Cariño, no vendas...
La crisis financiera se llevó por delante uno de los principales bancos belgas, el Fortis. El gobierno intervino en plena debacle para desmantelarlo, intentando salvar algunos muebles. La víspera del anuncio gubernamental del desmantelamiento del banco, la esposa del ministro de asuntos extranjeros, el liberal flamenco Karel De Gucht, vendió en la agencia de su pueblo un paquete de acciones por un valor de medio millón de euros. Tal venta no demoró en trascender y el ministro está acusado de uso abusivo de información privilegiada. Ayer compareció frente a una comisión parlamentaria para dar explicaciones. Curiosamente, o no, los diputados se mostraron receptivos a este argumento: 'Le dije que no vendiera, que pondría en peligro mi cargo pero, como siempre, no me hizo caso'.