Buena pregunta la de saber cuándo comienza uno a añorar o a idealizar su infancia. Y a poner distancia con la infancia de los que ahora son niños.
Me llega, vía Enrique, un power point que circulará entre gente que tendrá mis años:
De niños andábamos en autos que no tenían cinturones de seguridad ni bolsas de aire.
Cuando andábamos en bicicleta no usábamos casco.
Tomábamos agua de la manguera y no de una botella de agua mineral.
Salíamos a jugar con la única condición de regresar antes de que oscureciera.
No teníamos celular. Así que nadie podía
ubicarnos. Impensable .
No
teníamos playstations ni juegos de vídeo. Teníamos
amigos.
Nos subíamos a la bicicleta o caminábamos hasta
la casa de un amigo y salíamos a jugar.
¡Ahí, afuera! ¡En el
mundo cruel ¡Sin un guardián! ¿Cómo hacíamos?
Tampoco me faltan a mí razones para añorar mi propia infancia, ni la leche al pie de la vaca de mi abuela, ni la vecina que pasaba al pie de la ventana cantando Corazón de melón. Con todo, prefiero evocarla probando traducir esta canción infantil de Chico Buarque, João e Maria, cantada en el tiempo de los juegos, un tiempo que cubre presente y pasado, el tiempo del 'ahora yo era'.
Agora eu era o herói e o meu cavalo só falava inglês. A noiva do
cowboy era você além das outras três. Eu enfrentava os batalhões, os
alemães e seus canhões, guardava o meu bodoque e ensaiava o rock para
as matinês.
Agora eu era o rei, era o bedel e era também juiz. E pela minha lei
a gente era obrigada a ser feliz. E você era a princesa que eu fiz
coroar, e era tão linda de se admirar que andava nua pelo meu país.
Não, não fuja não, finja que agora eu era o seu brinquedo, eu era o
seu pião, o seu bicho preferido. Vem, me dê a mão, a gente agora já não
tinha medo. No tempo da maldade acho que a gente nem tinha nascido.
Agora era fatal que o faz-de-conta terminasse assim. Pra lá desse
quintal era uma noite que não tem mais fim. Pois você sumiu no mundo
sem me avisar e agora eu era um louco a perguntar o que é que a vida
vai fazer de mim ?
Ahora yo era el héroe y mi caballo sólo hablaba inglés. Tú eras la novia del vaquero, tú y las otras tres. Yo me enfrentaba a los batallones, a los alemanes y a sus cañones, guardaba mi bodoque y ensayaba un rock para la matiné.
Ahora yo era el rey, era el bedel y era también el juez. Y dictaba una ley que obligaba a la gente a ser feliz. Y tú eras la princesa que mandé coronar. Y eras tan bonita de admirar que andabas desnuda por mi país.
No, no te escapes, finje que ahora yo era tu juguete, yo era tu trompo, tu
animal favorito. Ven, dame la mano, ahora no teníamos miedo. Ni siquiera habíamos nacido cuando era
el tiempo de la maldad.
Ahora era fatal que
el tiempo de los juegos acabase así. Más allá del patio había una noche que
no termina nunca. Porque desapareciste del mundo sin avisar y ahora yo era un loco preguntando qué va ser de mí.