La primera capa de la cebolla
Un carguero encalla en las costas del sur de Inglaterra y una parte de la carga deriva hacia las playas. No se necesita nada más para que los civilizados habitantes de una de las regiones más prósperas de Inglaterra revistan sus trajes de piratas y se lancen todos a una a pillar la mercancía.
En Alcorcón, al sur de Madrid, una pelea entre dos parejas desata la caza al sudamericano a manos de bandas de jóvenes locales, orquestada por manipuladores profesionales. Interrogado sobre el encadenamiento de estos lamentables hechos, un sociólogo madrileño recordaba hasta qué punto la sociedad franquista era una sociedad violenta y cómo las fiestas de los pueblos acababan, apenas hace treinta años, cuando los jóvenes locales decidían arrojar al pilón a los jóvenes de los pueblos vecinos.
La capa ciudadana que nos recubre no es más que la primera y delgada capa de la cebolla que recubre otras zonas menos perfumadas de nuestra identidad colectiva.
La foto es de Tom Hurley