El queque, de chocolate:
DEAR ONE,
FIRST AND FOREMOST HERE IS MY BRIEF INTRODUCTION,I AM MISS veronick keke, 19 YEARS OLD AND THE ONLY DAUGHTER OF MY LATE PARENTS MR.AND MRS.. FRED keke
MY FATHER WAS A HIGHLY REPUTABLE BUSINESS MAGNATE-(A COCOA MERCHANT)WHO OPERATED IN ABIDJAN THE CAPITAL OF IVORY COAST...
Leo una historieta llamada Quelques jours ensemble. Se trata de un melodrama que presenta el breve encuentro (de ahí el título) entre un padre joven y su hijo viejo. El encuentro se produce en la ciudad donde vivo, la que aparece dibujada con lujo de detalles: un café, un restaurante, un colegio, una plaza, el hospital. Tanta precisión en la imagen no se corresponde con el texto, que no dice nada sobre el nombre de la ciudad. Para quienes la reconocen, la ciudad pasa a ser un elemento central de la historia. Los demás, que serán mayoritarios porque la ciudad es pequeña, verán sólo una tela, de fondo. Tal vez algún comentarista elogie la imaginación espacial del autor.
La gripe porcina lo tiene todo para estar en primera plana: la fiebre, el malestar, el miedo, y una vía de propagación de amplio espectro, por banda ancha. Y el nombre: peste porcina, peste mejicana. Hit absoluto.
El vector de la vieja fiebre era la rata y su vehículo el barco, del que descendía gente moribunda. Ahora, el vector de la gripe es el cerdo y su vehículo el avión transoceánico, del que desciende gente enmascarillada. La mascarilla: otro hit.
Las consecuencias directas de la epidemia son por el momento limitadas. Lo ilimitado es su alcance.
Leído en Facebook: Estoy seguro de que la pandemia terminará, pero no estoy seguro de que quede alguien para contarlo.
El médico belga y el coordinador holandés secuestrados en Somalia han sido liberados, según Médicos sin fronteras (MSF), sin que mediara pago de rescate alguno. 'Gracias a la fuerte movilización espontánea e inmediata de la comunidad local, la que ha marcado la diferencia', declara MSF.
Para conocer la diferencia entre el mono y el humano, asisto a una conferencia. Acierto con el lugar pero no me acomoda la hora. La diferencia entre el mono y el hombre la pongo yo mismo. Me preparo un tutti frutti y me precipito a ver el Barcelona-Chelsea. Todo mal, empezando por el árbitro.
Antes que nada, antes que sus títulos, sus hazañas, su memoria, su museo fantasma, Lord Cochrane es para los santiaguinos una calle entrañable y sin encanto del Santiago viejo, ahogada por el intenso tráfico de los microbuses.
Cuando joven, mi tío Pepe creía que la gente nacía cuerda y la sociedad la volvía loca. Ahora que es viejo, o quiere serlo, piensa que la cosa es al revés. Esa es, por lo demás, su frase favorita. La cosa es al revés. La gente, tomada de uno en uno, está loca como cabra de monte, pero en público lo disimula bastante bien.
Hace unos días leyó, me cuenta, un estudio sobre las diferencias entre los monos y los humanos. Esta estriba, en dos palabras, en la confianza recíproca que los humanos se profesan. Nos subimos confiadamente a un avión, a un tren, a un bus, rodeados de desconocidos. Un chimpancé vivirá esa experiencia como un calvario. Los humanos confiamos nuestras criaturas a los brazos ajenos. Un madre gorila vive con el miedo al infanticidio agarrado al cuello.
Pues bien. Pepe ahora lee el resultado de un estudio sobre los valores de los ciudadanos europeos. En resumen resumidísimo, la gente quiere simultáneamente libertad personal y orden público. Quiere vivir en paz su locura y ser protegida de la locura ajena. Es mi caso, le digo. También el mío, responde.
Qué jodida será la agorafobia. La alergia al remedio.
20 de agosto: Hice el amor con Scarlett y Penélope simultáneamente, lo que me dio una gran idea para el clímax de la película. Mientras tanto, Rebecca golpeaba la puerta. Finalmente la dejé entrar, pero esas camas españolas son demasiado pequeñas para cuatro y acabé en el suelo.
Del Diario español de Woody Allen. Aquí el original >
Se espolvoreaba con pelusilla de melocotón, se sentaba sobre papel de arroz y componía así delicadas estampas.
Juan Marsé recordó ayer, en su discurso, que cuando niño leía la historia de Genoveva de Brabante. Se trata de la historia de María de Brabante, a quien su marido, Luis de Baviera, mandó matar por adúltera. Imaginariamente, el pueblo tomó partido por la reina e hizo de ella una leyenda, Santa Genoveva, alimentada por un ciervo, ella y su hijo, en un bosque de la Ardena, la inocencia recuperada. Es curioso pero en el Brabante actual casi nadie conoce la historia. Ni siquiera las Genovevas, que no son pocas.
Los acontecimientos se precipitan: el Pompei echa el ancla frente a la costa somalí; los captores del médico y el enfermero sin fronteras cuadriplican el monto del rescate; en Bruselas se abre como por arte de magia una Conferencia de donadores; Europa pone sesenta millones sobre la mesa (a buen recaudo de los piratas); el comisario Michel, que por un casual es belga, dice que Somalia existe, que es un lindo país esquina con vista al mar, un mar por donde pasan muchísimas embarcaciones, que hay que apoyar cuanto antes al nuevo gobierno somalí, que la charia es mejor que la anarquía y además luego qué hacemos con los inmigrantes.
Eso en cuanto al eje belgo-somalí.
En Nueva York, por su parte, nada menos que en Manhattan, comienza hoy el juicio a un pirata somalí. Es un pirata bisoño, tiene apenas 15 años, pero es un pirata al fin y al cabo, y somalí, el único atrapado en una operación comando de la marina norteamericana. El joven pirata sonríe ante las cámaras, contento de saberse el primer pirata que Norteamérica atrapa en los últimos cien años. Así le den prisión perpetua, porque hace cien años las leyes eras severas con los piratas tanto como los piratas eran severos con las leyes.
Se llama Abdi Wali Muse y la prensa lo llama 'The Somali teen pirate'.
No sé si continuará...
Quedó escrito en Nanterre: La forêt précède l'homme. Le désert le suit. Lo canta la cumbia: El bosque precede al hombre pero lo sigue el desierto. Pepe cruza el bosque por las mañanas y huele el rescoldo de la fogata de los niñatos.
El Pompei ha desaparecido hoy de las páginas de los diarios. Lo que deja tiempo para preguntarse a quién se le habrá ocurrido darle al barco un nombre tan cenizo. A sus propietarios, tres empresas belgas y francesas, que se alquilan el barco unas a otras, siguiendo el vaivén del negocio.
El Pompei estaba trabajabando en Dubai en la construcción de una isla artificial. ¡Una isla artificial, cuánto la echo de menos! La crisis dejó la isla a medio construir y el capitán y los diez hombres de la tripulación, belgas, croatas y filipinos, debieron cambiar el rumbo hacia África del Sur para trabajar en las obras de dragado del puerto de Durban (atención racismo). Como se trata de un barco grande pero de cubierta baja, fácil de abordar, para evitar las costas somalíes se desviaron hacia las Seychelles, paradisíacas islas, donde los esperaba una rápida fragatilla pirata.
Veinte mil barcos mercantes surcan cada año la zona. Diecinueve están en manos de los piratas somalíes.
Continuará...
Entre una cosa y otra, me escribe Ekaterina. Así me trata:
Hola Hermoso Hombre!
Acabo de leer tu perfil y he estudiado tu perfil por completo, he gastado el tiempo largo en esto. Y me parece que he encontrado la segunda mitad. Comprendo que no te se, pero el tiempo largo buscaba a tal el hombre como ti. Me parece que esperaba aquel el hombre como ti toda la vida, querria mucho que me has respondido.
Me llamo Ekaterina, quiero tener mucho con tu la comunicacion en la vida real. Espero que te interesare me responderas.
Soy muy raramente en el Internet por eso te pido escribirme. Espero que me responderas pronto. Comprobare constantemente mis correos. Un beso. Ekaterina.
El Pompei, así se llama el barco belga, avanza hacia las costas somalíes. 'Avanza' quiere decir que se apresura lentamente. El agua salada es más densa que el aire y el barco se desplaza a siete nudos, trece kilómetros por hora. Y fue secuestrado a 1200 kilómetros del continente, o sea. Una vez que las autoridades belgas sepan en qué puerto recalará, sabrán también con quién tendrá que negociar el propietario del navío. Y cuánto. Lloyd, el principal asegurador de la marina mercante, aconseja pagar y a otra cosa.
Piratas no sólo hay en la Red. Tampoco son todos somalíes. Cuando el sunami asiático de fines del 2004, la ola que llegó hasta las costas somalíes sacó a flote numeros contenedores abollados y otros bultos raros. Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente, PNUE, se mostró explícito:
« El negocio de los desechos tóxicos no tiene límite en altamar, en la costa y al interior del país. Desde comienzos de los años noventa, uan cantidad incalculable de desechos nucleares del medio hospitalario, tóxicos, de cadmio, plomo y mercurio, acondicionados en simples barriles, han sido depositados en la costa somalí ou sumergidos a escasos metros de ella ».
« En diciembre de 1991, según informó en su día La Liberté de Fribourg, un ex ministro del Gobierno somalí firmó un acuerdo con la firma suiza Acher, basada en Ginebra, y la firma italiana Progresso, acuerdo que concernía el envío de 500 mil toneladas de desechos tóxicos por año a Somalia, durante un período de 20 años. Según el ex director del PNUE, Mostafa Tolba, esas empresas habrían obtenido beneficios de diez millones de dólares por cada carguero. Y agregaba que temía por la vida de algunos de sus colaboradores ».
Simultáneamente a la captura del Pompei, un médico belga y un enfermero holandés que trabajan en el sur de Somalia para Médicos sin fronteras (MSF) han sido también pirateados. Los piratas de tierra adentro que los retienen reclaman una recompensa de un millón de dólares (los números, redondos). MSF se ha ido convirtiendo en el principal empleador en ciertas regiones del país. En la lógica de los piratas, que no dejan de tenerla, es una cuestión de justicia: si las ONG pagan a las autoridades locales para poder intervenir en el país, ¿por qué no deberían pagarles también a ellos, que para eso son piratas?
Continuará...
Mucho habían tardado. Los piratas somalíes (¡los piratas somalíes!) han capturado a un barco belga. En las Seychelles, a cientos de kilómetros de las costas somalíes. No son muchos (los piratas somalíes) pero son eficaces. Un millar, poco más o más, según cuentan los satélites. Y en un año han multiplicado la riqueza de Somalía, si ésta pudiese contarse y si se la pudiese llamar riqueza. Puesto que se trata del país más pobre del mundo, o ni siquiera se trata de un país. Y reparten el botín (los piratas somalíes) mejor que los banqueros, el FMI o las ONG. Antes eran pescadores. Sin Estado que defendiera las famosas 200 millas territoriales, los barcos pesqueros saquearon las costas somalíes y no demoraron los pescadores en convertirse en piratas.
Continuará...
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Los racistas se coligan para combatir el racismo ajeno. Hay que joderse.
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Cuando escribí esto, no sabía que el hombre de Caos calmo pasa lista a sus mudanzas. En su caso, son ocho (dos en Roma, seis en Milán).
Despierta a una hora polindrómica, las 5:15, en pleno naufragio. Da unas cuantas brazadas, tratando de no desesperarse. Por fin consigue aferrarse al único madero que flota y así amanece, prendido del cuerpo de su mujer.
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Escollos en la piscina: señoras modelo tapón de artesa, caballeros tipo exocet oxidado o arpón a pólvora.
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Escucho cantar el Joyeux anniversaire en estéreo. En estos países los niños son concebidos durante las vacaciones de verano, época propicia para el fornicio, de manera que puedan nacer en primavera, época propicia para la lactancia y la celebrancia. Y luego la gente lee el horóscopo.
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