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Camino de Santiago
10 décembre 2005

¿Dónde estabas tú?

La vida es larga y el arte breve, me dice mi tío Pepe. No entiendo muy bien a pito de qué, pero le digo ¡qué bien! para animarlo a que continúe.

Así es, es así, continúa, animado por mis exclamaciones. La polémica Zaldívar-Piñera, por ejemplo, no duró casi nada, y yo la apreciaba. ¿Dónde estabas tú?, le preguntó Zaldívar a Piñera, la noche del 27 de agosto de 1980, cuando Eduardo Frei Montalva llamó a votar en contra de la Constitución de Pinochet, me explica. No te vi, Piñera, no eras de los nuestros. Piñera va a rebuscar en sus archivos y vuelve con un ejemplar de un periódico amarillento, que lo muestra en el Caupolicán escuchando a Frei.

Bien mirado, prosigue mi tío, ésa es una pregunta clave. ¿Dónde estabas tú? Todo el mundo tiene el derecho de formularla y el deber de responder. El padre frente al hijo y el hijo frente al padre. ¿Dónde estabas tú?, como cantan Los Jaivas desde la banda de sonido de la película Palomita blanca, de Raúl Ruiz. ¿Y tú dónde estarás?, como canta, por su parte, el Congreso, que es otra manera de preguntar lo mismo.

Porque la pregunta puede formularse de numerosas maneras: ¿Qué hacía yo el 11 de septiembre de 1973?, es el título de un libro de entrevistas de Roberto Merino. Las respuestas de los entrevistados pueden ser hiperbólicas, amarillentas, metonímicas, meridianamente claras. Lo que cuenta es la pregunta.

Mi tío Pepe no estuvo en el Caupolicán aquel famoso día de agosto de 1980, porque cuando llegó hasta el teatro-circo, éste ya estaba lleno y se quedó fuera. No había altoparlantes que reprodujeran los discursos, los manifestantes se daban ánimos gritando y saltando en plena calle San Diego. Allí me encontré con Roberto Merino, precisamente, continúa mi tío, y juntos vimos como Periquito de los Palotes (lo siento, Periquito, pero nunca supe tu nombre), subido a un poste de la luz, arengaba a las masas : ¡Viva la democracia! ¡Viva! ¡Muera la dictadura! ¡Muera! ¡Viva el anarquismo organizado!.. Ahí las masas dudaron, sensibles a la contradicción en los términos.

La polémica Zaldívar-Piñera terminó demasiado pronto, insiste mi tío. Por suerte vino Francisco Javier Cuadra y la reavivó. El ministro de Pinochet, me recuerda Pepe, en esos días que parecían noches, en esas noches que parecían murciélagos, como dice Parra. ¿Dónde estaba en la noche del 5 de septiembre de 1986, le preguntaron, cuando la CNI salió a vengar el atentado a Pinochet y asesinó a cinco opositores? ¡Estaba en la sede de Gobierno para proteger a los futuros presidentes de la democracia!, respondió Cuadra.

O sea que, concluye Pepe, los hunos que arrasaron esa misma noche con todo lo que encontraron a su paso en la revista La Bicicleta, a pocas cuadras de la sede de Gobierno, lo hacían para proteger a los ciclistas de los que vendrían detrás. Qué cordiales.

La Nación de Santiago de Chile, 14 de noviembre de 2005

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Commentaires
C
Cuando llegué a Coquimbo, invité a mi hermano y dos amigos, Álvaro Ruiz y Gustavo Valdés, en la mesa, bebiendo, se nos ocurrió grabar en un cassette aquello de ¿dónde estábamos el once de septiembre del 73?<br /> Naturalmente, ha pasado el tiempo, pero aún queda la pregunta en un cassette escondido por ahí...
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