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Camino de Santiago

29 mars 2016

El basurero

Un tipo decidió una noche matarse. Y se mató, abrazado al ordenador. En el ordenador fue dejando el historial de sus decisiones: A la medianoche arrojó su vida profesional al papelero. A las dos, sus vida administrativa. A las cuatro, su vida sentimental. Al alba, arrojó lo que quedaba por la ventana.

Le dije a un amigo que tenía que escribir una novela con esta historia pero no me hizo caso. Así que tengo que contarla yo, aprovechando que la he recordado con el cuento del kamikaze del aeropuerto de Bruselas, ése que escribió su testamento en el ordenador y, antes de partir al aeropuerto o a al metro para matar y matarse, lo arrojó al basurero.

Qué basura.

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26 mars 2016

El terrorista runner

Salah Abdeslam asoma al quicio de la puerta de la casa en que se esconde, ve al grupo de policías a su derecha y echa entonces a correr hacia la izquierda. No es la suya una carrera desbocada, sino un trote vivo, a ritmo de runner.

La escena tiene un punto absurdo, cómo no. Tras cuatro meses de persecución, el terrorista más buscado de Bélgica se da de cara con sus perseguidores y se aleja al trote. Como si estos fueran a consentírselo. Como si a la vuelta de la esquina se le abriesen las puertas de la libertad. Su carrera es probablemente un movimiento reflejo, como el de un ave de corral decapitada. Como sea, no dura casi nada, dos o tres pasos apenas, hasta que una detonación la corta en seco.

En las horas que siguieron a los atentados terroristas de París, la hipótesis de que uno de los hechores no cumplió con su parte prevista en la masacre fue abriéndose paso. Cuando se confirmó que Abdeslam con la ayuda de un par de cómplices regresó a Bruselas, a su propio barrio, la noche misma de los hechos, esa idea cobró más fuerza. 

La expusimos aquí, cruzando varios elementos: los términos de la reivindicación del Estado islámico, las imágenes de Abdeslam en una gasolinera camino de Bruselas, la aparición de un cinturón de explosivos en un basurero en París. Contrariamente a su hermano Brahim, hombre-bomba consumado en París, Salah Abdeslam se había arrepentido, en el sentido de que había llegado a París cargado de explosivos a saltar por los aires y había salido de París huyendo con la cola entre las piernas. 

Tras cuatro meses en los que probablemente se vio obligado a cambiar de escondite varias veces —al menos de dos de ellos parece haber podido huir en el momento de la llegada de la policía, por los techos en un caso, aprovechando una mudanza, en otro—, su detención con vida y su posterior confrontación a la justicia podría permitir alcanzar el establecimiento de la verdad: qué pasó con él en París, qué hizo y qué dejó de hacer. 

Una vez detenido e interrogado, sin embargo, resulta evidente para el observador ,tanto como para el propio Abdelsam y su abogado, que esa versión, la del arrepentido, pasa a ser también su mejor línea de defensa. Si se arrepintió antes de pasar al acto, su culpabilidad se limitaría a una eventual participación en la preparación de los atentados.

Así, incluso si la hipótesis del arrepentimiento es verdadera, esa verdad, convertida en estrategia procesal, se convierte en una verdad espuria.

24 mars 2016

El taxista

«Los terroristas llegaron ayer al aeropuerto en taxi. La policía ya habrá entrevistado al chofer. A ver qué medio será el primero en hacerlo», escribí ayer en Twitter.

Luego me enteré de que el taxista en cuanto vio las fotos de los presuntos terroristas en la web, un par de horas después de los bombazos, los reconoció y corrió a hablar con la policía. Su testimonio permitió encontrar rápidamente una maleta que los yihadistas había dejado cargada de explosivos en el aeropuerto y hacerla explotar bajo control, sin causar más víctimas.

El taxista explicó que había sido enviado por su empresa a recoger a unos pasajeros que querían ir al aeropuerto temprano por la mañana del martes 22. Habían pedido una combi porque eran tres y llevaban equipaje. La empresa de taxis no tenía en ese momento una disponible y envió un auto estándar. Los pasajeros intentaron meter las cinco maletas que querían transportar en el maletero. Sólo cupieron tres y optaron por dejar las otras dos. 

«Dice el taxista que llevó a los kamikazes al aeropuerto que estos querían llevar cinco maletas. Por suerte en el maletero sólo cupieron tres», escribí un poco más tarde, también en Twitter. «Y que como iban justos de pasta, no pudieron coger otro taxi para llevar las otras dos maletas», respondió un lector.

No es fácil en Bruselas coger un taxi, más aun en un barrio periférico. Los taxis se llaman, salvo que se esté en una estación, en cuyo caso se hace la fila. Ante la eventualidad de volver a llamar para tratar de obtener otro y esperar media hora más, los yihadistas optaron por dejar de lado dos maletas cargadas de explosivos y contentarse con llevar tres.

El taxista también explicó que una vez en el aeropuerto quiso ayudar a sacar el equipaje del maletero, pero los pasajeros se lo impidieron. No le dio más importancia al detalle. Tampoco a que ellos llevaran una mano enguantada

El taxista quiere mantener el anonimato. No habrá, por ahora —hay que confiar en la perseverancia del gremio— entrevista de prensa. La mayoría de los taxistas de Bruselas son extranjeros o de origen extranjero. Muchos son iraníes. 

La colaboración del taxista en la identifición de la maleta abandonada probablemente haya salvado unas cuantas vidas. Y es posible incluso que alguna vida se haya salvado por el tamaño del maletero.

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11 mars 2016

El kamikaze ferpecto

Hablando de Pavese, decía Savater que el auténtico suicida decide primero matarse y luego busca algún pretexto para darse valor. La idea es interesante pero pienso en mis amigos suicidas y no puedo darle la razón, o no del todo.

Tampoco si nos fijamos en los kamikazes al uso, en esos que saltan por el aire en nombre del califato. No creo que quieran matarse de por sí, como dirían en México. Probablemente el chute de adrenalina que la violencia propicia sea más fuerte que el miedo a la muerte, y allá van.

En febrero, en un vuelo entre Mogadiscio y Yibuti, en el Cuerno del África, un terrorista activó la bomba que cargaba, provocando el resultado que se aprecia en la imagen:

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La explosión abrió un boquete en el fuselaje del avión, por donde salió disparado el terrorista. Tras lo cual el avión dio la vuelta y regresó al aeropuerto de salida, con la tripulación y los pasajeros sacudidos pero indemnes. ¿Cómo fue que el kamikaze, un maestro de escuela coránica, miembro del grupo terrorista Al Shabab, logró matarse únicamente a sí mismo? Misterios de la física.

Se podría creer que el kamikaze somalí es el kamikaze ideal porque al final de su acción, y el resultado es lo que cuenta, hay un kamikaze menos.

En los atentados de París del 13 de noviembre de 2015 parece claro que algo falló para los yihadistas en el primero de la serie de cuatro ataques previstos, el del Estadio de Francia. Como se recuerda, esa noche se jugaba allí un partido amistoso entre las selecciones de Francia y Alemania. Dos terroristas armados de cinturas explosivas intentaron entrar en el estadio con la intención de provocar una masacre. Un tercero esperaba el aflujo de la multitud en fuga en una boca de metro cercana.

El plan falló porque los terroristas no pudieron entrar en el estadio y los tres kamikazes saltaron por los aires en las inmediaciones de las puertas de acceso al recinto. Uno solo consiguió arrastrar a la muerte a un paseante.

Se podría considerar que los otros dos, que murieron sin lograr matar a nadie, representan sendos ejemplos del kamikaze ferpecto, del que sólo consigue matarse a sí mismo.

Pero no hay tal, desde luego. Le Monde publicó recientemente el testimonio de una familia que se encontraba junto al estadio esa noche infausta. Uno de los kamikazes explotó a unos metros de ellos.

Traduzco parte de su relato: «(Tras la explosión) caminamos sin rumbo. Compramos agua para limpiarnos. Nos mirábamos unos a otros. Estábamos cubiertos de una sangre que no era nuestra, de trozos de carne del tipo que había explotado, en la cara, en la ropa, en el pelo. Estoy segura de haber tragado alguno».

A ver cómo les expone alguien a ellos la teoría del kamikaze ferpecto.

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La actualidad actualiza a su manera este mensaje. Y hoy es 11-M.

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Para Holmess, por la paciencia.

6 mars 2016

Tarde de lluvia en el museo de Tintín

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Tarde de domingo en el museo Hergé —entrada libre. El museo ya lo he descrito antes, así que a lo que voy.

La sala que reconstituye el salón de Hergé. En un muro, una amplia biblioteca y discoteca. Jung, Bachelard, Montherlant. Entre los discos, Satchmo, Maxime Nightingale, Pink Floyd. 

En el otro muro, siete cuadros. Un Bochner, un Alechinsky (dedicado «à Hergé, source d'images»), un Dubuffet.

Me siento en un rincón a observar qué hace la gente. A la izquierda la biblioteca, a la derecha la pinacoteca.

Hay quien entra y vuelve en seguida sobre sus pasos. La mayoría comienza por darle una mirada opaca al muro de los cuadros y se acerca en seguida a observar las carátulas de los discos y a leer los lomos de los libros. Una persona va y lee la lista con el nombre de los cuadros y sus autores. Pero en veinte minutos —durante los cuales habré visto pasar a varias decenas de visitantes— nadie se acerca a mirar los cuadros. Ni con detención ni sin detención.

Ya sé que veinte minutos no son nada, que se trata de un museo de historietas, que la gente ha ido a pasar el rato —como yo— y no a ver pintura abstracta, que no hay conclusión alguna que extraer en una tarde de lluvia un domingo de marzo. 

Aun así, la próxima vez que alguien me hable de la preeminencia de la imagen en la cultura contemporánea le diré lo que por lo demás me paso el día diciendo: mira, depende...

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27 février 2016

Dos titanes

Conocía la historia de Prometeo, el titán que quiso hacerse con el fuego y pagó su osadía con una condena atroz. No sabía —o lo supe alguna vez y lo olvidé— que ese suceso es parte de un relato mayor. Lo cuenta Platón en uno de sus diálogos, Protágoras y los sofistas.

Como los dioses se aburrían en su mundo ferpecto, decidieron crear a los mortales, a los hombres y a los animales, a ver si les alegraban un poco la vida. Una vez creados los moldes, encargaron a dos titanes hermanos, Prometeo y Epimeteo, terminar el trabajo y dar vida a los modelos. Prometeo, cuyo nombre significa «el que piensa antes», aceptó que su hermano Epimeteo, cuyo nombre significa «el que piensa después», se encargase de repartir los dones. Así hizo hasta que al momento de dotar al ser humano de algún don, tardo como era, Epimeteo se dio cuenta de que ya no quedaban.

Para remediar lo mal obrado por su hermano lerdo, Prometeo robó el fuego y el arte a los dioses y se lo entregó a los hombres. Zeus lo castigó atándolo en lo alto del monte Cáucaso, donde día tras día un águila le devora el hígado. Por las noches, el hígado se reconstituye, de manera que la condena sea eterna.

Los mitos suelen dar de sí a la hora de traerlos al presente. Tal vez para eso estén. Nuestra época ha acuñado un palabro para señalar la máxima de las virtudes, el don supremo: la proactividad. El hombre de hoy ha de anticipar los acontecimientos para tener el control de las situaciones: programar, actuar y evaluar para volver a programar, actuar y evaluar y así sucesivamente, en un bucle recurrente y espiralado hacia la cima. Cima donde está encadenado Prometeo, con el hígado hecho polvo. Porque Prometeo, no hace falta decirlo, es proactivo, tanto como su hermano Epimeteo es reactivo: la realidad va por delante de él y él va detrás, intentando acomodarse como puede.

La paradoja es que el relato mítico invierte los papeles y pone al reactivo Epimeteo manos a la obra, mientras que al proactivo Prometeo lo condena a reaccionar. Por mor de la fraternidad, probablemente, o de la mera contigüidad. Porque el individualismo más radical se topa a menudo con los lazos de sangre y con la mera limitación del espacio: si tu hermano decide volarse los sesos, o tu vecino, allá él; mientras no te salpique, claro (y sobre este detalle tratará la próxima entrega de este blog).

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Piero di Cosimo, Prometeo plasma l'uomo, 1515 - 1520

22 février 2016

Adso y el baobab

Lo estaba leyendo un amigo muy querido que decía divertirse mucho con esos monjes memorables. Así fue como yo también leí El Nombre de la rosa, a pesar de que por esos entonces mi religión me impedía leer best sellers. El sábado, en cuanto supe que había muerto su autor, busqué sus libros para releer alguno. La mano me guió hasta el más breve, las Apostillas al Nombre de la rosa, escrito por el flamante novelista tras el éxito monumental del Nombre, como una manera de responder de una vez a todas las preguntas con que lectores y periodistas lo acosaban.

Las buenas novelas llevan el nombre del protagonista, afirma Eco, que con buen ojo quería llamar a su novela Adso de Melk. La editorial no lo quiso así. Otra posibilidad era llamarla La Abadía del crimen. De manera que finalmente el nombre que lleva resultó ser un un compromiso que agregaba un enigma inicial al enigma de fondo: quién es el culpable y qué quiere decir el autor con ese nombre.

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Como se sabe, Adso de Melk, el protagonista de El Nombre de la rosa, narra cuando anciano una aventura vivida por él a los 18 años, a su llegada a la abadía benedictina donde siete crímenes se cometerían durante siete días y siete noches.

Mucho Borges ha sido citado a propósito del laberinto en la biblioteca de la abadía y, sobre todo, a propósito del bibliotecario ciego llamado Jorge de Burgos. Y cómo no. Pero pocos han visto otros borgeanismos de talla, como ese contrapunto del doble juego enunciativo entre el viejo y el joven narrador, una suerte de desarrollo del diálogo entre el viejo y el joven Borges en El Otro.

Eco cita como modelo en ese plano no al Otro borgeano, sino al Fausto de Goethe. De cualquier manera, esa doble enunciación le permitió lograr esconder su propia voz bajo varias máscaras: «...Cuando duplicaba a Adso volvía a duplicar la serie de espacios estancos, de pantallas, que había entre yo como personalidad biográfica, o yo como autor narrador, yo narrador, y los personajes narrados incluida la voz narrativa», escribe.

Hay más en el librito, mucho más. Es un concentrado de poética y de saber enciclopédico. Los deslices de Eco en el árido terreno de la poética no los voy a poner en evidencia porque para qué. En el otro terreno, en cambio, el selvático del saber enciclopédico, voy a señalar uno, sólo por no dejar:

«Los personajes de Salgari huyen a la selva perseguidos por los enemigos y tropiezan con una raíz de baobab, y de pronto el narrador suspende la acción para darnos una lección de botánica sobre el baobab», dice Eco a propósito de la manera de introducir el saber enciclopédico.

BenissimoQuien encuentre un baobab en una selva se va de excursión a Madagascar. A releer La Estructura ausente.

14 février 2016

Una de Truffaut

Una de Truffaut, Domicilio conyugal.

La grâce !

Francia en 1970. Una pareja joven, cultivados ambos sin ser presumidos. Tienen trabajo, un hijo, aventuras, aventurillas, se separan, se arrejuntan. Con la Europa de los seis como trasfondo y un optimismo propio de una gente que nació en cuanto acabó la guerra.

Me paro a mirar mi pueblo y lloro, me confiesa G, que nació justo antes. Y sin embargo era un pueblo de mierda.

6 février 2016

Una de Sergi López

Sergi López en el teatro de mi pueblo presentando Livingstone 30/40, escrita, dirigida y actuada por él y Jorge Picó.

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Muy gracioso López, muy versátil, un actorazo de lo ligero. La obra trata de dos momentos: la despedida de un hijo como los de hoy, adolescente tardío, con un padre como los de antes, un juez jubilado que presta más atención al tenis en la tele que a la despedida de su hijo, y todo lo que el hijo quiere es que le presten atención. López es un emotivo y el padre es un sillón. Un clásico de lo muy resabido bastante bien llevado.

El segundo es un largo intento de contacto entre López y el otro, un ser con cuernos, que bien puede ser un animal, o un primitivo, o incluso un hombre cualquiera, ya se sabe que hay gente con cuernos. El paño funciona, aunque por momentos peca por descosido. Lo salva el despliegue de López, que debe de perder un par de kilos en las casi dos horas que está en el escenario. No hay riesgo, le sobran. Tanto le sobran que López hace lo mejor que se puede hacer en estos casos, que es tratar a su tripón con desparpajo y hacer de él un protagonista más de la pieza.

Por otra parte, conocidas las simpatías de López por el independentismo radical, tiene gracia que los chistes sobre su identidad que se permite los haga a partir de su condición de español. Quiero decir que si esos mismos chistes los hiciese sobre su catalanismo se los pillaría su prima, si acaso. Por eso digo que tiene gracia. A mí, ya antes de saber que López es independentista, cuando me preguntan cuál es el actor español que más cara de español tiene yo respondo que Sergi López. 

3 février 2016

Una canción de Joan Baez

Fundador del Partido de los Trabajadores, que gobierna Brasil desde hace doce años, y pionero de la promoción de la idea de la renta mínima universal o ingreso ciudadano, Eduardo Suplicy recibía ayer en mi pueblo un doctorado honoris causa. Sensible a estas cuestiones tanto como al intraducible jeitinho brasilero, asistí a un encuentro informal con el flamante doctor previo a la ceremonia. 

A pesar de algunas preguntas marcadamente escolares (¿por qué los pobres votan por los ricos?), el encuentro fue ameno e interesante. Yo tengo de Suplicy un recuerdo transmitido por mi amigo JM, que acompañaba a Joan Baez en Sao Paulo en 1981, donde se reunieron con el entonces sindicalista Lula y con Suplicy. Quien no fue insensible a los encantos de la estrella, etcétera.

Joan Baez, Eduardo Suplicy, Lula, brasil 1981 foto julio moline

Me acordaba ayer de eso y me reía para mis adentros, cuando el propio Suplicy comenzó a seguirme la corriente. Respondiendo a una pregunta sobre la corrupción, o sobre la coyuntura, o sobre el coeficiente de Gini, se largó a contar cómo fue que su exmujer, Marta Suplicy, ministra de Lula y de Dilma, abandonó el PT y de paso lo abandonó a él, aunque no por las mismas razones. Y de cómo la fecha de ayer, dia dois de fevereiro, marcaba el aniversario de su relación con su actual mujer, presente en la sala.

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Digamos también para redondear la escena que Suplicy tiene aspecto de lord inglés y que lo del jeitinho brasilero es tal vez intraducible pero no necesariamante incomunicable. 

24 janvier 2016

Un plato de ropa vieja

Gran Canaria, y 8

Si a veces cuesta llegar a los lugares, cuánto más cuesta alejarse. Hace días que dejamos Gran Canaria y sería hora de ir concluyendo esta serie.

No quisiera hacerlo sin recordar un episodio relativamente olvidado de la historia reciente de España. El fin del franquismo y el inicio de la transición supuso en Canarias un incremento de la actividad de un movimiento nacionalista armado, financiado por el Gobierno argelino. En marzo del 1977, una bomba en el aeropuerto de Gran Canaria impuso el desvío del tráfico aéreo al de la vecina Tenerife, donde se produjo el accidente aéreo más mortífero de la historia de la navegación aérea. El choque entre un avión de la KLM y otro de la Panam se saldó con 583 muertos.

Se suele presentar a un concurso de circunstancias negativas —pista única, neblina, error humano— como causa de esa catástrofe. Sin mencionar que la circunstancia inicial de la cadena causal fue el bombazo criminal del malhadado Movimiento por la autodeterminación e independencia del archipiélago canario. 

Pocas bombas después, estos violentos seudoguanches depusieron las armas y se destriparon entre ellos por el reparto del botín de guerra. Hoy Canarias es una pieza —la más austral— plenamente ajustada a España y Europa. Pero allí quedó ese desastre como testimonio imborrable de la infinita burricie del nacionalismo.

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Y ya. Y para no dejar mal sabor, comparto este plato de ropa vieja tomado entre Tunte y Fataga. ¡Viva Canarias!

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18 janvier 2016

Bocaccio también escribió como yo sobre los guanches

Gran Canaria, 7

He vuelto de Gran Canaria para poder leer sobre los guanches.

Así me he ido enterando de que cuando los peninsulares llegaron a las islas, a mediados del siglo XV, movidos por su natural espíritu paternal adoptaron a los guanches y a algunos incluso los vendieron en los mercados de esclavos de Lisboa y Valencia.

Dicho esto esquemáticamente. Porque en la realidad el asunto fue más acontecido. Para empezar, los guanches no eran todos iguales. Algunos eran de tipo cromañón, afrancesados; y otros mediterranoides, tirando a fenicios. Además, después de los guanches y antes de los peninsulares, visitaron las islas griegos, púnicos, árabes, genoveses, gascones y normandos. Para no hablar de los piratas berberiscos y otros apátridas, como el temible Pata de Palo.

GUANCHES

Por otra parte parte, se dice que los guanches eran bereberes del Magreb. Pero bien podrían haber sido vascos extraviados, si se atiende a la toponimia canaria: Aguineguín, Arinaga, Arteara... También porque la lengua guanche es caucásica, como el vasco y el finés. Se supone que ni celtas ni romanos pudieron con los euskaldunes trepados a los montes, ni con los fineses ni  los guanches, que les quedaban a trasmano.

También podrían ser catalanes, porque al menos una de las numerosas momias encontradas en las islas estaba dentro de una urna de pino, según una costumbre balear. Los campesinos canarios que encontraban estas momias guanches en las cuevas de los montes las llamaban «los enzurronados», envueltos como estaban los cadáveres en pieles de cabra. La momificación, ya se sabe, esa pueril manera de desafiar a la muerte.

Bocaccio también escribió como yo sobre los guanches, él sobre la base del relato de Niccoloso da Recco, que llegó por Arguineguín —el pueblo de David Silva— allá por 1341. Dice el poeta toscano cosas muy pastoriles sobre los guanches, como que «vivían en casitas con jardines con muchas higueras y palmeras, y berzas y otras verduras». Y que «su lenguaje es muy suave, su modo de hablar animado y precipitado como el italiano». O sea que tal vez los guanches no fuesen vascos ni catalanes sino propiamente italianos. Como Colón, que también desembarcó en Gran Canaria.

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Lo cierto es que observando a los enzurronados del Museo Canario de Las Palmas, al joven príncipe Artemy, ese Garibaldi canario, y a Gara y Jonay, esos Romeo y Julieta guanches —ella de La Gomera, él de Tenerife—, cobra fuerza la hipótesis italiana. Los amantes de La Gomera se inmolaron clavándose un punzón doble en ambos corazones y fundiéndos en un abrazo. Como dos islas separadas por la mar que no pueden unirse sino por ese puente eterno. 

6 janvier 2016

El punto más remoto de la isla

Gran Canaria, 6

Nos vamos haciendo una idea de GC. Por momentos, en ciertos lugares, resulta entrañablemente provinciana, bien diferente de la región playera cosmopolitan, al punto de que algún municipio ha llegado a levantar un monumento a los poetas locales.

Tras comer en un sitio rodeados de familias que celebraban Reyes, un trecho del camino que hoy anduvimos no aparecía en el mapa, y si nos adentramos por él fue por puro empecinamiento. Entonces, cuando creíamos estar en el punto más remoto de la isla, en el lugar más a trasmano, apareció el típico rayado mónguer que, cambiando el nombre de la región, te encuentras en cualquier punto de la península: Canary Island is not Spain.

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6 janvier 2016

El pavo

Gran Canaria, 5

A ver si hay suerte hoy con los pájaros canarios, nos decimos por la mañana. A ver si damos con una perdiz moruna o con un frailecillo. Encontrar, encontramos un pavo en un parque temático consagrado a los guanches. Porque también vamos en búsqueda de los guanches, esos bereberes prehispánicos que resistieron las invasiones portuguesas y normandas y a poco resisten las castellanas y las posteriores germanas. (En alguna Tordesillas del turismo se habrá firmado este tratado: Madeira para los ingleses, Gran Canaria para los alemanes).

El parque temático sobre los guanches está cerrado por quiebra. El cuidador nos deja entrar a cambio de un poco de conversación. Puede que se aburra solo en la inmensidad de ese paraje majestuoso al cuidado de un lugar fantasmagórico donde unos seres desaparecidos cuidan de sus muertos. En medio de una vegetación que decae tras varios meses sin riego ni lluvia.

Por suerte de improviso se echa a llover y aparece un arcoiris colorido como la cola del pavo.

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5 janvier 2016

La sombra que Martin Parr echa sobre la playa de Maspalomas

Gran Canaria, 4

Quien haya visto alguna vez las fotos de Martin Parr, renuncia de plano a fotografiar a los guiris en Maspalomas. El ítem ya está completo, saturado. Se acerca un gordo con sobrepeso un borat por toda prenda y un bote en la mano a pedirte que le des crema en la espalda. Esa foto ya la hizo Martin Parr y también todas las demás. El campamento de guiris ya no acoge ni una imagen más. O, bueno, sí, ésta:

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4 janvier 2016

La siesta

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Almendros en flor en Gran Canaria, anticipo del mazapán y el bienmesabe. Igual la gente se duerme en los lugares.

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3 janvier 2016

Coronando el Roque Nublo

Gran Canaria, 2

En una isla volcánica, decir que has alcanzado su centro y coronado su punto más alto es incurrir en una redundancia. Desde el Roque Nublo de Gran Canaria, su punto central y cenital, puede verse además a la distancia el Teide, de modo que ambas islas, Gran Canaria y Tenerife, parecen una sola, y tal vez lo sean.

Source: Externe

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Las Canarias están frente a África pero tienen poco que ver con África. Son el extremo sur de España y tal vez sean el extremo norte de América del Sur. En el sentido de que tal vez sean lo que sería América si fuese española. Qué idea tan grasiosa la tuya, qué idea tan reacsionaria. Llevas aquí 48 horas, y ya sueltas campanudeses cohonudas.

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El modelo de negocio de este hotel donde pernoctamos es propiamente insular: los dueños son canarios, el personal filipino.

2 janvier 2016

El Teide

Gran Canaria

Extremo occidental de la Tierra conocida, a las Islas Afortunadas sólo llegaban los héroes tras haber vencido las trampas que les tendía el dios del mar Nereo. Por nuestra parte, nosotros llegamos en Ryanair. En la antigüedad sólo llegaban también hasta aquí las almas en busca del eterno reposo, tal como hacen los jubilados en el presente.  

Entre los héroes que nos precedieron, el más notorio es Hércules, a quien le fue ordenado coger tres manzanas de oro del jardín de las Hespérides, las hijas de Atlas, el que sostiene el cielo. El jardín de las Hespérides, se entiende, es este desde donde escribo, nombre mítico estas islas eternamente primaverales, como Campos o Jardines Elíseos.

El árbol que daba tres manzanas de oro puntualmente al incio de cada nuevo año estaba al cuidado del dragón Ladón, que echaba fuego por sus cien bocas para alejar a los importunos. Hércules le atestó un tal mazazo que las gotas de sangre del dragón salpicaron las siete islas del archipiélago y de cada una de esas gotas de sangre creció un drago, al árbol emblemático de las Canarias.

Source: Externe

Hay quien dice, nunca falta, que el fuego, más que de las cien bocas del dragón, salía de la boca del volcán Teide, el punto más alto de Iberia, al que presentamos nuestros respetos desde la ventanilla del avión. Y claro que un volcán en erupción o un dragón iracundo serán un espectáculo comparables a los fuegos de artificio del año nuevo en Bruselas, anulados por amenaza terrorista, o a los fuegos aficionados de mi pueblo, puntuales en su celebración modesta. Maneras todas, como estas líneas, de desear un feliz año nuevo.

1 janvier 2016

Voy vuelvo

Voy camino de G C.

Anoche la luna salió puntualmente a medianoche. Nunca había visto asomar la luna en el momento justo del cambio de año. Detrás de ella vinieron los fuegos artificiales aficionados. Una novedad este año, unos farolillos rojos que surcan el cielo perdiéndose a lo lejos, como si fuesen drones. O aviones.

Poco más. Unos niños que asoman a las ventanas en piyama y la sombra de la madre que los manda de vuelta a la cama. Después de los fuegos, las calles del pueblo quedaron tranquilas como cualquier noche de invierno. 

Comienza un año más. Que sea bueno para todos.

Source: Externe

28 décembre 2015

La compañía de baile

El baile tradicional imita los ritos de apareamiento al uso en la madre naturaleza. El ballet moderno también, pero intenta que no se note. 

Robert Altman en su penúltima película, The Company (2004), imita por su parte el ritmo del baile y muestra como se componen varias piezas de ballet contemporáneo. La historia así contada no sigue la pauta habitual de los relatos, la de Caperucita roja, aunque de cierta manera acabe siguiéndola porque así es como los espectadores la percibimos: a una bailarina la escogen prima donna, se echa novio, se lesiona el día del estreno —también se lesionan los bailarines... La vida de una compañía de ballet, el Joffrey Ballet de Chicago, en suma, entre camarinos y ensayos, por dentro, y por fuera, sobre los escenarios... 

En cuanto al baile, se trate de ballet clásico o de cumbia colombiana, por más vueltas y saltos que den los pies de los bailarines no consiguen despegar del suelo más que unos cortos instantes. Con la ayuda de formas, de luces y colores, estos brevísimos momentos pueden parecernos desplegar una gracia infinita. Porque, con todo, tal vez sea lo mejor que la especie ha conseguido dar de sí para pasar los saraos dentro o fuera de la caverna en buena compañía.

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Sobre danza también, Rodin, que vio en París en 1906 una compañía de baile camboyana y la siguió hasta Marsella, consignando más de 150 dibujos, que estarán entre lo mejor hecho hasta hoy en la materia. Sin hablar de sus esculturas. De Rodin, se conoce sobre todo su Pensador. Pero su Danzador no se queda atrás.

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