Napoleón III -Napoléon le petit, lo llamó-, intentar abolir la pena de muerte y conseguir la amnistía para los comuneros de París y practicar el espiritismo. Un romántico a la vieja usanza (usanza que un día fue nueva), un intelectual comprometido como los que busca AMM en España y no encuentra, un personaje total.



Como dibujante era bastante bueno, y nada convencional. Al castillo de Vianden, por ejemplo, lo dibujó desde la ventana de su casa (que está justo detrás del lugar donde tomé la foto que se ve arriba) a través de una tela de araña:



http://pmcdn.priceminister.com/photo/897529854_L.jpg

[Sámuel]

Ser liberal-socialista-demócrata-republicano, escribir como un poseso, enrollarse con una muchacha 51 años más joven, organizar una cadena humana para apagar un fuego...Desde luego el señor Victor Hugo no sabía aburrirse.

[Materlin]

«Aujourd'hui, dans son paysage splendide que viendra visiter un jour toute l'Europe, Vianden se compose de deux choses également consolantes et magnifiques: L'une sinistre, une ruine, l'autre riante, un peuple». (En su espléndido paisaje, que un día visitará toda Europa, Vianden se compone de dos cosas por igual consoladoras y magníficas: una siniestra, una ruina (el castillo), otra alegre, su gente), escribió Hugo sobre Vianden en 1871. Un siglo después el castillo fue restaurado, y hoy su gente sigue pareciendo alegre, aunque tal vez otra cosa se diga después de pasar allí un largo invierno.



Me entero de que en durante esa estadía de Hugo en Vianden, una noche se declaró un incendio que quemó unas cuantas casas de la ciudad baja. Como el alcalde estaba ausente, Hugo organizó una cadena humana de transporte de cubos de agua desde el río para apagar el fuego. También, que en Vianden se echó una nueva amante en la persona de la joven Marie Mercier, de 18 años (Hugo tenía 69). Y que, una cosa no tiene que ver con la otra, en Vianden le arrancaron su primer diente.