Nederlands zonder moeite
Días atrás mi tío decía haber hecho en su clase de finés un elogio del otoño. Que yo sepa, no es finés lo que estudia sino flamenco (Nederlands zonder moeite). Y esto, porque aspira a que lo nombren sepulturero comunal de Zottegem. No seré yo quien lo acompañe en su celebración del otoño. No hoy, que llueve y hay que adelantar la hora. No hoy, que hace frío y las arañas escapan del jardín y se deslizan dentro de la casa. Ayer había luz y el campo estaba pintado de amarillo y borra-de-vino, pero hoy no y mañana menos. Hace un tiempo para quedarse en casa y condolerse de su suerte escuchando a Schumann, como quería Hugo Claus. Para componer una canción mezquina (Pobre niño gagá / Se parece a su mamá). O para cantar ésta, pensando en la semana que viene:
Maandag regent
Dinsdag regent
Onze kikker
Kan niet tegen.
Calle sin sombrero (La foto es de Wasily)