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Camino de Santiago
8 décembre 2014

Escribo porque de niño no me dejaban terminar las frases

Del discurso de Modiano en Estocolomo, una cita de De Quincey, que buscaba en el laberinto de Londres a un viejo amor: «Tal vez sólo estábamos separados por unos veinte metros. No se necesita más para que una separación sea eterna».

Escribo porque de niño no me dejaban terminar las frases. Escribo para que los adultos me lean hasta el final, sin interrumpirme, dijo. Libros que no entiendo del todo mientras los escribo pero que cuando estoy por acabarlos parecen despegarse de mí, como hacen los niños en el escuela el día previo a las vacaciones, que ya casi no escuchan al profesor.

Modiano nació en París en 1945 y se siente marcado de manera indeleble por el lugar y la fecha de su nacimiento. Cuando niño, sus padres lo dejaban al cuidado de amigos de la familia. A un niño todo le parece natural pero, más tarde, su infancia pudo parecerle enigmática, y escribir novelas una manera de resolver esos enigmas. Para escribir, consultaba viejas guías telefónicas, imaginando a la gente que no respondería si marcaba esos números. (Lo que recuerda a Somerset Maugham en una estación de provincias, en la India, pidiendo la guía telefónica para entretener la espera. Una ciudad despoblada, rezongó luego, cuando la devolvió).

La ilustración es de Amedeo Modigliani, muerto en París en 1920, primo de Modiano. Y lo que pueden parecerse.

Source: Externe

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Commentaires
M
Un crítico de Le Monde publicó en octubre 2014 una opinión negativa sobre la última y reciente novela de Modiano. Los suecos, para contradecirlo, le dieron el Nobel a Modiano unos días después. <br /> <br /> <br /> <br /> Los amigos de Modiano han aprovechado la ocasión para tratar al crítico de resentido. La critica no es mala, sin embargo, y le advierte al lector con comedimiento y un par de frases bien moduladas que la novela es gaseosa. <br /> <br /> <br /> <br /> El día del Nobel, eso sí, el crítico habrá experimentado, como dicen en mi pueblo, una gran sensación de soledad.
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S
Lleva razón Sámuel: son ustedes muy leídos. <br /> <br /> <br /> <br /> Te debo un libro, me acuerdo. A ver si en el Año I de Podemos, podemos.
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M
Tabucchi estuvo en mi pueblo -sería el año 93, más o menos-, nos juntamos unos cuantos a escucharlo. Le conté brevemente mi experiencia con el Nocturno leído y visto sucesivamente. Dijo entonces que el filme no era el que él había entrevisto escribiendo el libro, pero que le había gustado. Lo hizo Alain Corneau, que no era malo llevando libros al cine. Había aprendido a hacerlo con Costa Gavras, y su máximo logro lo consiguió con el librito de Quignard, Todas las mañanas del mundo.<br /> <br /> <br /> <br /> El tren a Travancore es un dechado de ironía sobre el tópico del viaje a Oriente. Leo con gusto los libros de Don Erres, pero ese es mi favorito, será porque suena en modo menor. No tengo conmigo mi ejemplar del Tren, ni tampoco el del Nocturno, ni el del Viaje a Oriente, de Hesse, ni... Desfilaron un tiempo por mi casa los mozos camino de la India (Europa es una plataforma a medio camino entre el Cono Sur y la India), fue una moda que venía de antes y todavía dura, y a mí no se me ocurría nada mejor que darles mis libros para que los acompañaran en el paseo.<br /> <br /> <br /> <br /> En el tren, esta mañana, observando la manera como la gente se relaciona con los diarios -algunos cogen los ejemplares ya leídos con guantes, otros, en cambio, por poco no los usan de bufanda, como el personaje ése de Perdidos en la noche-, me acordé de uno de los relatos de SM de los que hablamos ayer. Un inglés, en un sitio perdido en Malasia, lo que menos soportaba de su adjunto es que, durante sus ausencias, éste leyese antes que él los ejemplares del Times que le llegaban con un atraso de varios meses.
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V
Ah, pues no. No es tamil. Ahora vi que está del otro lado, en la orilla malabar. Ni caso.
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V
¿Hicieron película del Nocturno? ¿Hay que verla?<br /> <br /> <br /> <br /> Y ni idea del Tren a T. Pero pinta buenísimo. Anoto, anoto. Nunca leí a Don Erre que Erre que Erre. Travancore suena tamil, así que, abundando en Tabucchi, ¿también sale la Teosófica?
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