La basura
Entre una cosa y otra, esta tarde tuve un rato tonto y me leí Monsieur Ibrahim et les fleurs du Coran, una nouvelle de Eric-Emmanuel Schmitt. El francés maneja bien los recursos de la dramaturgia y mueve los hilos de la emoción como un consumado titiritero. Y saca de su chistera una carta que tira para atrás a cualquier islamófobo al uso, a cualquier Breivik en ciernes: el sufismo. Además, aunque Schimtt abuse del aspártamo, el público le ríe las gracias de buena gana.
Pero lo que quería apuntar es la división que el protagonista, el viejo Ibrahim, establece entre ricos y pobres. Si quieres saber si un lugar es de pobres o de ricos, le explica a su aprendiz, mira la basura. 'Si no ves ni basura ni bolsas de basura, es un lugar de ricos muy ricos. Si ves bolsas de basura pero no basura, es un lugar de ricos. Si ves basura junto a las bolsas de basura, no es ni de pobres ni de ricos, es un lugar turístico. Si ves basura pero no bolsas de basura, es de pobres. Y si la gente vive entre la basura, es que es muy pobre'.