Canalblog
Editer l'article Suivre ce blog Administration + Créer mon blog
Publicité
Camino de Santiago
22 novembre 2018

Reventón del río Mundo

Diario de Murcia, y 2

EN LA TORRE de la catedral, la segunda más alta de España, vivía hace dos siglos el encargado del reloj. Desde la ventana de la que era su habitación y su lugar de trabajo se ve el sesenta metros más abajo el corazón de la ciudad. La sala del reloj es un lugar dotado de un acústica increíble. Si te paras al centro del recinto y hablas, escuchas tu voz en estéreo. Dos personas pueden hablar calladamente desde dos extremos de la sala y escucharse entre ellas sin que nadie más se entere. Cuando modernizaron el reloj, la presencia del encargado pasó a ser innecesaria. Antes de marcharse, el último encargado dejó su nombre grabado en un muro, un nombre muy huertano, Antonio Lechuga. «Si aquí no hay retrete, ¿cómo hacía sus necesidades el encargado?, me escucho preguntar ingenuamente. ¿Bajaba y subía varias veces al día?». «De eso, nada», me responden. «Arrojaba el desperdicio por la ventana».

MB

Óleo de Marín-Baldo

Otra torre, levantada ésta frente al mar para evitar los ataques de los piratas berberiscos, frente al Mediterráneo. Cosas viederes desde la torre hacia los cuatro cantos de Murcia, por el Levante, por Sierra Espuña, por Totana, por Aledo.


Otra más, la de Aledo. Es un pueblo muy bonito Aledo visto desde abajo y algo laberíntico por dentro. Desde arriba se ve Murcia más verde que nunca gracias a las últimas lluvias, les digo a los lugareños. Cuatro gotas mal contadas, responden los aledanos. Los acuíferos se han secado y mucha gente se ha ido. Paradójicamente, ahora se labora no en terrazas sino bajo plástico para proteger los cultivos de la lluvia.

El stress hídrico de hoy es acusado pero no nuevo, la de Murcia es una historia de sequías e inundaciones. El nombre de sus ríos lo dice. Guadalentín quiere decir «río de lodo», el Segura en el pasado era todo menos seguro y en Castilla, a dos pasos de la frontera con Murcia, hay un sitio que se llama Reventón del río Mundo. En mis días murcianos recientes llovió un par de veces, una de ellas copiosamente. Mejor aun, llovió por las noches. Y por las mañanas, al abrir la ventana, subía un olor que daba gusto oler.

Vuelvo a la lluvia belga. Tras la larga sequía de este verano, la miro con otros ojos.

Publicité
Publicité
Commentaires
Camino de Santiago
Publicité
Sobre el nombre de este blog
Derniers commentaires
Publicité