El ministro sincero y los periodistas pedófilos
Ser ministro de la justicia es un trabajo harto fácil, declaró en una rueda de prensa el titular japonés de la cartera, Minuro Yanagida. Sólo hay que saberse de memoria dos frases y repetirlas ante el Parlamento: 'El Gobierno no puede hacer comentarios sobre casos particulares' y 'El Gobierno trata este asunto en conformidad con la ley y en función de los elementos que están a su disposición'.
Habría que celebrar tanta sinceridad. La oposición, sin embargo, se escandalizó, reclamó ¡y obtuvo! la renuncia del ministro sincero, lo que dio lugar a la tradicional ceremonia del arrepentimiento.
En Lisboa, en una rueda de prensa durante la cima atlatántica del fin de semana, Sarkozy despidió así a los periodistas: 'Amis pédophiles, à demain'. Esto porque los sabuesos de la prensa le inquirían su opinión sobre el llamado Affaire Karachi (comisiones ocultas ligadas a ventas de armas francesas a Arabia Saudita y Pakistán, que habrían financiado la campaña presidencial de Edouard Balladour en 1995, campaña dirigida por Sarkozy).
« Es usted un pedófilo, estoy convencido de ello, me lo han dicho los servicios de inteligencia, no le diré cuáles, se trató de un informe oral. Pero yo estoy convencido, ¡usted es un pedófilo! », le espetó Sarkozy al periodista indagador. La grabación del exabrupto fue borrada por expresa demanda del Palacio del Elíseo.