El Amante menguante
Anoche vimos Hable con ella, de Pedro Almodóvar. Ya la había visto en el cine, ayer fue un día agitado, era tarde y el sillón es blando. Temía dormirme, como me pasa con la mayoría de las películas. Y, sin embargo, pasó la prueba del sillón sin un bostezo.
Pero la joya está dentro de la joya, la película inolvidable es El Amante menguante, un corto de cine mudo que el protagonista de Hable con ella, el enfermero Benigno, le cuenta a la comatosa protagonista a la que cuida, Alicia. Y lo que cuenta El Amante menguante es el sueño masculino y femenino consumados simultáneamente. La mujer alcanza un poder suficiente como para domesticar al hombre, llevarlo a sus justas proporciones e incorporarlo. El galán, por su parte, cumple con la vieja y querida fantasía de regresión al útero materno, penetrando a la amada por la puerta grande, convertido él mismo, todo él, en su propio sexo.
Me imagino, además, lo divertido que debe de haber resultado imaginar y filmar este Amante menguante. Como un niño y una niña que juegan a ser personas grandes (o chicas).