No sé si voy o vuelvo de Santiago
Autorretrato de memoria se llama el último libro del poeta chileno Gonzalo Millán. Es un libro notable, como todo lo que ha escrito Millán, de Relación personal a La Ciudad, un poema escrito con frases de silabario, compuesto en Canadá, este último.
Le pregunté una vez a Millán por qué había vuelto a Chile y recuerdo que en la respuesta mencionó el lapizlázuli, esa piedra azul y blanca que sólo existe en Chile y en Afganistán.
No sabía que Millán era chimbano, habitante de La Chimba, el viejo barrio santiaguino del otro lado del río Mapocho, al pie del San Cristóbal, el barrio de su infancia que está retratado con palabras precisas en este libro.
Todos sus textos son autorretratos. El último, En el laberinto de la catedral de Amiens, tiene un par de líneas que podrían servir como divisa para este blog:
Eres el gran laberinto de la Catedral de Amiens.
La encrucijada prohibida y permitida al hijo errante.
Eres el antro mismo, madre sin fondo.
El inundado abismo donde crece la perla.
Eres el ojo de una telaraña.
Tejida con piedras azules y blancas.
A medida que sigo el torcido camino
Lo que busco cambia
No sé si prefiero las manzanas
O el cuero de un carnero de oro.
No sé si viajo dentro o fuera de mí mismo
Ya no sé si busco el centro o la salida.
Ya no sé detrás de quién avanzo
Como un paralizado peregrino.
No sé si voy o vuelvo de Santiago.
No sé si alguna vez estuve en Tierra Santa
O lo soñé de rodillas.