La foto
Ya la hemos visto suficientemente. Ha estado en todos los diarios, en portada, en sucesos, en deportes, en espectáculos. Durante los incidentes que siguieron a un partido de hockey en Vancouver, Canadá, Richard Lam obtuvo esta foto.
Su notoriedad estaba servida porque la foto se funda en un equívoco. Allí donde se cree ver tendresse au milieu de la détresse, según la fórmula acuñada por un diario belga, hay una joven aturdida por el golpe propinado por un escudo policial y su novio que la socorre. Más que un beso, se trata de una suerte de respiración boca a boca.
Con todo, la imagen es espléndida. Un paréntesis que se abre en medio de la calle, entre la policía que carga hacia uno y otro lado, abertura que ocupa la pareja apaisada. El enfoque exacto en el corazón de la situación, el encuadre, el tono, el color de la foto son perfectos. La imagen, como se debe, cita a varias otras, los besos de Doisneau, de Klimt, de Magritte.
También se inscribe en el espíritu de estos días, en que las manifestaciones se multiplican y en cuyo centro descansa, o lo intenta, una pareja de jóvenes. Se llaman Alex y Scott y, para que a la imagen no le falte nada, se niegan a hablar de ella.