9 octobre 2009
El perro
En cuanto llegaba uno de visita a la casa de mi vecino, su perro Vehemente (así se llama) no esperaba a que uno se sentase para acercarse a fornifollarle las pantorrillas. Ahora la bestia ha suavizado sus modales porque le han comprado a Hotdoll (no se la pierdan en el vídeo), una perrilla obsecuente (y lavable). Un gasto de 399 euros pero un gran ahorro en tintorería.
Mi vecino se ha rendido a los gozos de la compra en línea. Sus últimas adquisiciones son este ordenador y esta escultura que ha instalado en su jardín (que colinda con el mío).
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En el zoo de Gaza las cebras murieron de hambre durante la guerra de 2008. De manera que el guardián compró pintura negra y le dio una mano al burro.
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