Qué guapos son los pinochetistas

No sé cómo superar el cabreo que me produce la lectura de este párrafo tomado del blog de José Antonio Montano:

Siempre me ha llamado la atención de las trifulcas chilenas lo guapos que son los pinochetistas (las pinochetistas principalmente -exceptuando a las de la propia familia Pinochet) y lo feos que son los antipinochetistas. Es lo que hace la Historia: machaca y afea a las clases oprimidas, y enguapece a las dominantes.

Comments

[Josepepe]

Es una pena que Andrés Peumo ande tan ocupado con la tragedia futbolera de Temuco. Estoy seguro de que apreciaría estas líneas.

[Adolfo]

Dicen que, al parecer, el ilustre comentarista siente cierto pudor al recordar su juventud, digamos, algo casquivana. Comentan también que ahora es un hombre serio: tiene tarjeta de crédito y paga impuestos. También comentan que algunas de ellas, las menos a decir verdad, se comportaron como las muñecas de abril. “Le arañaron de frente y perfil, se comieron su naranja a gajos y le arrancaron la ilusión de cuajo”. Dicen que no guarda rencor. Lo comido y lo bailao no se lo quita nadie, dicen también que dice.

Si no da señales, servidor se ofrece para piropear a todas las antipinochetistas que deambulan por el blog.

[Josepepe]

Insisto en que el experto en estas materias es un comentarista de este blog. Seguimos a la espera de su pronunciamiento.

[daniela]

Me asumo guapa entonces. Y si soy muy antipinochetista, soy más guapa aún?

[Josepepe]

Ni callo ni otorgo. La gente pinochetista no es guapa, ni en el sentido peninsular ni en el andino. Suele ser gente fea, con el gesto torcido por la paranoia. De pequeños los pinochetistas pueden parecer niños inocentes, pero en la medida en que se van haciendo pinochetistas consiguen parecerse al horrible Pinochet, al que todo lo que engulló le sentó fatal.

La antipinochetista en cambio suele ser gente guapa, guapísima incluso, bástenos recordar a las numerosas novias de un ilustre comentarista de este blog.