Canalblog
Suivre ce blog Administration + Créer mon blog
Publicité
Camino de Santiago
28 juin 2015

Las diez primeras páginas del Caravaggio de Manara

Una web cuelga las diez primeras páginas de Caravaggio, la historieta que Manara le dedica al pintor milanés. Las leo, me entusiasmo, compro la historieta. Muy bien, pero esas diez primeras páginas con la llegada del pintor a Roma son inmejorables. Después, el relato enfila por los días romanos del pintor y todo va demasiado de prisa. Será la ley del género pero, a cuadro por casillero, el resultado es como ir en moto por las salas de un museo.

Source: Externe

Otra cosa es que el Carabacho sale de Roma tan casto como llega. Entiendo que el libreto sea para menores de 14, pero se trata de una biografía de Michelangelo Merisi... No sé, está tan bien pintada Roma y tan bien sugeridos sus embrollos cardenalicios que no consigo despegar la memoria de las Vidas ejemplares.

________________

Y otra cosa más: Vila-Matas llama ¡burdo! el consejo de Ludwig Börne que alabábamos aquí hace unas semanas.

Publicité
Publicité
20 juin 2015

Un chiste de la señora Goldstein

Consecuencia del affaire del chiste zafio de Zapata: todo quisque se pone a contar chistes de judíos y a explicar cómo hay que contarlos y dónde. Peor aun: cómo hay que entenderlos.

El chiste es la forma verbal del humor interpersonal, sostiene Freud. Es el inconsciente el que siente la necesidad de contarlos, explica, si le entiendo bien. La necesidad de reír o no, en cambio, corre por cuenta del inconsciente colectivo. No te prives de decirlo, parafraseo a Bolaño, si no quieres privarte de escuchar lo que te dirán.

Cuando éramos juveniles, cuando el corazón batía fuerte, lo cool entre nosotros era saber contar los chistes. Y lo despreciable era contarlos mal. Lo he contado otras veces: cuando me enteré de que mi amigo RF se había pegado un tiro, no pude dejar de recordar aquella vez en que se atrevió a dar un paso al frente y contar un chiste delante de la jauría. Las carcajadas que recibió de vuelta fueron tan destempladas que en seguida entendió que no se reían del chiste sino de él.

Pero bueno, no vamos a desaprovechar la ocasión de contar uno de la señora Goldstein. Va la señora Goldstein por la avenida llevando de la mano a sus dos nietecitos. Un conocido se detiene a saludarla. ¿Qué edad tienen los niños?, pregunta. Bueno, dice la señora Goldstein, el médico tiene cinco y el abogado siete.

Source: Externe

Óleo de Nathan Goldstein

17 juin 2015

Uno de Stevenson

Se han puesto de moda las bookbox y las givebox. Surgieron en la calle pero ya las han adoptado los centros comerciales. En el de mi pueblo han instalado una bookbox tamaño librería con estantes y sillas. Allí me hice con dos tomos de la Enciclopedia británica de 1968. En la acera de enfrente instalaron una givebox con libros, discos y adornos. A los pocos días alguien se llevó la caja y dejó los libros adornando la acera.

También en la web la lectura está desparramada por el suelo. Unos fondos de editoriales desaparecidas - fantasmas que desfallecían echados en unos predios oscuros- se pueden leer ahora a la luz de las pantallas, sin costo aparente. No sorprende que cierren las librerías o se conviertan en tiendas de cosméticos.

Pero lo que iba a decir es que me he leído un cuento largo de Stenvenson, Olalla. Transcurre en España, pero es perfectamente escocés, salvo tal vez por el matiz moreno de la piel de los hermanos de la historia, por alguna insinuación sobre el paisaje, por un trasfondo impreciso en las formas de la familia descrita. Es soberbio, como todo lo de RLS, aunque tal vez el final ofrezca menos de lo que dejaban esperar el inicio y el clímax.

Compré el ejemplar por 1,50 euros en la librería inglesa y encontré luego una traducción en un archivo mejicano abierto. Una vieja edición con numerosas erratas pero mayormente decente, una traducción algo ñona que se deja leer, placenteramente incluso. Escucho, sobre todo desde Iberoamérica, reclamos de traductores según los cuales habría que poner la literatura extranjera en la lengua en que hablan los lectores contemporáneos. Entiendo la exigencia y la comparto en parte, pero tampoco se trata de privarse del placer y del saber que traen las viejas traducciones. También porque viejos suelen ser en su lengua los propios textos vertidos.

P1040947

15 juin 2015

Manifiesto dos estaciones

Lleno el tren de mañana, camino de Bruselas. Lleno de manifestantes contra la prolongación de la edad mínima para jubilarse que en Bélgica pasará a ser de 65 años hoy a 66 en 2025 y a 67 en 2030, vía la reforma en curso impuesta por el Gobierno de nacionalistas flamencos y liberales.

Hablo un poco con los manifestantes en el tren, manifiesto dos estaciones hasta llegar a la mía. La manifestacion transcurriría luego en el centro de la ciudad al mediodia.

Source: Externe

Frank Vandenbroucke, entonces joven ministro SPA —socialistas flamencos— decidió hace veinte años dedicarle un doctorado en Oxford a la cuestión y afirma que sí, que es imperativo posponer la edad de jubilar, aumentar el tiempo de cotización a la seguridad social para mantener a flote el conjunto de las prestaciones sociales. No voy a contradecir. También es cierto que si los jóvenes consiguieran trabajar algo de equilibrio aportarían a las finanzas públicas.

En fin. No había jóvenes en el vagón como para prenguntarles su opinión. Los sindicalistas eran todos cincuentenarios. En los hechos, la edad media de jubilación en Bélgica es de algo menos de sesenta años. Los manifestantes del tren probablemente se jubilarán antes de los 65. En cambio, los jóvenes que hoy buscan su primer trabajo sí veran su derecho a la pereza pospuesto cuando decaiga la fuerza física.

Bueno sí, había un joven, al fondo. Al bajarme vi su imagen repetida, ya que se miraba en el espejo de la pantalla del móvil. Probablemente corregía su peinadillo o la línea de las cejas. Como si el vagón fuese un yate y los añosos manifestantes fuésemos su grupito de amigos. 

9 juin 2015

El incendio

No quisiera resultar pesadamente confesional pero sucede que ayer se incendió la casa donde yo vivía por los años de los que hablaba el sábado a propósito de mi profesor de química.

No vive uno en un lugar doce años —y a los doce años— sin que cuando ese lugar se queme chisporroteen unas cuantas brasas apagadas.

Desde esas ventanas por donde asoman llamas y humo contemplé yo cuando niño otros incendios y balaceras y atropellos, y también imágenes más dulces como el olor de la pastelería por las tardes mientras unas muchachas esperaban a sus novios. 

De a poco se fueron mudando a otros lugares las familias que allí vivían y el barrio fue convirtiéndose en un mercado de repuestos de automóviles. Uno de esos depósitos hizo fuego ayer. A no ser que fuese una tostaduría que se había instalado donde antes hubo una peluquería y antes la casa de una solterona.

CG-CdklWoAArH3d

Publicité
Publicité
6 juin 2015

El profesor de química

La buena noticia de ayer fue ver en un periódico al que fue mi profesor de química, que acaba de jubilarse. A los 88 años.  

Es un señor muy divertido, estoy seguro ahora de que el humor le ha ayudado a arramblar con todo lo que le habrá caído en más de medio siglo en las aulas y fuera de ellas. A mí me hacía mucha gracia, era un excéntrico que no se regodeaba en su excentricidad, que no la llevaba como una máscara. No aprendí química con él, pero tampoco aprendí física, ni biología, ni siquiera matématicas con sus colegas. Que me acuerde, nunca procuró culpabilizarme por eso.

Lo que dice en la entrevista es lo esperable en su caso. Por eso mismo, lo inesperado para mí ha sido verlo reaparecer encarnado en sí mismo. 

Source: Externe

Óleo de Alfred Bader

________

Sobre el colegio aquél, esto.

Por lo demás, en materia de profesores, Parra, que también dio clases desde muy joven hasta muy mayor, ya dijo casi todo lo que puede llegar a decirse

Publicité
Publicité
Camino de Santiago
Publicité
Sobre el nombre de este blog
Derniers commentaires
Publicité