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Camino de Santiago
13 septembre 2007

Nicanor Parra contra la ley de la perspectiva

Nicanor Parra no respeta la ley de la perspectiva y se agranda a medida que se aleja.

Parra

A la lista de definiciones de antipoesìa que propone el propio Nicanor Parra (un temporal en una taza de té; una capilla ardiente sin difunto) cabrìa tal vez agregar otras dos: la antipoesìa es una manera de leer el diario y un método para redactar titulares de prensa. Espero que un estudio que subraye la familiaridad de la antipoesìa con el periodismo ya estè escrito y contenga al menos estas dos ideas: Parra escribe antipoesìa con materiales similares a aquéllos con los que se hace un periòdico. Y, también, el lector ideal para la antipoesìa es aquél que acaba de leer el diario y lo bota al papelero. Para reciclarlo, desde luego.

Borges decìa que quien quiera enterarse de cuanto ocurre en el mundo pierde su tiempo leyendo el diario. Parra no lo contradirìa probablemente y, sin embargo, propone otro camino y con materiales de derribo tomados de la prensa formula un discurso alternativo. Octavio Paz, surrealista diplomàtico (lo que no es lo mismo que ser diplomàtico surrealista), aconsejaba por su parte a un aprendiz de poeta: En los ratos libres pasta sin cesar: hay inmensos predios de periòdicos.

Lo cierto es que Parra ha escrito magnìficos poemas directamente sacados de los diarios, como los espléndidos Mil novecientos treinta y Noticiero 1957, compuestos ambos con los endecasìlabos (Plaga de motonetas en Santiago) con los que los periodistas encabezan las noticias. La experiencia del Quebrantahuesos, en la que se embarcaron Parra y Jodorowsky en su ya remota juventud consistìa precisamente en cortar y pegar titulares de diarios para romperle los huesos al lenguaje periodìstico e intervenir por esa vìa en las conversaciones entre parroquianos quienes, como es bien sabido, suelen intercambiar frases directamente tomadas de la prensa.

El formato màs reciente de la antipoesìa, el del discurso de sobremesa, es también marcadamente periodìstico, tanto por sus temas, cuanto por la manera, que es la de un comentarista de una actualidad tan cambiante como repetitiva. Parra resume la actualidad o la adelanta. Un poema como La batalla campal, escrito en 1969, que relata el enfrentamiento entre energùmenos y robots frente a La Moneda, prefigura el  11 de septiembre de 1973. Treinta y cuatro annos màs tarde la Encuesta Casen confirma que la desigualdad entre chilenos es creciente. Este es, entonces, el consejo de Parra a Su Excelencia: Nadie debe ganar màs que SE el Presidente de la Repùblica. Ni menos, dijo el otro.

Incluso el artefacto aquel que afirmaba que la izquierda y la derecha unidas jamàs seràn vencidas aparece tres dècadas màs tarde como algo màs que una mera boutade, cuando la la derecha prueba a aduennarse de los valores de la izquierda y èsta se muestra a menudo profundamente reaccionaria. En Italia por estos dìas da mucho que hablar, como todo en Italia, aun antes de ser publicado un libro de parreano tìtulo: El liberalismo es de izquierda. Parra lo dirà a su manera, ni capitalista ni socialista, sino todo lo contrario: ecologista intransigente. Quien lea los Discursos de sobremesa verà que Parra repite y se repite, como hacen los pedagogos y los periodistas, poniendo en boca de unos y de otros sus propios conceptos. Incluso prodiga consejos que el gremio periodìstico desoye: Escriban lo menos posible y solamente en el idioma patrio.

Este septiembre, Nicanor Parra cumple 93 annos. Desde luego, como dice él mismo hablando de los demàs, Parra no respeta la ley de la perspectiva y se agranda a medida que se aleja.

 logocl 13 de septiembre de 2007 PDF

PS: Escribo en un teclado italiano. Disculpas por los acentos y la ausencia de la vieja y querida letra enne.

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6 septembre 2007

Animales a diario

En Flandes, en el norte de Bélgica, ya hay más cerdos que humanos.

Laika

Dice la novelista australiana Elizabeth Costello, alter ego del premio Nobel sudafricano J. M. Coetzee, que en la defensa de los derechos de los animales es sospechoso el abuso de gorilas pensativos, de jaguares sexy y de pandas a los que dan ganas de apretar. Deberían ser pollos y chanchos, ratas blancas y langostinos, los que salieran en la portada de los diarios. No recuerdo a cuándo remonta la última vez que vi a un animal en la portada de un diario. Me refiero a un animal-animal, cubierto de plumas o de pelos, y no a un miembro de la fauna emplumada y depilada que encandila a los telespectadores. Tal vez se trate de la perra Leika, a quienes los soviéticos pusieron en órbita en 1957 y condenaron a morir por asfixia tras consumir, en diez días que le parecerían eternos, el oxígeno que contenía aquel ataúd espacial.

No en portada, pero sí en las páginas interiores pueden leerse numerosas noticias protagonizadas por animales. En Australia, la multiplicación de gatos salvajes, una amenaza para la fauna local, da pie a una campaña para reducir el número de garduños, en la que se recomienda incluso pasarlos por la cacerola. El wild cat stew (estofado de gato salvaje) sabría a pollo o conejo, según los gastrónomos. Un consumado carnívoro puede estar dispuesto a comerse a otro carnívoro, aun cuando los científicos adviertan del riesgo de contraer bacterias y toxinas. A un vegetariano, en cambio, la idea de comerse a un carnívoro le pondrá los pelos de punta. Para responder a la consabida pregunta sobre el porqué se convirtió en vegetariana, Elizabeth Costello echa mano a Plutarco: Por mi parte, me sorprende que usted pueda llevarse a la boca el cadáver de un animal muerto, que no encuentre insoportable masticar esa carne marchita y tragar el jugo de esas heridas mortales.

En otro registro, los diarios abundan en historias animales que tienen todo de las fábulas. Como este love story entre elefantes en la India, en el que un elefante silvestre libera a trompadas a una elefanta domesticada de las cadenas que la atan a un circo y se van juntos por la carretera de la selva. Toda historia feliz carga con su dosis de melancolía y en ésta la nota triste la pone la segunda elefanta del circo, que se deja morir de pena por la ausencia de su amiga y de depresión por no haber sido ella la elegida. Y el dueño del circo, que queda al borde la quiebra.

Un congreso de expertos advierte, en Suiza, sobre la desaparición de muchas razas de animales de granja, a causa del éxito de las razas más productivas. La amenaza se cierne particularmente sobre África, donde las vacas holandesas comienzan ya a remplazar en el paisaje a los cebúes provistos de bellos cuernos, pero menos carnosos y lecheros. Lo mismo con los pollos broiler y los rozagantes chanchos europeos. Por cierto, Europa está llena de cerdos y hay regiones, como Flandes, en el norte de Bélgica, donde hay más cerdos que humanos. Y sin embargo, pese a la sobrepoblación humana y porcina, no se siente en Flandes estrechez. Salvo en las autopistas. Contrariamente a África, continente poco poblado, en cuyas ciudades parece asomar la gente a borbotones. En el sur de Europa, corre peligro el burro, que apenas se utiliza como fuerza de trabajo. Y ya se sabe quiénes han venido a remplazarlo.

El reino animal está siendo domesticado y europeizado a grandes trancos, al punto que hoy en Europa se producen más animales brasileros que en el propio Brasil. Como contrapartida, en los sitios de video en Internet los últimos retazos de vida salvaje tienen mucho éxito de audiencia, gracias a las filmaciones de los turistas en las reservas africanas. Así puede verse a un grupo de búfalos rescatar a uno de sus cachorros de las garras de una manada de leonas y de las fauces de un cocodrilo, en una bella demostración de unidad y de estrategia.

La noticia del día la da el Reino Unido, permitiendo los embriones híbridos entre hombre y animal. Para los antiguos griegos, en el mundo había seres de tres órdenes, dioses, hombres y animales. De entonces ahora, el predominio humano se hecho incontestable y dioses y animales han ido desapareciendo. De la portada de los diarios, quiero decir.

logocl6 de septiembre de 2007 PDF

PS: En septiembre se llenan las escuelas, las fábricas, los trenes, las autopistas. Llega el momento de irse de vacaciones. Por si no consigo colgar aquí los Caminos de los dos jueves venideros (el próximo celebra a Parra y el siguiente tendrá un airecillo mafioso), los pueden encontrar en las páginas de opinión del diario. Gracias por la compañía a la distancia.

30 août 2007

Crematorios del Peloponeso

Los incendios tienen de todo, menos de naturales. Con el fuego hacen su agosto cultivadores, madereros y pirómanos.

20070827

El tiempo, asunto eterno. O provisoriamente eterno. No el tiempo, el implacable, el que pasó, no el tiempo que pasa, sino el tiempo que hace. El sol y la lluvia, y la nieve de este invierno. Que nieve en Santiago, pase. Que nieve en Buenos Aires, eso ya es noticia en la sección internacional. A ver cuándo nieva en Rio de Janeiro.

Noticia por estos días es el fuego de los incendios. Que los incendios en Grecia se lleven por delante más de sesenta vidas humanas y conviertan las aldeas del Peloponeso en crematorios abiertos es una tragedia. Que sean los pirómanos los que metan fuego es para mesarse los cabellos. Los pirómanos podrían buscarse una locura más razonable. El verano pasado el calor, el viento y los pirómanos se cebaron con Galicia, en una punta de Europa, y éste lo hacen con Grecia, al otro extremo.

En cambio, que este verano sea el más lluvioso en cien años en Inglaterra no deja de ser normal. Según Julian Barnes, los ingleses no entienden qué puede tener de particular el diluvio bíblico, con sus cuarenta días y cuarenta noches de lluvia intensa. Eso es un verano normal en las islas británicas.

La culpa de tanto desbarajuste la tiene el Anticiclón de las Azores, unas altas presiones temperamentales que, cuando se instalan en América del Norte y en el Caribe se llaman Anticiclón de Bermudas, y cuando se estiran hacia la vieja Europa se llaman Anticiclón de las Azores. Es éste el que lleva o trae sol o lluvia según donde se instale. Este verano ha traído algo de sombra a Portugal y a España, lluvia persistente a Inglaterra e incendios a Sicilia, a Canarias, a Croacia, a Albania, a Bulgaria, a Turquía, y ahora a Grecia.

Ahora mismo, más de diez mil incendios abrasan Brasil, lo que es abrasar doble, porque Brasil quiere decir pau brasil, árbol de brasa, árbol que arde, especie que abundaba en sus costas cuando los portugueses llegaron a cortarlo a destajo. Arde la Mata Atlántica, que era tupida hasta hace pocos décadas y de la que subsiste hoy apenas un íngrimo seis por ciento. Por cierto, estos incendios tienen de todo, menos de naturales. Con el fuego hacen su agosto pirómanos, cultivadores y madereros. Al borde del Mediterráneo, los incendios abren la puerta a la especulación inmobiliaria. En la espesura brasilera, todas las oportunidades son buenas para acabar con la selva y meter ganado y plantar soja.

En Australia no llueve casi desde hace cinco años. Los arroyos se han secado y los ríos llevan un diez por ciento del cauce habitual. Según los expertos, regiones enteras de la isla-continente están bajo la amenaza de una caída en picada de la producción agrícola, con la consiguiente alza de los precios en el mercado mundial de los productos alimentarios de base, subida que se ve reforzada por la fiebre de los biocarburantes que arrastra a medio planeta. El gobierno australiano responde a la sequía de particular manera e insiste en su rechazo a firmar el protocolo de Kyoto.

Por mi parte, escribo desde un lugar rodeado de bosques, abrigado de los incendios por la lluvia perseverante. Por la mañana asoman un par de ardillas, animales listos y rápidos que desconocen el vértigo, ese sentimiento humano. Y que desconocen el fuego de los incendios, esa manía de pirómanos. También, si hay suerte, puede oírse el golpeteo en la madera de algún pájaro carpintero. Es la lluvia la que hace al bosque, y con él a la ardilla y al carpintero. La lluvia que llueve sobre mojado. La lluvia que lo apunta a uno y lo deja mojado como pitío. La lluvia persistente, la que atenta contra la autoestima.

Lejos de aquí, en Cabo Verde y a lo largo de todo el Sahel, el borde que separa el Sahara del corazón del Africa verde, debería por estos días comenzar a llover, abierta la corta estación de las lluvias. Pero no llueve. De hacerlo, los campesinos podrían celebrar una fiesta. Pero no da el tiempo, apenas caen las primeras gotas deben ponerse a trabajar para que la poca agua que caiga se aproveche y no se pierda.

logocl 30 de agosto de 2007 PDF

PS: Titular de algún diario sobre los incendios en Grecia: 'La llama olímpica'. El pitío es uno de los varios carpinteros que vuelan en Chile, llueva o no llueva. Curioso, hoy no llueve. (Hoy es jueves, esto es Bélgica).

23 août 2007

Terremoteados

No es fácil vivir sin agua ni luz y con poca comida. Y con los rateros a la vuelta de la esquina. Todo lo cual nos recuerda nuestra propia experiencia de damnificados telúricos, de tristes terremoteados.

Terremoto2

Como en todo terremoto que se precie, en el de Pisco una semana más tarde las réplicas aún no cesan. El epicentro, por su parte, se ha ido desplazando lentamente hacia otras localidades aledañas para terminar por situarse, en los diarios y en las televisiones, muy lejos del Perú, allí donde se mueve ahora la trémula actualidad. Hablamos del epicentro informativo, desde luego. En Pisco mismo, sobre el terreno, un voluntario español se quejaba unos días atrás de que no lo dejaban trabajar. Se había traído al perro socorrista, decía, y había pagado los dos pasajes, pero la inseguridad le impedía trabajar. Un paso más y pedía que prohibieran los terremotos lejos del primer mundo.

La ayuda tarda en llegar y en ser repartida. Y trae sorpresas. Unas latas de atún vienen decoradas con la cara de dos peces gordos, Chávez y Ollanta Humala, y esta leyenda: « Ante los saqueos, desesperación y caos, solidaridad con nuestros compatriotas ». ¿Quién es el oportunista donador? ¿El partido de Humala, el gobierno venezolano, la CIA?

Las primeras noches, tras una catástrofe como la de Pisco, se hace difícil dormir sabiendo que hay gente atrapada bajo los escombros. Y se hará aún más difícil dormir sintiendo las réplicas, sin saber si el sacudón siguiente será más fuerte que todos los anteriores. Tampoco es fácil vivir sin agua ni luz y con poca comida. Y con los rateros a la vuelta de la esquina. Todo lo cual nos recuerda nuestra propia experiencia de damnificados telúricos, de tristes terremoteados.

A cada cual sus grietas en el suelo y en el cielo raso. A cada generación su terremoto. La de nuestros padres se asomó al mundo con el terremoto de Chillán y se hizo adulta, de temblor en terremoto, con el maremoto de 1960. Tras éste y hasta 1985, conocimos una seguidilla de terremotos coincidente con el tembloroso estado en que se sumió la sociedad chilena por entonces y con la posterior lluvia de ceniza que representó la dictadura. Se calcula en torno a 50 mil la cifra de víctimas por terremotos en toda la historia nacional. Pero ésta es una cifra aproximativa, echada con la olla, y está muy lejos de la precisión de medida de un sismógrafo.

La serie de terremotos, explosiones volcánicas y el maremoto que afectó al sur de Chile en mayo de 1960 constituye la mayor sacudida registrada por la ciencia telúrica, habiendo alcanzado los 9.6 grados en la escala de Richter. Quien haya probado el agua salada del lago Budi o visto cómo las calles de Toltén viejo desaparecen en el océano convendrá en que se trató de un verdadero cataclismo. Murieron entonces tres mil personas, seis veces más que en el reciente terremoto pisqueño. El sur de Chile era, hace cincuenta años, mucho menos poblado de lo que es hoy la costa sur de Lima, a pesar de que aquél es un vergel y ésta un desierto.

Después de cada terremoto, la terapia colectiva consiste en contar con detalles lo que cada cual hacía en los momentos previos a la sacudida y cómo se puso a salvo. Luego la sesión continúa con el terremoto precedente y así sucesivamente hasta el año que corresponda según la edad de los comentaristas. Un protagonista de la notable película La frontera, de Ricardo Larraín, convencido de que al momento del maremoto en el mar se abre un hoyo oscuro que comunica con el centro del universo, se echa mar adentro cuando el océano se retira para lanzar su ola devastadora.

De manera casi simétrica, en pleno terremoto el cielo de Lima mostró un fogonazo de gran luminosidad. Para muchos se trató de un vulgar corte de circuito eléctrico. Pero hay quien dice que un fenómeno como ése se llama triboluminiscencia, que se trata de una liberación de iones producida por frotación durante un fuerte movimiento telúrico visible únicamente en una noche de invierno, como fue el caso la semana pasada en Perú. El fenómeno fue visto por mucha gente y hay incluso quien lo registró. La mayoría de la población, sin embargo, tenía los ojos puestos en otra parte. A esa hora la televisión limeña transmitía el programa « A vacilar ».

logocl 23 de agosto de 2007 PDF

9 août 2007

Retrato de Hitler con babero

Su primer crimen lo cometió Hitler a los pocos años en la persona de su hermano menor, mucho más listo que él, frente al cual el futuro Führer se pudría de celos.

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Todo Wagner
, desde luego, pero también Beethoven y Tchaikovsky, interpretados por el violinista polaco de origen judío Bronislaw Huberman. Estas y otras perlas sonoras contenía la colección de discos de Adolfo Hitler que encontró un oficial ruso en el bunker del Fürher, junto a su cadáver.

En pleno auge del nazismo y la persecución de los judíos, mientras Hitler repasaba en sus vinilos los grandes momentos de la música sinfónica, muchos judíos alemanes, impotentes frente a las vejaciones que sufrían, ponían fin a sus días tomando una dosis letal mientras escuchaban también a sus músicos preferidos. Entre 1941 y 1943, la tasa de suicidios entre los judíos alemanes fue de 1 500 por 100 000 (cien veces superior a la media mundial). Paul Celan, sobreviviente del nazismo (y posterior suicida), evoca en Fuga de muerte cómo los nazis obligaban a tocar y bailar a los judíos en los campos de concentración mientras sus familiares se iban convirtiendo en humo.

Coincidencia o no, por estas fechas en que se desvela el contenido de la colección musical de Hitler, ha muerto Raúl Hilberg, que fue quien encontró en el local del partido nazi en Munich, en los días finales de la Segunda guerra, las sesenta cajas de la biblioteca personal del Führer. ¿Qué contenían esas cajas? Libros sobre Federico II de Prusia, sobre arquitectura y unos cuantos libros sobre historia judía. Fue Hilberg quien escribió años más tarde, apoyándose en un titánico trabajo documental, La destrucción de los judíos en Europa. El genocidio judío, según Hilberg, es el resultado de una estructura compleja, imposible de explicar únicamente a través de la voluntad de un puñado de criminales. Hitler se limitaba a abrir la luz verde del exterminio, lo que no es poco en una administración de burócratas banales.

Sobre la obra de Hilberg se apoyó Hannah Arendt para formular su tesis sobre la banalidad del mal. Porque el mal, como mostró Arendt, tras seguir el proceso a Eichmann en Israel, no es fruto del diablo. El mal es redomadamente banal. Ni siquiera puede decirse que sea el fruto de la ignorancia. Jonathan Litell, que ganó el premio Goncourt en 2006 con su novela Los Benévolos, cuenta cómo los jerarcas nazis discurrían sobre el imperativo categórico kantiano, o la noción de ser y tiempo en Heidegger, mientras disponían la masacre.

Norman Mailer, en cambio, en su reciente y también monumental Castillo en el bosque, rastrea la infancia del líder nazi para sacar a relucir cómo y por qué el diablo metió en esa cuna la cola. Hijo del incesto y del disimulo, su primer crimen lo cometió Hitler a los pocos años en la persona de su hermano menor, mucho más listo que él, frente al cual el futuro Führer se pudría de celos. Aprovechando que tenía la tos convulsiva, Hitler niño se fue a babosear al lado de su hermano para contagiarlo y mandarlo precozmente a la fosa. Todo parece premonitoriamente siniestro en esa infancia aciaga. Mailer describe la tierra natal de Hitler como aquélla por donde cada campesino debía empujar su carreta por todas las variedades posibles del barro, del magma espeso, como la lava, a las riadas de lodo, pasando por los aluviones de ripio, el fango, la pecina, los pedruscos y los terrones de marga ordinaria.

En retórica, la ley de Godwin, ahora al uso en los foros de Internet, indica que mientras más dura una discusión, mayor es la probabilidad de que salgan a relucir Hitler y el nazismo. En nuestro intranet nacional, la ley se verifica con la alusión a Pinochet y a la dictadura. Y no consuela saber que los atormentadores locales no oían a Mahler, ni leían a Goethe, ni se dejaban influir por ninguno de esos señores extranjeros. No es su aspereza mental la que explica sus estragos, o no sólo. No los mejoraron las improvisadas clases de filosofía que recibieron de Jaime Guzmán y de José Miguel Ibáñez en el Diego Portales. El mal, ya está dicho, es banal y proliferante. Cualquier pailón es capaz de abrir el gas e ir a la esquina a comprar fósforos. Cualquier Caín, cualquier Abel.

logocl 9 de agosto de 2007

PS: El mal es banal y tiene algo de diabólico pero es, sobre todo, ridículo. Véase, en el PDF, la foto del padre de Hitler.

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26 juillet 2007

¡Quién quiere ser millonario!

Con Irak en ruinas, el Gobierno pakistaní tambaleante, los talibanes alzados en armas, Irán nuclearizado y Ben Laden llamando a sus huestes a multiplicar los atentados suicidas, Bush está tan descolocado que se deja sorprender no sólo por sus enemigos, sino incluso por Ricky Martin.

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El famoso programa
¡Quién quiere ser millonario!, que desde hace una década multiplica audiencias millonarias por el ancho mundo, es visto por un público de todas las edades y mayoritariamente por personas mayores. Que un bisoño concursante se lleve una coqueta suma por contestar que el tambor grande se llama bombo deja meditabundos a los jubilados, quienes durante una larga y esforzada vida de trabajo han visto cómo los millones se mantienen a prudente distancia de sus bolsillos.

Los millones están contados y a buen recaudo pero al parecer hay unas cuantas maneras de llegar hasta ellos. El estudiante inglés Alex Tew abrió hace menos de un año una página en internet y se propuso vender a un dólar el píxel (los puntos de los que están hechas las imágenes) para que las empresas pusieran allí sus emblemas. Idea que la mayoría de los expertos hubiera calificado de tirada de los cabellos, por no llamarlos de otra manera. Al cabo de un par de meses, sin embargo, la página del millón de dólares colgaba el cartelito de sold out (todo vendido) haciendo millonario a su creador, que confiesa haberse puesto a pensar cómo ganar dinero mirando sus calcetines rotos.

Así es la cosa, jubilados o jovencitos, todo el mundo corre detrás de los millones. Y los millones, por su parte, corren detrás de Ben Laden. El senado de Estados Unidos acaba de duplicar la recompensa que ofrece el Departamento de Estado norteamericano por cualquier información que permita la captura del espigado millonario saudita. 25 millones no fueron bastante para atraparlo, ahí van 50. Si el método funcionaba en el Lejano Oeste, por qué no va a funcionar en el Oriente Medio.
« Independientemente de que capturemos a Ben Laden o que lo matemos, ya va siendo hora de que sea llevado ante la justicia », declaró el senador Kent Conrad, uno de los impulsores de la propuesta. No se ve claro cómo podrían llevarlo a la justicia antes de capturarlo. O después de muerto.

Seis años de millonarias recompensas y de Guantánamos han hecho que Al Qaeda esté más fuerte que nunca, de tal manera que, según el director de la CIA, Michael Hayden, la inestabilidad en Irak sea irreversible. Con Irak en ruinas, el Gobierno pakistaní tambaleante, los talibanes afganos alzados en armas, Irán nuclearizado y Ben Laden llamando a sus huestes a multiplicar los atentados suicidas, Bush está tan descolocado que se deja sorprender no sólo por sus enemigos, sino incluso por Ricky Martin. El tenor boricua, que cantó en la investidura de Bush, acusa ahora al tejano de « mortificar a pueblos enteros ».

Muchos millones dan vueltas por el carrusel noticioso por estos días. 400 desvergonzados millones de dólares pretende cobrar el gobierno libio por conmutar la pena de muerte a las enfermeras búlgaras, a las que acusa de transmitir el virus del sida a cientos de niños libios. Y 660 groseros millones de dólares acuerda pagar la archidiócesis de Los Ángeles a 500 víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes.  En ambos casos, un millón de dólares por cada víctima. La suma parece colosal pero en seguida queda relativizada sabiendo que, según el diario Los Ángeles Times, la Iglesia Católica posee en la ciudad un patrimonio inmobiliario valorado en 40 mil millones de dólares.

Tantos millones parecen muchos, pero son sólo el fondo del monedero para las multinacionales digitales, como Google, Yahoo y Microsoft, cuyas ganancias no se cuentan en millones sino en billones o cómo se llamen, ofreciendo servicios gratuitos a los consumidores y atesorando luego los datos derivados de esos servicios supuestamente liberados. Siempre habrá quien venda a alguien por treinta monedas y otro que lo revenda por sesenta. En vista y considerando, un millón por la pregunta del bombo, una bagatela.

logocl 19 de julio de 2007 PDF

PS : Me temo que, en lo que se ha tardado esta columna en publicarse, Kadafi ha subido el precio por el rescate. Y la señora Sarkozy ha cancelado cumplidamente. En Medellín, hay un club de fútbol que se llama Millonarios. Para ahorrar, lo llaman Millos. O será por miedo a los asaltos. En la imagen, Ben Laden (Uagadugú, Burkina Faso), pintura en papel de Michel Elias.

19 juillet 2007

En La Nación

El Camino de Santiago de este jueves 19 de julio de 2007 no fue publicado por La Nación. Me informan desde el diario que vendieron la contraportada para publicidad. Me pica el bicho de saber de qué publicidad se trata y no pregunto. En cambio me preguntan si pueden publicar la columna tal cual el próximo jueves 26. Digo que sí, que desde luego, pero soy periodista y sé que dentro de una semana la susodicha olerá a pescadería cerrada por duelo.

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Lectura alternativa: El hombre que estrangulaba gatos con las manos.

Otra: Besos salivosos.

12 juillet 2007

Aprenda mandarín cuanto antes

¿China y Chile, se parecen?

 

China

Mi tío Pepe afirma que los chilenos erramos intentando inútilmente parecer norteamericanos. Que mejor haríamos imitando a los chinos. Haciendo tai chi en las heladas mañanas de invierno, respetando la fila. Por lo demás, a los chinos ya nos parecemos. Ya tenemos camino adelantado, ventajas comparativas.

Me cuenta de una celebración que vivió con un par de amigos. Treinta años de camaradería se disponían a festejar. El creía que hablarían de tangos y de viejas amistades, pero se pasaron la noche hablando de China. De la formidable transformación de China, que está cambiando al mundo, comenzando por África, convertida en la nueva frontera para el Celeste Imperio. La colonización china en África es masiva pero móvil, maciza pero discreta. China se lleva la mitad del petróleo que consume y deja una buena parte de la calderilla que produce. No se mete con los gobiernos de turno y tiene derecho a veto en las Naciones Unidas. Al cabo de la cena llegaron a la conclusión de que de que el mundo ya ha cambiado de manos.

Ahora que me entero de que China ya es el primer emisor de gases invernadero, le doy la razón. Con qué empeño que lo ha logrado, por delante de las previsiones, sobrepasando nada menos que a Estados Unidos, la antigua potencia. Un verdadero milagro el de la economía china, que crece a un ritmo de 10 % anual y a la que no hay parámetro que le resista. Así por ejemplo, un tercio de la población (más de 400 millones) emigrará del campo a las ciudades en los próximos diez años. Y, por contar una anécdota, un tren gira en torno a Pekín sin detenerse jamás.

Eso sí, China ya no se contenta con el rango de fábrica planetaria en que han querido encasillarla y aspira a retener la atención del público espectador mundial, a conquistar el famoso mercado cultural, todavía provisoriamente en las manos de Hollywood, y está decidida a emplear películas y teleseries, novelas e historietas, para enaltecer su imagen en el extranjero. « Ya es hora de que el resto del mundo nos comprenda mejor », declara un académico chino. En efecto, va siendo hora de que vayamos comprendiendo. Es así como verán la luz cientos de Institutos Confucio repartidos por el mundo, con el fin de incentivarnos a aprender el mandarín. Ya son cerca de 40 millones las personas que están aprendiendo chino en el mundo (mi tío Pepe saca buenas notas), cifra que se irá multiplicando de manera exponencial. Todo es exponencial en China, donde el Instituto de estadísticas cuenta con 60 mil funcionarios.

Para no hablar de las fábricas de atletas, que trabajan a pleno ritmo de cara a los juegos olímpicos de Pekín en 2008. Miles de púberes y aun de impúberes se entrenan casi sin descanso para cubrir de oro al país del Dragón. Parece ser que si se toma la bandera china, la superficie roja que la cubre representa el porcentaje de niños menores de 14 años que trabajan y la pequeña superficie de las cinco estrellas amarillas sería la proporción de niños que estudian. Lo que no le impide a China formar armadas de productivos ingenieros que están convirtiendo al mundo en un gigantesco edificio. La fuerza del número.

Bien lo dijo Carlos Marx, la revolución no puede sacar su poesía del pasado, sino solamente del porvenir. A propósito de Marx, su casa natal, en la villa de Tréveris, en el oeste de Alemania, está transformada en un pequeño museo. Un operador turístico oriental tuvo a bien incluirla en el itinerario de los visitantes chinos a Europa. Cualquiera que sabe cómo funcionan estos flujos comprende que un turista chino no suele llegar solo y que lo que quiere uno lo quieren todos. Desde entonces, Tréveris desborda, o sea.

Claro que, como todo portento, el milagro chino también tiene su reverso en la forma de desigualdad, de represión y de embuste. Dieciséis de las veinte ciudades más contaminadas del mundo son chinas. La contaminación del aire mata prematuramente a 750 mil chinos cada año. « Me muero si no respiro y si respiro me matan », entonaba un cantante de protesta, no me acuerdo cuál. Tal vez mi tío Pepe no exagere cuando sostiene que Chile y China se parecen. Para averiguarlo, aprenda mandarín cuanto antes.

logocl 12 de julio de 2007 PDF

PS: Nǐ hǎo. Camino de Pekín, China, y más que China, según los hermanos Gao, aquí. Aprenda mandarín cuanto antes, acá. Zàijiàn.

5 juillet 2007

La democracia de los apellidos

Las personas mueren pero quedan las palabras.

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« El nombre de la rosa »
, la novela de Umberto Eco, finaliza con este verso escrito por un monje benedictino del siglo doce: « La rosa antigua permanece en el nombre. No tenemos más que el nombre ». Y los dos apellidos, hubiese añadido nuestro profesor de matemáticas en la lejana enseñanza media, aquél que nos obligaba a presentarnos y a escribir cualquier comunicación con nombre y apellidos. Ay del que olvidara el apellido materno: « ¿Se avergüenza usted del apellido de su madre? », nos espetaba. Lo he recordado a la vista de la proposición de ley de Antonieta Saa, tendente a que las personas que lo deseen puedan llevar en primer lugar el apellido materno.

Es una pena que el asuntillo de los apellidos esté tan contaminado en la patria (¡y en la matria!) por el exceso de arribismo, que acaba por ser el único cristal a través del cual todo se mira. Porque habría mucho paño que cortar en esa multitienda. En el mundo de habla castellana nos apellidamos mayoritariamente siguiendo la fórmula patronímica, esto es el nombre del padre (Pérez, hijo de Pedro; Antúnez, hijo de Antonio), o toponímica, por el lugar que habitaron nuestros antepasados (Almagro, Valdivia), o incluso según el que era su oficio (Sacristán, Verdugo) o un rasgo de su morfología (Rubio, Moreno, Calvo). En la primera variante, la patronímica, no nos diferenciamos de la mayoría de las naciones, como los árabes, judíos, serbios, croatas, rusos, irlandeses, escoceses, escandinavos y un largo etcétera.

Las excepciones son, sin embargo, numerosas. Los chinos escogen sus apellidos de la lista de « los cien nombres antiguos », que los escolares tienen que aprender de memoria. En África central, hay pueblos que dan a sus hijos el nombre del acontecimiento que marca el día del nacimiento; así es como hay gente que se llama Ley de Reforma Agraria o Inundaciones intempestivas.

La singularidad de nuestra cultura es que llevamos ambos apellidos, el del padre y el de la madre. Este último es, eso sí, el apellido del padre de la madre, porque hasta ahora, hasta antes de Antonieta Saa quiero decir, la filiación dominante ha sido la paterna. Que esto cambie, o que pueda cambiar, se condice con el rumbo que lleva el mundo. Hay mucho padre que se las empluma y mucha madre que apechuga, para decirlo con un lenguaje de criadero. Y viceversa. Además, tanto la identidad como el consumo, que ya para muchos son sinónimos, se entienden hoy “a la carta”.

En España, una ley como la propuesta por Saa ya está en vigor desde hace varios años y las nuevas generaciones no parecen acusar negativamente su efecto. Por lo demás, en la vida que hoy lleva la gente importan menos los apellidos y más el nick, esto es el apelativo que se usa para comunicar en Internet. También en España existe la costumbre de llamar por el apellido materno a quienes tienen un apellido paterno muy común, como el presidente del gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, a quien se le llama comúnmente Zapatero. Parecido pero diferente es el caso de Portugal, de Brasil y de los países africanos de lengua portuguesa, en donde se lleva el apellido materno delante del paterno, pero a la hora de resumir cuenta principalmente el del padre.

Pero bueno, para volver al colegio, de donde nunca logramos salir completamente, viajar por España y ver los nombres de los pueblos y ciudades desfilar es volver a oír la voz de nuestros profesores pasando lista en las preparatorias, en la enseñanza media e incluso en la universidad (allí donde yo estudié se pasaba lista, no sé si aún exista esa costumbre rudimentaria). Como por prodigio, los nombres de los pueblos y ciudades que atravesamos son los propios apellidos de nuestros  remotos camaradas. De Alfaro a Zamora y de Zúñiga a Ayala, la lista es larga, como la carretera.

De manera que le doy mi cordial respaldo a la propuesta. Viajarán nuestros nietos por las carreteras y recordarán a sus camaradas en el nombre de sus madres. La rosa antigua permanece en el nombre. Las personas mueren pero quedan las palabras. 

logocl 5 de julio de 2007

PS: En el diario la ilustración es otra, como se puede ver en el PDF, porque es otro el alcance. Mirando esta ilustración (gracias Enrique), las palabras resuenan y las mujeres brillan por su ausencia. Las personas mueren pero quedan las palabras. La rosa antigua permanece en el nombre, Álvaro, Roberto, William, José.

28 juin 2007

Del olor fugaz de las meninas

Y del olor de la lavanda en Provenza.

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El Perfume
, el libro de Patrick Süskind, publicado hace veinte años, se convirtió en uno de los mayores superventas de la literatura alemana del siglo veinte. Una adaptación cinematográfica llega ahora a las pantallas. La parábola del Perfume es ésta: Jean-Baptiste Grenouille, niño abandonado por su madre entre la pestilencia, descubre que no tiene olor corporal pero sí un olfato privilegiado para ir tras el olor de las mujeres, intentar atraparlo y, gracias a él, vivir.

Parece ser que los felinos van dejando allí por donde pasan unas esporas, una suerte de carta de visita y marca de territorio, que sólo son perceptibles para los otros felinos. Las mujeres y los hombres haremos otro tanto, pero nuestra ciencia es tan primaria que aún lo ignoramos y tampoco sabemos cómo llamar a esa substancia. No tratan de ella los tratados de anatomía ni de sicología. Apenas la esboza la buena literatura. Grenouille llama olor a esas esporas y aprende a conocerlas como nadie. Su error consiste en creer en la posibilidad de atraparlas y de enfrascarlas. Por ahí pierde el camino del misticismo (o el del autismo) que lo había llevado al más alto volcán en Auvernia. Siguiendo el sendero del narcisismo baja a perderse en el caleidoscopio ilusorio de Grasse, la ciudad provenzal, capital del perfume, donde acaba matando a decenas de mujeres en un intento por enfrascar su esencia y hacer con ella el perfume por el que los lugareños lo creerán un ángel.

Así, en la Provenza del siglo XVIII, Grenouille, aprendiz de perfumero, se da a la persecución de la belleza y se convierte en criminal en serie. Las razones que predisponen a Grenouille al crimen son tantas que se pierde tiempo enumerándolas. En cambio, a la razón por la cual mata una primera vez vale la pena mirarla de cerca. Tanto como a los gestos a los que se libra Grenouille para intentar captar y retener el olor, su esencia. Estos son una muestra patética de la imperfecta condición humana, sometida a esta cruel paradoja: atrapar a la belleza es perderla para siempre. No en balde uno de los muchos términos con los que se intenta dar la idea del amor es el verbo poseer. Lo poseído es, claro, como el olor de la lavanda en Provenza, tan intenso como fugaz. Y aquí los calificativos se volatilizan para burlarse de nosotros y valen tanto como nombres de perfume de duty free.

La posesión de la belleza empuja al mozo al mundo y al viejo le muestra la puerta de salida (véase Muerte en Venecia). Hay unos versos del Hombre viejo, una canción de Caetano Veloso, que lo dicen aun mejor que Thomas Mann: «La carne, el arte arde, la tarde cae al abismo de las esquinas. La brisa leve trae el olor fugaz del sexo de las meninas».

Jacques Mandelbaum, de Le Monde, ha visto en la película y en su éxito en Alemania una puesta en escena exutorio de los viejos demonios pangermánicos : «Grenouille, a su modesto nivel, ¿es otra cosa que un Hitler en miniatura? Comparte con él el gusto del crimen en serie, la violencia sin límites, la ausencia de moral, la obsesión de la pureza, la manipulación, la búsqueda del poder absoluto. El Perfume, de manera más o menos deliberada, propone una imaginería por momentos muy connotada que conecta directamente con la memoria del nazismo. Se trata de ciertas escenas de montaje horribles evocando, a través de la imagen repugnante de ratas, a los filmes de propaganda antisemita nazi, o, incluso, del osado fragmento final que expone un amasijo de cuerpos desnudos participando en una gigantesca orgía, cuadro que parece invocar, invirtiéndola, la siniestra iconografía de los campos de concentración».

Puede ser. La película, como cine industrial que es, compone un cuadro forzosamente coloriento, a diferencia de la novela, que se apega a sus propios contrastes, al ocre de sus entrelíneas. El espectador sale de la sala algo abotargado de lociones y sensaciones, dándole vueltas a una pregunta indecible: ¿Son las víctimas del perfumero más fragantes en la imaginación del lector o en la colorida pantalla? Grenouille, por su parte, muere víctima de su éxito. Literal y cinematográficamente (ojo, candidatos) se lo come la fama.

logocl 28 de junio de 2007 PDF

PS: A la Tita van las gracias, la conclusión es suya. Hubo un antepasado de este texto en este mismo blog. Pues eso, no da menos trabajo hacer una sopaipilla pasada que un picarón fresco.

21 juin 2007

Brutales las fotos

¿La víctima, será más fotogénica que el victimario?

1994

Foto de James Nachtwey

Treinta y cuatro años más tarde, el World Press Photo de 1973 por fin tiene nombre de autor. Se trata de Luís Orlando Lagos, entonces fotógrafo de La Moneda, exiliado en Venezuela y fallecido en Santiago a los 94 años, en enero de este año. La historia de la foto, la última de Allende, la contó en este diario Camilo Taufic tras la muerte de Lagos, y ese relato y otras gestiones consiguieron que finalmente la página oficial del World Press Photo fuese modificada consignando el nombre del fotógrafo, que se mantuvo anónimo y al margen de los reconocimientos por razones de seguridad en los primeros años después del golpe y luego en razón de su apego a un compromiso firmado con el New York Times.

Ahora que la imagen predominante del fotógrafo de prensa resulta ser la del paparazzo que se extenúa día tras día corriendo detrás de las aventuras y desventuras de las emprendedoras de las pistas de baile, como las llamó con acierto Roberto Merino, el reconocimiento tardío a Lagos debería ser doble o triple, por buen fotógrafo, por discreto y por recordarnos la cara más digna de su profesión.

La visita al sitio del WPP permite, además, pasar revista a las fotos ganadoras desde que el premio holandés fuera creado en 1955, conjunto de imágenes que compone una sinopsis de la historia del último medio siglo. En estas fotos suele haber tres protagonistas, el que muere, el que mata y el que toma la foto. O al menos dos, el que muere, o queda herido, y el fotógrafo, que estaba allí para contarlo. La víctima suele ser un niño, a menudo una niña. Algunas de ellas alcanzaron una cierta forma de celebridad, póstuma, como Omayra Sánchez, la niña colombiana atrapada en los escombros de una erupción volcánica en 1985. O en vida, como Kim Phuc, la niña vietnamita que corría por una carretera, desnuda, escapando del napalm en 1972. Una de cada tres fotos premiadas muestran niños muertos o sufrientes. Niños nigerianos, angoleños, somalíes, indios, afganos, paquistaníes, palestinos, chechenios, la triste geografía de las guerras y de las calamidades se revela en estas fotos. Pietás argelinas, kosovares, camboyanas o chipriotas completan el cuadro. ¿La víctima, será más fotogénica que el victimario?

¿Y por qué tanto patetismo? ¿Se justifica poner en primer plano, y premiar incluso, el martirologio del género humano, para emplear un término que nos recuerde a Clotario Blest? ¿No anestesia acaso contra el dolor ajeno su permanente exhibición? Susan Sontag, tal vez la ensayista más oportuna en materia de fotografía periodística, fue quien divulgó esta idea en su conocido ensayo Sobre la fotografía. Hacia el final de su vida, sin embargo, Sontag tuvo la entereza de corregirse a sí misma en una entrevista con Arcadi Espada para la revista Letras libres: « Las fotos brutales suponen una brutalidad previa que es necesario conocer. Con la que es necesario encararse. Una sociedad democrática debe someterse a ese tipo de ejercicios. Si no, se convierte, en cierto sentido, en una sociedad cómplice de la brutalidad ».

Por cierto, ¿dónde están las fotos de los siete niños afganos que mató este lunes 18 de junio la aviación norteamericana, so pretexto de que en su remota escuela se escondían terroristas? El bruto suele ocultar la mano y huir de su retrato.

Mirando las cicatrices marcadas a machete en la cara del ruandés protagonista del WPP de 1994, es imposible no repasar el punto más intenso del citado diálogo entre Sontag y Espada. Sontag: « ¿Sabe lo que a mí me interesa? Ruanda. El genocidio. El genocidio a cuchillo de Ruanda. La literatura es totalmente secundaria. A mí me interesa la realidad. En seis semanas, ochocientas mil personas, OCHOCIENTAS MIL PERSONAS, fueron asesinadas en Ruanda. Por su vecinos. POR SUS VECINOS. Cada una de esas personas murió de una manera individualizada, pasada a cuchillo. Mire la historia de la humanidad. Mírela fijamente: ¡le importa un rábano lo que dicen los escritores! Ruanda. ¿Sabe usted lo que es Ruanda? Ruanda es un pequeño país. Un pequeñísimo país. Y con un noventa y cinco por ciento de sus habitantes que son católicos ».

logocl 21 de junio de 2007 PDF

14 juin 2007

Footing en el Báltico

El resultado de la agitación del G-8 terminó siendo un acuerdo endeble sobre el clima, una promesa de reducción no cifrada ni obligatoria de los gases contaminantes para el año 2050

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Los mandamases de las ocho naciones más ricas del planeta, Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia, Reino Unido, Canadá, Japón y Rusia, aquéllas cuyas poblaciones superan ampliamente la encuesta Casen (salvo Rusia), reunieron su club, el llamado G-8, en un lugar de bucólico nombre, Heiligendamm, un balneario del mar Báltico, en el norte de Alemania. Petróleo, misiles y paraguas antimisiles en el menú del encuentro, así como, para sus protagonistas, footing, encuentros bilaterales y foto de familia con las primeras damas.

El país anfitrión destinó 16 mil policías y cien millones de euros a impedir que unos cuantos centenares de manifestantes se acercasen al lugar de la reunión para cuestionar la legitimidad del encuentro. Quién eligió al G-8 como gobierno planetario, preguntaban. Qué parlamento refrenda las decisiones que adopta en nombre de la humanidad. Qué contraloría fiscaliza su aplicación. A qué poder judicial cabe referirse. No aceptamos sus decisiones, decían. Not in my name. Pero los policías estaban intratables. Y los mandamases, olímpicos, distantes. Es verdad que los revoltosos anti G-8 no eran todos demócratas sufragistas y algunos de ellos parecían haberse cortado el pelo a mordiscos.

El resultado de tanta agitación terminó siendo un acuerdo endeble sobre el clima, una promesa de reducción no cifrada ni obligatoria de los gases contaminantes para el año 2050, vale decir el año de la pera, y otra promesa, otra más, de unos cuantos millones que irían a rescatar a mucha gente del fondo pantanoso de la pobreza.

Tras la cumbre, y para cambiar de asunto, George Bush decidió irse de gira por Europa, periplo que lo llevó hasta Albania, país remoto y algo abandonado por la mano de Dios, donde quiso darse un baño de multitudes. A falta de poder hacerlo en Irán o en Venezuela. El hombre más poderoso del planeta extendió sus manos, bajo la atenta mirada de sus guardaespaldas, hacia esa población maltratada por la coyuntura histórica. Que ésta, llevada por el entusiasmo del momento, sustrajera el reloj pulsera presidencial es un detalle que, probablemente, la historia de los Balcanes no retendrá. Como quiera que sea, hay quien sostiene que un solo albanés ha obtenido más de Bush que miles de norteamericanos. También es posible que varios símiles del reloj de Bush se oferten ahora mismo en los sitios de compra-venta en Internet bajo el improbable rótulo del reloj del hombre que dio la hora en Irak.

Durante la cumbre por su parte, y para no ser menos (lo que siempre duele un poco), Nicolás Sarkozy cenó en aparté con Vladimir Putín. Se presume que, a la hora de los bajativos, el servicio ruso le habrá ofrecido té, pero el líder galo, quizá recordando el caso Litvinenko, parece haber preferido el vodka. A continuación se presentó ante la prensa muy garboso pero con la lengua traposa.

Es probable que los electores franceses le celebren la gracia ofreciéndole este próximo domingo, en la segunda vuelta de las elecciones legislativas, una mayoría parlamentaria a la altura de su sed de reformas. Paradojas de la modernidad, los ciudadanos aprecian e incluso premian las debilidades de los mandamases, las que dopan sus resultados electorales. La identificación de unos con otros parece pasar por ahí. Si el prohombre es brillante (en eso no se nos parece), al menos comparte nuestras debilidades (en eso si que sí). Un ministro de hacienda de un gobierno regional belga suele aparecer en la televisión ebrio como un pirata pero en las elecciones (las últimas fueron el domingo pasado) consigue sistemáticamente una de las mayores votaciones de su cantón electoral.

Digo todo esto porque incluso quien no tiene derecho a voto, ni en las cumbres del G-8, ni en las legislativas francesas, ni en las belgas, ni siquiera en las municipales chilenas, tiene, al menos, el derecho a opinar y a manifestarse. En cambio, quienes gozan de esos privilegios, quienes pueden y deben votar, no siempre quieren. Se malacostumbran. Dieciocho millones de franceses (el 40% del electorado) se abstuvieron de votar el domingo pasado. A un abstinente de esa laya, en mi pueblo lo llaman el perro del hortelano.

logocl 14 de junio de 2007 PDF

PS: A continuación, Sarkozy se presentó ante la prensa muy garboso pero con la lengua traposa. Los adjetivos son intercambiables, también es verdad que se presentó muy traposo pero con la lengua garbosa. Patético el esfuerzo del entorno de Bush por hacer creer que el reloj no fue robado, que se perdió, apareció y se volvió a perder. Patética también la autocensura de los medios franceses frente al estado de Sarkozy. No fue el vodka, era tarde, el presidente estaba agotado, había subido las escaleras a toda velocidad para no llegar tarde a la cita con la prensa. Estaba practicando footing en el Báltico.

7 juin 2007

Edwards Bello descabezando mitos

En un país donde el arribismo es la autopista por donde vamos todos, en jeep o en citroneta, alguien que como Edwards Bello iba en la dirección contraria provocaba perturbaciones y accidentes.

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Joaquín Edwards Bello fue un escritor prolífico, un buen novelista y un mejor cronista. Publicó más de treinta libros y escribió una columna, la más leída y comentada de este diario, Los jueves de Edwards Bello, cuando la gente leía el diario día tras día y no sólo el fin de semana. Fue también un personaje controvertido, bohemio, jugador, brillante casi siempre, opaco cuando quería. En un país donde el arribismo es la autopista por donde vamos todos, en jeep o en citroneta, alguien que iba, como él, en la dirección contraria provocaba perturbaciones y accidentes.

Tras su muerte, en 1968, los ecos de su obra quedaron sonando en el limbo hasta que, en los últimos años, una magnífica novela, El inútil de la familia, de Jorge Edwards, lo trajo de vuelta a la letra impresa. También ha escrito sobre él Salvador Benadava (Faltaban sólo unas horas…) y me entero por este diario que Roberto Brodsky le ha dedicado un capítulo de la obra El asilo contra la opresión a su inveterado antisemitismo. Guy Bajoit, sociólogo belga, autor de obras leídas y estudiadas en Europa, se ha valido, en un ensayo reciente, Joaquin ou le jeu avec la marginalité, de la figura de Edwards Bello para ilustrar sus teorías. Esperemos que se traduzca cuanto antes y se difunda porque resulta notable la reunión de historia personal y colectiva que logra Bajoit apoyándose en la vida del novelista, en su calidad de contradicción viviente y en sus personajes novelescos, Esmeraldo, el Azafrán, la Chica del Crillón.

Impulsado por esa lectura, releo de una sentada Mitópolis, selección de crónicas de Edwards Bello publicadas en La Nación en los años cincuenta y sesenta, precedidas de una entrevista al autor, conjunto editado por Alfonso Calderón en 1973. Impresiona la libertad de tono y la acerada crítica a Chile, a sus mañas y manías. ¿Quién se expresa hoy con la mitad de la pertinencia y la carga crítica con la que arremetía Edwards Bello en contra de la sociedad chilena hace medio siglo? La Mistral dijo de él que Chile tenía en su persona a su “hijo más reprendedor”. Para no contradecirla, Edwards Bello afirmaba que los chilenos vivimos en las zonas más oscuras de la imprevisión: « Después de las cuchipandas: ¡Déme bicarbonato! Al caer de la primera lluvia: ¿Dónde quedaría el paraguas? ».

Alegra reencontrarse, por otra parte, con su cosmopolitismo. Se supone que Chile entonces era provincialismo puro, y el propio Edwards Bello se encarga de recordarlo cada dos líneas, pero su escritura resulta abierta y sin complejos, tanto así que el ancho mundo parece su calle y su casa. Ya en sus lecturas de infancia, Edwards Bello se muestra como un criollo mundano, tan de España y de Inglaterra -o de Brasil o de México- como lo era del entrañable Chile. No sé si hoy se pueda decir otro tanto de los letrados en boga. Algo de Norteamérica reivindican, pero en su variante Miami, y paremos de contar.

Jueves con jueves, Edwards Bello se daba a la tarea de descabezar la mitología nacional. No se salvaban ni Caupolicán empalado, ni Colo Colo insurrecto, ni siquiera Prat, ni tampoco Murieta. Ni la Quintrala, ni Manuel Rodríguez,  ni Portales, ni menos José Miguel Carrera, cuyo cráneo todavía algunos buscan y otros veneran. Nuestro cronista de los jueves no dejaba prócer con cabeza. Tenía, por suerte, buenos lectores, que respondían con bien calibradas cartas a sus columnas. E incluso contaban chistes. Doña Eugenia Urquieta, en octubre de 1956: « Un yanqui andaba buscando reliquias del pasado chileno. Un huaso diablo fue a ofrecerle una calavera de O’Higgins. El yanqui, entusiasmado, le pasó veinte dólares. El huaso pretendió repetir y llevó otra calavera chica, de niño. El gringo le preguntó: ¿Y ésa? Es la calavera de O’Higgins, cuando era guaguita ».

logocl 7 de junio de 2007

PS: Por si alguien se asoma a leer el PDF con la versión impresa de este texto, aclaro que la palabra 'poetisa' con la que el editor engalana a la Mistral no es mía, no acostumbro ofender a las señoritas.

31 mai 2007

Diálogo entre Cecilia la regia y Betty la fea

La reina del lugar común se sienta ahora en el trono de la compunción.

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« Lugar común es tu foto en el diario La Tercera », decía el pintor Eugenio Dittborn en una larga enumeración de lugares comunes de inicios de los ochenta, de cuando la prensa chilena informaba de los crímenes de Pinochet como si se tratara de crónica roja. Hoy cabría tal vez decir « lugar común es tu imagen en Youtube ».

Se me vino esto a la cabeza observando los contornos del affaire protagonizado por Cecilia Bolocco y su amante rollizo, al ver con qué rapidez, con qué ímpetu incluso un lugar privado como la terraza de una casa se convierte en un lugar común. Qué rápido que socializamos, y eso que vivimos en pleno reino neoliberal. Qué raudos, qué veloces para tomarnos la Bastilla catódica. Qué virtuosos a la hora de afilar la guillotina.

¿Qué cómo y por dónde se pasa de lo privado a lo público?, se preguntan los analistas. Por dónde va a ser, por donde siempre, por donde mismo. Por un canal. Por las cuerdas bucales, por la radio, por la tele, por Youtube. En Youtube precisamente, esa feria persa de las imágenes, donde cabe desde el best of hasta los retazos del circo catódico, hay, a este propósito, unas imágenes muy decidoras.

Se trata probablemente de un extracto de una teleserie, o de algo por el estilo. Cecilia la regia en persona le explica a Betty la fea que, en apretado resumen, el llanto no es privilegio de las deslucidas, que las regias también sufren, que a todas, estupendas como feas, les llega la hora de llorar.

El extracto citado recuerda la teleserie Los ricos también lloran, en su variante Las regias también sufren. Pobres todas, feas como regias, siempre al borde de las saladas lágrimas. Pero Betty se lleva la peor parte, porque a ella no sólo le toca hacer de fea sino también de pasmada, de crédula, y acaba vencida frente a la elocuencia de la espléndida, rendida frente a su poder de seducción.

Supongo que ahora le toca a la fea recordarle a la regia un par de verdades. Que serían, en sustancia, éstas: Te nombramos reina catódica, te alabamos y bendecimos y compramos generosamente los productos de tus auspiciadores. Ahora te pasamos la cuenta. Es bien sabido que la suerte de la fea la bonita la desea. Es bien sabido también que la televisión democratiza y degrada. Y que ambas operaciones se dan simultáneamente. No se necesita ni siquiera saber leer para enterarse de cómo viven las reinas, ni por dónde pecan. A la reina del lugar común le corresponde sentarse ahora en el trono de la compunción.

En Youtube, la feria persa de las banalidades, al introducir la palabra « Chile », desfilan paradas militares, campeonatos de peluqueros y chascarros de Don Francisco. Cecilia Bolocco, por su parte, no tarda en aparecer en la larga serie de lugares comunes, acompañada por Carlos Cardoen, Carlos Menem y Pinochet. Y el antivirus se dispara.

Y ya que estamos en Youtube, podemos poner alegre música a este asunto. Hay una canción de Caetano Veloso dedicada a un personaje de Jorge Amado, Tieta de Agreste, que dice más o menos así: « En esta tierra el dolor es grande y la ambición pequeña, nada nuevo que contar, todo el mundo quiere saber con quién usted se acuesta, nada puede prosperar ».

Para volver a Eugenio Dittborn, va siendo hora de poner también su nombre en Youtube. Aparece entonces un hombre manipulando un tambor de aceite que acaba por dejar una negra mancha en la rubia arena del desierto.

logocl 31 de mayo de 2007 PDF

PS: Tras el atracón de Youtube no hay bastante sal de fruta. Y hay más.

24 mai 2007

Votar en Venecia

Pasear en góndola o en 'vaporetto' por la laguna de Venecia o por la laguna de Aculeo no debería privar a nadie de ningún derecho, ni menos del derecho a voto

Gondola

Por enésima vez en los últimos 36 años un proyecto de ley que buscaba devolver el derecho a voto a los chilenos que viven en el exterior ha sido rechazado en el Parlamento. Veintitrés votos en contra y veinte abstenciones han podido más que los 63 votos de apoyo al proyecto. La iniciativa se quedó, así, seis votos por debajo de la mayoría cualificada requerida, no para aprobarlo sino para pasar al siguiente trámite de discusión.

Habituados a los sucesivos rechazos, esta vez los chilenos en el extranjero, algo menos de un millón según el último conteo, tenían la esperanza puesta en la aprobación de la reforma y en poder contribuir por fin a elegir a los gobernantes. Dos elementos nuevos alimentaban esa esperanza. La mayoría cualificada había sido rebajada y, sobre todo, el propio candidato presidencial Sebastián Piñera había comprometido el apoyo de Renovación Nacional a la iniciativa en sendas reuniones con chilenos, en Estocolmo y Madrid, durante la campaña presidencial de 2005.

A la hora de votar, sin embargo, otro gallo cantó en Valparaíso. « Es ilógico que quien pasea en góndola por Venecia decida quién gobernará », argumentó el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, para justificar el rechazo de los parlamentarios de su partido. Por si no se nota, la metáfora náutica de Larraín apunta al fondo del asunto.

El argumento de Larraín es impresentable. Desde luego, pasear en góndola o en vaporetto por el Canal grande y la laguna de Venecia, o por la laguna de Aculeo y el Canal San Carlos de Santiago, no debería privar a nadie de ningún derecho, ni menos del derecho a voto.

Aun así, podría ser útil conocer qué porcentaje de chilenos en el exterior ha estado alguna vez en Venecia paseando en góndola y comparar ese porcentaje con el número de amigos y asociados de Larraín que se han dado ese gusto. Los países con mayor concentración de chilenos en el exterior son Argentina, Estados Unidos, Canadá, Australia y Suecia. En todos ellos, las góndolas venecianas son tan remotas como los barcos de totora del lago Titicaca. El argumento de Larraín es, como se diría en Venecia, proprio babbèo.

Sebastián Piñera concentró en las formas sus objeciones al proyecto. Vaya formas: « ¿Cómo se va a acreditar la característica de ciudadano chileno de las personas que se quieran inscribir, cómo se va a acreditar que son mayores de 18 años cuando no tienen carné de identidad? ¿Con el carné de chofer, con una declaración, mostrando la barba los hombres o mostrando otras cosas las mujeres? ».

El razonamiento de Piñera carece por completo de vuelo y de altura, un colmo viniendo de un magnate aeronáutico. Cualquier persona que haya hecho un trámite en una oficina del registro civil en Chile, o en una oficina consular en el extranjero, habrá podido comprobar que éstas disponen de información completa y actualizada. Nadie necesita bajarse los pantalones para obtener un certificado de nacimiento o un pasaporte, como supone o quisiera Piñera. ¿Por qué tendría que ser otro el caso, tratándose de emitir el sufragio?

Aparte, claro está, de los apabullantes resultados que obtuvieron a la sombra de Pinochet en consultas y plebiscitos entre 1978 y 1981, la última victoria electoral de Renovación Nacional remonta a cincuenta años atrás, cuando las micros se llamaban góndolas y los predecesores de Larraín y Piñera se llamaban conservadores y liberales y apoyaban a Alessandri Rodríguez. Los tropiezos del Transantiago les harán sentir que la victoria está cerca y que aquéllos que están lejos, impedidos de ejercer sus derechos, son parte del enemigo al que hay que batir. Tardan en entender que se puede ganar una elección contra la gente (todo se puede), pero cuesta.

No sé cuán lejano estará el día en que los chilenos del extranjero puedan votar. Espero, sí, que cuando ese día llegue voten masivamente. Y que los chilenos de Venecia, no son muchos pero alguno hay, también vayan a votar. En góndola, por supuesto.

logocl  24 de mayo de 2007 PDF

PS: Sobre este mismo asunto, hay varios comentarios repartidos por aquí, por ahí y por allá. También he escrito antes tres columnas, 1, 2 y 3. No es que esté obsesionado con el voto, es que me encanta votar. Incluso ya he sido candidato. Lo más duro de la campaña fue intentar convencer a mi señora de que votara por mí. No la convencí. Peor aún, levantó su propia candidatura.

17 mai 2007

El lonco en internet

Pobre lonco. No sólo se aburre en las inauguraciones, además lo insultan.

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Hoy es jueves 17 de mayo, día internacional de internet. El domingo fue del día de la Madre y el lunes el de San Isidro labrador (pon el agua y quita el esmog). Qué semana.

Al Gore visitó Chile y pareció conseguir en unas cuantas horas lo que no han podido hacer en años sequías e inundaciones, alertas ambientales y neurastenia canicular. A esta hora Gore ya estará lejos, organizando un macroconcierto en lejanas macrociudades, mientras la carrera de los negocios derivados del calentamiento global comienza atropelladamente. Si los bosques desaparecerán de todas maneras, por qué no aprovechar cuanto antes tanta riqueza, se dicen los inversionistas. La antigua fiebre del oro se convierte en la fiebre del agua. El capitalismo tiene eso de impulsivo y está que se abre la temporada de saldos en materia de recursos naturales.

El último capricho de turista nuevo rico es ir a ver el deshielo en Groenlandia. Debe de provocar una especie de embeleso frío contemplar el derretimiento de los polos. Por su parte, la población china, aprovechando el tirón del 10 % de crecimiento económico anual, recomienza a reproducirse. La barrera del primer hijo, impuesta por la magistratura post-maoísta, se viene abajo y los chinos, encabezados por la elite de los negocios y del espectáculo, van a por el segundo, pasándose por la cola del dragón la norma del hijo único. 10 % de los orientales acomodados ya tiene una media de tres hijos. Dentro de 25 años, los chinos serán 1 500 millones, cien veces la población chilena actual.

Otra curiosidad de la semana, la foto que ilustra esta columna o el uso que de ella se ha hecho. La imagen fue tomada en la ceremonia de inauguración del hospital de Puerto Saavedra, bautizado con el nombre de Arturo Hillerns, médico de 29 años desaparecido en Temuco tras el golpe de Pinochet. Más allá de la indumentaria, de sus absolutos y de sus intermedios, llama la atención ver dónde mira cada cual y, sobre todo, cómo mira cada uno. El lonco anciano, la machi, el representante político del pueblo mapuche, el probable guardaespaldas, los funcionarios, las siete personas-personaje de la foto hablan con los ojos. Hablar, habla Michele Bachelet. Y la manera cómo cada cual la escucha es elocuente.

La foto ha circulado por internet en calidad de chiste, haciendo notar un supuesto parecido entre el anciano lonco y Pinochet. Pobre lonco. No sólo se aburre en las inauguraciones, además lo insultan. Eso sí, le han puesto unas boleadoras en las manos, y no le costaría mucho enredarlas en el pescuezo de alguno de los chistosos. En Italia, sin ir más lejos, un regidor al que trataron de Pinochet llevó a los injuriantes ante la justicia y ganó el juicio.

Las últimas dos curiosidades de la semana son detalles, pero no por eso desmerecen. Serbia parecía haberlo perdido todo tras la guerra de los Balcanes, pero ha acabado ganando nada menos que el festival de la canción de Eurovisión. Poco importa que se haya impuesto con un avatar de Betty la Fea cantando una canción de la época de la revista Ritmo. La victoria tiene su alcance geoestratégico porque la ha conseguido con los votos de los mismos países que Serbia bombardeó a conciencia.

Y alguien habrá hecho un descubrimiento que tampoco deja de tener su alcance, y es que aumentan las posibilidades de llegar a prócer teniendo una mujer que se llame Cecilia. Es el caso de Sarkozy y de Menem. Aunque luego Cecilia no vote necesariamente por el prócer.

A todo esto, qué será de la Pequeña Gigante. Según la prensa islandesa, la marioneta anda, en estos días, por las calles de Reykjavik, en Islandia, una tierra tan fría como Groenlandia. Al ritmo que va el cambio climático, ¿cuánto tiempo tardará Islandia en poblarse de cocodrilos, de reinas de belleza y de narcotraficantes?

logocl 17 de mayo de 2007 PDF

10 mai 2007

Innato Sarkozy

Tienen razón los ácratas cuando dicen que si las elecciones sirvieran para mejorar la situación, hace tiempo que estarían prohibidas. Tienen razón, pero la tienen a medias. Mírese el caso de Francia. No era seguro que el resultado de las elecciones mejorara la situación. Lo seguro era que podía empeorarla. Y no ha tardado en hacerlo.

La victoria de la derecha francesa recuerda la magnitud del rechazo del electorado galo al tratado constitucional europeo en 2005, resultado que permitió a Nicolás Sarkozy reintegrar el gobierno francés y conducir a su bando al actual continuismo tras los dos mandatos presidenciales de Jacques Chirac. “Francia es un viejo país de derecha”, solía decir François Mitterrand, el único socialista que ha conseguido ganar unas elecciones presidenciales durante la Quinta República.

Tanto así que Nicolás Sarkozy ha conseguido acceder directamente a la presidencia desde el ministerio del Interior, presentando un programa del tipo “A Dios rogando y con el mazo dando”, afirmando que la pedofilia es innata, tanto como la propensión al suicido. Y que Francia no debe avergonzarse de su pasado, porque no fue ella quien inventó la solución final. No parece mucho predicamento para el país de las luces y los derechos humanos. Y, sin embargo, con un credo elemental como ése ha obtenido la mayor votación de la derecha en las últimas décadas.

Duro para una izquierda que pierde en todos los terrenos, comenzando por las mujeres y los tradicionales bastiones obreros. Lejos también de las barriadas laboriosas, Sarkozy se ha ganado conspicuos adeptos en el campo de los llamados nuevos filósofos, que han encarrilado su reconversión ideológica a la sombra del prócer innato. Todos son aplausos por el momento para Sarkozy, comenzando por los de Blair, quien ha querido resarcirse de su derrota en las elecciones locales escocesas colgando en Youtube una felicitación en francés para la nueva cabeza del Estado francés.

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Fortalecido por tanto apoyo, Sarkozy se propone llevar adelante una política europea excluyente, haciendo hincapié en el rechazo a la pretensión turca de acceder a la Unión como miembro pleno. Su primer desplante será entonces intentar enviar a Turquía, que golpea a las puertas de Europa buscando consolidar la democracia y mejorar las condiciones de vida de su población, a Asia Menor, de donde nunca, según él, debería haber salido.

También quiere Sarkozy enviar a Mayo del 68 al retrete de la historia, culpando a la trifulca parisina de hace cuarenta años de la decadencia de la escuela como institución republicana. Es posible que con ese anatema haya cosechado unos cuantos votos de profesores, que últimamente llevan la autoestima por las rodillas y, sobre todo, de padres y apoderados que esperan que un golpe de autoridad magistral convierta a sus querubines, pasablemente intoxicados de Internet y de tele, en seres inteligentes, sensibles y trabajadores.

Daniel Cohn-Bendit, líder de la revuelta estudiantil y hoy diputado europeo verde franco-alemán, le ha recordado a Sarkozy que la escuela republicana tenía antes del 68 como misión preparar a los hijos de los campesinos a la sociedad industrial, lo que está bastante lejos de ser hoy el caso. El verdadero horror sarkozysta frente a Mayo del 68, ha dicho Cohn-Bendit, aparece ante la autonomía de las mujeres, quienes, en los años sesenta, debían pedir permiso a sus maridos para abrir una cuenta bancaria.

Más allá de Francia, hay una larga lista de elecciones cuyos resultados están a la espera de empeorar situaciones. Chile está “al aguaite”. Los chilenos del extranjero llevan 36 años intentando participar en ellas. Las voces pesimistas auguran que tal vez deban esperar otros tantos para poder aportar con sus votos. Las optimistas, por su parte, afirman que, por esos entonces, la situación habrá empeorado suficientemente por sí misma.

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PS: Me gustaría no volver a escribir sobre Sarkozy durante los próximos 36 años, pero me temo que pronto le sobrevenga un ataque a alguna víscera derecha y no haya manera de evitarlo. Por lo pronto, el hombre se ha ido a celebrar su victoria sobre un yate de su riquísimo amigo Vincent Bolloré. La vergüenza cubre Francia, ironiza Hervé Le Tellier, Bolloré alcanza apenas el lugar 451 de la clasificación mundial de millonarios.

3 mai 2007

Un asomo de Napoleón y nada de Sócrates

A la hora de elegir, los franceses parecen preferir los sobredimensionados egos napoleónicos a los mesurados socráticos

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A tres días
de la segunda y definitiva vuelta de la elección presidencial francesa, los sondeos anuncian una victoria relativamente holgada para el candidato de la derecha, Nicolás Sarkozy, frente a la candidata socialista, Ségolène Royal. Los sondeos pueden equivocarse, y se equivocan. Pero, a la espera del impacto del debate televisivo de anoche, la distancia que separa a los dos contendientes es mayor que el margen de error que los sondeos consienten.

Hijo de un emigrante húngaro, Nicolás Sarkozy ha trepado por los peldaños de la pirámide republicana con la misma velocidad con la que habla y gesticula, beneficiándose de la sombra protectora de sus padrinos políticos Jacques Chirac y Charles Pasqua y, al mismo tiempo, presentándose como el delfín que los mandará al limbo político, ahí donde la justicia no pueda cobrarles viejas cuentas pendientes. Es así como siendo Sarkozy ministro del interior del actual gobierno, no tiene escrúpulos en presentarse como una encarnación del cambio. Manejando una hábil combinación de autoritarismo y republicanismo en dosis variables y copando porfiadamente los medios, en particular la televisión, con su imagen ultra móvil, Sarkozy es lo más parecido a George Bush de todo cuanto se mueve por las pantallas. La figura resultante no convence, pero al menos contenta a muchos franceses.

La relación de Sarkozy con la prensa está enturbiada por su amistad con los dueños de los principales grupos de prensa galos, la que le ha permitido más de una vez usar su influencia para bajar el perfil de asuntos de dudosa estofa y desigual valía. Le Canard enchaîné, uno de los pocos periódicos que vive de los lectores y no de la publicidad, publicó en 2004 una investigación sobre la relación estrecha entre Sarkozy y un grupo inmobiliario activo en la región de la cual ha sido alcalde durante años. 

Rompiendo con una tradición republicana de separación de la esfera personal y pública, Sarkozy no ha dudado en mostrar abundantemente en la prensa ilustrada su relación con su mujer, Cecilia, una de sus consejeras en materia de imagen. Sin embargo, cuando el semanario Paris-Match publicó en 2005 unas fotografías de Cecilia Sarkozy con su supuesto amante, la cabeza del director del semanario rodó gritando “Sarkozy fue”. La última víctima ha sido esta semana un traductor kamikaze de la cadena France 2 en Nueva York, quien se concedió el placer de transformar la frase del candidato “Invito a los franceses a unirse a mi candidatura” en “Invito a los franceses a unirse a mi ego sobredimensionado” (my inflated ego).

Y es que en materia de egos, a la hora de elegir los franceses parecen preferir los sobredimensionados napoleónicos a los mesurados socráticos. Algo hay de Napoleón en el cuerpo de Sarkozy, comenzando por la talla. Y siguiendo por la ambición desmesurada. El filósofo Michel Onfray cuenta de esta manera su encuentro reciente con el candidato, por encargo de la revista Philosophie magazine: “Sarkozy nos confiesa que nunca ha oído nada más absurdo que la frase de Sócrates ‘conócete a ti mismo’. Esta confesión me deja helado, por lo que muestra de quien la profiere. ¿Entonces este hombre considera huero el conocimiento de sí mismo? ¿Este aspirante a conducir el destino de la nación francesa cree que conocerse a sí mismo es una iniciativa vana? Me echo a temblar ante la idea de que, en los hechos, la fragilidad psicológica pueda gobernar al encargado de reinar desde la cima del Estado sobre todos nosotros”. La sanción de Onfray es implacable: Sarkozy es “demasiado débil para concederse el lujo de una introspección o darse a la tarea socrática sin miedo a encontrar en esa caja negra el triste cadáver de su infancia”. Y ese hombre que se niega a mirarse a sí mismo será, de ser elegido este domingo 6 de mayo como predicen los sondeos, el depositario del fuego nuclear.

logocl 3 de mayo de 2007  PDF

26 avril 2007

El niño y el toro

Con una ayudita de la socialdemocracia, la humanidad ha conseguido extraer a los niños de las minas y ponerlos en las escuelas. De donde no ha conseguido bajarlos es de los escenarios. Ni sacarlos de los estadios. Ni de las plazas de toros. Por la memoria reciente corre todavía aquel niño desnudo entre los equilibristas de un circo de provincia. O llora la nadadora ucraniana, a quien su padre y entrenador propinó una paliza en los últimos mundiales de natación por no haberse clasificado para las semifinales.

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A ellos se suma ahora el niño torero Jairo Miguel, quien recibió el domingo pasado una cornada en la plaza de toros de Aguascalientes, en México, a una semana de haber cumplido catorce años. El puntazo le abrió el pecho y se quedó a dos centímetros de la aorta. Por fortuna, el torero niño se recupera, Virgen de los Milagros mediante, en el hospital de la ciudad.

Hijo de torero, su padre se vino muy joven a hacer la América. A México. Allí toreó, se casó, y no volvió a España hasta que el terremoto del 85 le echó abajo la casa. Andando los años, en 1993, en Cáceres, nació Jairo Miguel. El niño creció entre las patas de los toros, bestias a las que aprendió desde muy niño a desafiar. Como en España la ley prohíbe a los niños torear antes de cumplir 16 años, su padre se lo llevó a México. A los doce años se puso por primera vez el traje de luces. Un año después recibió su primera cornada, que le rompió la muñeca pero no le impidió seguir toreando hasta cortar rabo. En casi dos años en los ruedos mexicanos, Jairo Miguel ha matado 25 toros.

El domingo de la grave cogida en Aguascalientes toreaban también otros dos toreros menudos. Que un niño se ponga frente a una bestia de 400 kilos y la maree a punta de verónicas es gran atracción y aumenta el aforo. El más joven de entre los toreros de México tiene nueve años. Con su altura, se queda por debajo de los cuernos de la bestia.

El torero niño puede parecer una figura extemporánea, directamente sacada de las cavernas junto a su minotauro ensangrentado y, sin embargo, resulta ser perfectamente contemporánea. El y otros adelantados de la sociedad del espectáculo son sólo la cara visible de un ejército de esforzados púberes que se desloman a diario esperando turno para saltar cuanto antes a los estudios de televisión, a los céspedes de los estadios y a la arena de los ruedos.

Tal vez se pueda discutir hasta cuándo se es niño y se pueda también matizar en cuanto a que todas las criaturas no pierden los dientes de leche al mismo tiempo. Más difícil resulta negar, en cambio, que se necesitan unas normas comunes. No se trabaja con menos de tantos años. Pero ya se sabe que hecha la ley, hecho el atajo.

De tal manera que los niños que se pasan horas o incluso días esperando a ser contratados en los estudios publicitarios, trabajan. El candoroso niño que quiere ir a “hacer” donde el vecino, en el anuncio de papel confort, está trabajando, aunque no lo parezca. Los futbolistas impúberes, que entrenan varias horas cada día, juegan tal vez pero sobre todo trabajan. El boliviano Diego Suárez tiene 14 años y un récord, el de ser el futbolista más joven que haya disputado un partido de la Copa Libertadores de América. El doble de los años que tiene el niño brasilero Bruno Pellegrino, recientemente contratado por el Santos de Brasil. Detrás de estas figuras se esconde la faena de miles de niños anónimos.

Paradojas de la modernidad, nunca antes en la historia de la humanidad, con una ayudita de la socialdemocracia, eso sí, tantos niños han podido disfrutar de la niñez y, sin embargo, casi todos quieren convertirse cuanto antes en adultos. Lolita le va ganando la partida a Peter Pan.

No anda lejos un toro bravo. Y no todos los niños son duchos en el arte de la verónica.

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19 avril 2007

Sexo, dinero y calcetines rotos

El mundo puede ser un lugar muy injusto. Piénsese en el pobre Paul Wolfowitz. Por fidelidad con su amigo, George Bush, Wolfowitz aceptó hacerse cargo de la presidencia del Banco Mundial, pega durísima allí donde las haya. Como la prioridad del Banco Mundial es combatir la pobreza, la primera medida de Wolfowitz, apenas entró en funciones, fue poner a su novia al abrigo de la pobreza, asignándole un sueldo de 200 mil dólares al año. Y como los lectores tenemos dificultades para representarnos tal cantidad de dinero, en este punto las agencias de noticias nos ayudan agregando que ese monto supera al salario anual de la secretaria de Estado norteamericano Condolezza Rice.

Desde que se puso a la cabeza del Banco Mundial, otra prioridad de Wolfowitz ha sido la buena gobernanza. No basta con que los países pobres sean bien gobernados. Si quieren recibir fondos del Banco Mundial, éstos deben beneficiarse además de una buena gobernanza. “Gobierno” y “gobernanza” quieren decir más o menos lo mismo, pero “gobernanza”, en el vocabulario del Banco Mundial, introduce un matiz según el cual resulta impresentable meter mano en las arcas fiscales o subirle el sueldo a la novia. Lo de la gobernanza vale principalmente para los gobiernos africanos (nadie reclama buena gobernanza a los escandinavos, basta con que tengan un gobierno decente), y Wolfowitz se encarga personalmente de reclamarla.

Para hacerlo, Wolfowitz no ha dudado en rodearse de fieles seguidores, además de su novia, a los que no ha tenido que ir a buscar muy lejos, puesto que el Pentágono y la Casa Blanca quedan en el mismo barrio. Neoconservadores, miembros del Opus Dei y otros cremosos de la crema del conservadurismo privatizador mundializado han llegado con Wolfowitz a la cumbre del Banco Mundial a imponer sus maneras. Para hacerse sitio en esas altas esferas, en apenas dos años han puesto en la puerta a siete vicepresidentes del Banco.

Y no se crea que el Banco Mundial está inmovilizado a causa del affaire Wolfowitz y del sueldo de su novia. La prensa titula que un reciente informe del Banco Mundial apunta que el número global de pobres cayó en 21 % entre 1990 y 2004. Atención al adjetivo “global”. Que el número de ex pobres sea un número “global” hace del monto un asunto redondo. En tanto que casi mil millones de personas sigan instaladas en la pobreza extrema, malviviendo con menos de un dólar diario, que más de 10 millones de niños menores de cinco años mueran cada año a causa de enfermedades que se pueden prevenir, que en África negra la esperanza de vida haya caído desde los 49 a los 47 años desde 1990, son sólo la otra cara de la misma noticia.

Por su parte, los palestinos afirman que el Banco Mundial financia la construcción del muro de ocho metros que los separa de Israel. Pese a que, en 2004, la Corte Internacional de Justicia ordenó echar abajo el muro y compensar a las comunidades afectadas, la construcción de la pared continúa aceleradamente. En Uzbekistán, los fondos del Banco Mundial no tardaron en ser desbloqueados apenas el gobierno uzbeco aceptó la instalación de tropas norteamericanas en su territorio.

Wolfowitz  La asociación de empleados y el consejo de administración del Banco Mundial piden la cabeza de Wolfowitz. Pero ésta no caerá mientras la sostenga George Bush, para quien Wolfowitz concibió la teoría de la guerra preventiva, de tan exitosa aplicación en Irak. Y mientras se mantenga el acuerdo que pone a un norteamericano a la cabeza del Banco Mundial y a un europeo a la del Fondo Monetario Internacional, Paul Wolfowitz, el mismo que se presentó en una mezquita turca con los calcetines agujereados y el pantalón manchado, el mismo que aparece en Fahrenheit 9/11, de Michael Moore, peinándose « con escupito », seguirá plantando cara a las injusticias del mundo. Pobre banquero rico.

logocl 19 de abril de 2007 PDF

PS: Un par de comentarios por aquí. Y más información por allá.

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