Atención a la acetona
LA REALIDAD CAMBIA constantemente aunque muchos cambios son imperceptibles hasta que un día te saltan a los ojos. Así fue como una mañana vi que se instalaba en mi pueblo una especie de PELUQUERÍA PARA UÑAS. Al día siguiente vi que se instalaba otra y en menos de una semana el pueblo estaba lleno de esos curiosos locales que, ellos también, estaban siempre llenos. Unidades de cuidados y embellecimiento de UÑAS. El ser humano y la ser humana son un ente incomprensible pero ignora uno hasta qué punto.
Días atrás, el público presente en un cine de Bruselas comenzó a sentirse mal. Náuseas, vómitos, intensas cefaleas, desfallecimientos. Ambulancias, traslados a las urgencias. Superado el peligro, recuperados los enfermos, la investigación da con lo flagrante y lo evidente: el cine —que, por cierto, se llama Aventure— está al final de una galería comercial ocupada ahora por estas peluquerías para uñas. La concentración de acetona, ese líquido volátil que se usa para despintar las uñas, produjo el estrago. Copar de peluquerías para uñas un pasaje mal ventilado es una idea que tuvo el mercado y que el propio mercado resolverá, no faltaría más.
Entretanto, atención a la acetona.