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Camino de Santiago
15 décembre 2012

Ni una pica para Bolaño

Ya no leo, sólo releo a los clásicos, dice mi tío. Un clásico. Yo voy por las mismas en cuanto a las lecturas, y en materia de relecturas voy peor. Estos días he releído, eso sí, el Nocturno de Chile, como le prometí tiempo atrás a un amigo que solía venir por este remoto recinto.

Gran libro, brevísimo y jocoso. A quien dice, y son muchos, que no se ha escrito aún la novela de la dictadura, le digo que no, que sí, que es ésta. Un compendio del ser chileno, de su vuelo alzado (a media altura) y de su arrastramiento.

El libro cuenta las aventuras del crítico literario del diario El Mercurio, el cura Urrutia Lacroix, dos de sus ritos de iniciación, a manos del decano de la crítica, en su fundo, el primero, y en un viaje por Europa, el segundo; y dos pruebas, las veladas literarias en la casa de un torturador, y las clases de marxismo que el cura da a la Junta de gobierno.

Los personajes reales aparecen apenas modificados en el Nocturno, de manera que son a la vez reconocibles y aún más ellos mismos, si cabe. Lo que consigue la literatura, la buena. El cura crítico literario probablemente no es tal como el Nocturno lo describe, pero el boceto es más que suficiente para dar con el personaje. También los demás: el crítico decano, Alone en la realidad, Farewell en la novela; la escritora en cuya casa se tortura, María Canales.

La gracia de los nombres. El fundo de Farewell, donde Urrutia Lacroix vive su iniciación, se llama Là-bas. Los halcones que ciertos párrocos usan en Europa para espantar a las palomas que arruinan los frontispicios de sus iglesias se llaman Turco, Otelo y Ta Gueule.

La novela contenía al momento de ser escrita un interrogación palpitante: ¿qué iría a decir de ella el crítico convertido en personaje? La interrogación se mantiene entera para el lector: ¿qué habrá dicho de ella Urrutia Lacroix? ¿Se precipitó a leerla y decidió no dedicarle ni media pica? (Rodrigo Lira contaba en picas, esa vieja unidad tipográfica, el poco caso que le hacían los críticos literarios). Un hombre es responsable de sus palabras, se adelanta a decir Bolaño, pero es sobre todo responsable de sus silencios. Atención a lo que callas, a lo que calla el crítico personaje sobre el personaje crítico.

(No conozco otro caso de crítico convertido en personaje y su posterior reacción. Lectores habrán más sabidos que nos lo cuenten.)

Decía que el Nocturno es la novela de la dictadura. No sólo porque aparezca en ella en pleno la Junta de gobierno que bombardeó La Moneda, obsesionados como estaban por instruirse en la ideología del enemigo, el marxismo leninismo (Bolaño delinea con guasa la obsesión de los generalotes por la persona de Marta Harnecker, vulgarizadora local del marxismo). De los cuatro del Golpe, Pinochet es el que sale mejor parado de sus encuentros con Urrutia Lacroix. O será que los otros tres eran peores aún. Más ceporros, más cerriles. 

R

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Commentaires
M
El HP francés junta una cosa con otra y avisa que se va Depardieu pero vuelve Houellebecq. El peso específico de la France se resiente pero no mucho. Se va un pesadón y vuelve un pesadete. En materia monetaria el resentimiento es mayor, claro. A Depardieu le sale a cuenta vivir a cinco kilómetros de la frontera. Otro ricachón que viene a disputarnos el pan. Otro francés que quiere hacerse belga para salir en los chistes.<br /> <br /> <br /> <br /> A tomar turrón, entonces, buen viaje. Por mi parte, empiezo el día diciéndome que podría estar lejos y lo acabo feliz de no haberme movido.
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S
Joder, cómo era el NJ, por qué cosas insultaba la gente. Sí, empezaré por Los detectives salvajes. Estos días paso por España y por Francia,con paradas obligadas para hacerme con un Bolaño y un Carrère. Ya le contaré. <br /> <br /> **<br /> <br /> Sí a todo: grande Obama y no hay consuelo. <br /> <br /> **<br /> <br /> Cambiando de tema no sé si ha visto la carta que ha escrito su nuevo vecino (vía AE). Qué quiere que le diga, a mí el tipo no me ha caído del todo mal: <br /> <br /> <br /> <br /> http://www.lejdd.fr/Politique/Actualite/Gerard-Depardieu-Je-rends-mon-passeport-581254
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M
Varguitas, hay que decirlo más. Creo que fue la tía Julia quien lo bautizó así y, de paso, nos autorizó a todos los sobrinos el disfuerzo de así llamarlo. Por cierto, disfuerzo es una palabra que se inventó Varguitas y usa él mucho, y, como buena palabra inventada, puede uno usar a destajo porque no está muy claro lo que significa.<br /> <br /> <br /> <br /> Lo de Connecticut, por Dios, no hay consuelo. Ni porque Obama encuentre las palabras justas para ampararnos.<br /> <br /> <br /> <br /> A Bolaño yo le veo un único inconveniente, y es que en Chile es una suerte de unanimidad nacional, una especie de Chico Buarque en Brasil, en la que sospecho cuenta sobre todo el hecho de haber nacido él en Santiago. Todo Bolaño está bien, con altibajos, como es debido. Tal vez no sea mala idea comenzar por su libro más autobiográfico, Los detectives salvajes. Me acuerdo de que una vez en el NJ, como la rapazada andaba entusiasmada con su lectura, se me ocurrió recomendar otro de sus libros. Bastó que hiciese eso para que apareciese un individuo y me insultase copiosamente. Qué cosas.
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S
Entre mis vergonzosas lagunas lectoras está Bolaño, y eso que no hacen más que recomendármelo personas de las que me fío mucho (usted, Cercas, @aviermen). Un propósito para el año nuevo es empezar con él, como me propuse empezar con Varguitas. Por cierto que con Varguitas (me encanta llamarlo así) he empezado y no he terminado, pero no es él, soy yo: demasiado ocupado con otras cosas (lonchas gigantes de queso, etc). Ayer volvía a casa con el estómago encogido leyendo las espeluznantes historias que le referían a Casement en el Perú y al llegar a casa me econtré con el horror de Connecticut. Joder con la naturaleza humana.
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M
Los dos críticos literarios de El Mercurio que protagonizan la novela eran -son- políticamente reaccionarios, pero ambos fueron valedores de sendos poetas de izquierda: Alone de Neruda y el cura de Parra. Chile, o sea.<br /> <br /> <br /> <br /> El cura maneja con destreza su actitud reaccionaria: últimamente ha hecho diana y puesto nerviosos a los escribidores locales al afirmar que en Chile el último libro de poesía que merece la pena fue escrito hace casi cuarenta años; su manera de decirles a los actuales que son malos o mediocres.<br /> <br /> <br /> <br /> Además, este dato que no interesa a nadie más que a mí y eventualmente a mi tío: Josepepe aparece en la novela, como no podía ser de otra manera.
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