Futbolistas modelo
Brasil, 6; Chile, 1. Los brasileros son mejores jugando pelada de praia, pero en el estadio tampoco desentonan. La selección chilena de fútbol, en cambio, juega mal en los estadios y en los potreros. Se trata de futbolistas modelo, en el sentido de aquél que se pone las prendas para que lo miren. Suelen montar escandaleras por donde pasan y por las mañanas se precipitan a ver si el follón aparece en los diarios o en la tele. Son averbales y las únicas letras que les lucen las llevan pintadas en los antebrazos. A uno que juega bien y es modesto, Fernández, consiguieron deprimirlo. Hace una semana perdieron con Brasil 0-3. Anoche salieron a vengar la afrenta y les dieron doble ración. De ellos ni siquiera se puede decir lo del Frente Patriótico: El equipo chileno juega bien pero la mala puntería lo persigue.
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Cuenta Javier Marías: Hace un año o así, el cantante Juanes interpretó unas canciones (vayan
a saber por qué) ante el Parlamento Europeo. La mayoría de diputados
las escuchó sentada, con curiosidad. Salvo buena parte de los
españoles, que, para que se viera lo enrollados que son y que "no
podían resistirse al ritmo", se pusieron en pie y bailotearon con
aspavientos junto a sus escaños, con enorme artificialidad. La visión
causaba vergüenza ajena y ganas de fingirse belga o danés (que,
francamente, ya es fingir).
La vergüenza ajena, ese sentimiento intraducible.