Canalblog
Editer l'article Suivre ce blog Administration + Créer mon blog
Publicité
Camino de Santiago
29 octobre 2006

Tortura y oro

Domingo de elecciones presidenciales en Brasil, en el Congo, en Bulgaria. De referendum en Serbia. Dentro de tres días, elecciones legislativas en Cataluña. Si las elecciones sirvieran para algo, hace tiempo que estarían prohibidas, afirma el cliché anarquista. Lleva razón, salvo que se equivoca en lo esencial. Lo esencial es que las elecciones existan, que el poder se enfrente, así sea de tarde en tarde, a la posibilidad de la derrota.

Otra cosa, la denuncia sobre el oro de Pinochet en Hong Kong, reportada por este Camino hace dos días, abre, como era de esperar, sobre un barrizal. El Banco de Hong Kong y de Shangai se ha apresurado a señalar que los documentos incriminados son falsos. Es verdad que la magnitud del tesoro, nueve toneladas de oro, parece contradictoria con la mediocridad del personaje. El abogado del Pinochet afirmó, por su parte, que el único oro que posee el Pinochet es el de su anillo de matrimonio.

La afirmación contiene una conexión mental escondida. El joyero Eduardo Vilches recuerda hoy en La Nación dos eventos áureos ocurridos durante la dictadura pinochetesca. En los primeros meses de ésta, los gorilas hicieron un llamado a los jefes de buena familia para que donasen sus argollas de matrimonio y dotasen así al nuevo poder de los fondos que le permitiesen enderezar la economía chilena. Vilches calcula que si cien mil personas respondieron al llamado donando diez gramos de oro (un anillo), la dictadura recaudó alrededor de una tonelada, de la que, por cierto, nunca más se supo. El episodio vale para recordar que Pinochet sólo fue posible gracias al pinochetismo.

El segundo evento es otro oscuro procedimiento abierto por el Banco Central chileno a mediados de los años ochenta, cuando decidió comprar oro, y contra toda lógica, pagarlo en dinero líquido.

Todo lo cual recuerda un remoto episodio de la historia chilena. De cuando los indios mapuches atraparon vivo al capitán de las tropas españolas, en el siglo XVI, don Pedro de Valdivia, y le infligieron esta muerte atroz : Oro quieres, le dijeron. Pues oro tengas. Y le introdujeron un embudo por la boca, haciéndole tragar oro hirviendo.

Tortura y oro, pinochetismos.

images

Publicité
Publicité
Commentaires
M
Se repite en Chile que los acólitos, pasivos o activos, de Pinochet en los años del terror no le dan la espalda ahora por sus crímenes sino por sus robos. Es decir, se perdona al asesino pero no se perdona al ladrón. Nuestros fascistas renovados son encantadores.
Répondre
D
es el sentimiento que da cada vez que se tienen noticias de Chile con respecto a la familia Pinochet y nuestra simbolica justicia.
Répondre
Camino de Santiago
Publicité
Sobre el nombre de este blog
Derniers commentaires
Publicité