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Camino de Santiago
20 janvier 2007

Los Placeres y Playa Ancha fueron mis canchas, ay Rosa

CuacaLargaParra

¿Qué lo mueve a poner la palabra « cueca » en el espacio de búsqueda de Youtube? Probablemente « la ausencia y la distancia », como dice el tango. Resultan 991 documentos. No todos muestran al baile típico chileno. Teniendo en cuenta que la cueca en Brasil son los calzoncillos masculinos, se produce un empate técnico entre la ropa interior y el baile. Además, algunos videos sitúan el espectáculo en la intersección de los términos, mostrando bailarines en calzoncillos o calzonazos bailando: Cueca 1.

Entre ellos, son numerosos los que no saben bailar cueca pero se dejan filmar en el intento. Esto puede dar materia al optimismo o a la vergüenza ajena, al ver caer los tabúes livianamente, aun cuando no se sepa muy bien para qué (para qué caen).  Se ven así cuecas puramente masculinas y cuecas puramente femeninas. Resulta curioso comprobarlo. Como se sabe, la cueca escenifica la corte que hace el gallo a la gallina y recíprocamente. Nuestra generación tuvo que batallar firme para ganarse el derecho a bailar sin pareja (el devenir histórico tiene sus exigencias) y la generación siguiente parece haber llevado el baile un paso más lejos: Cueca 2.

Al baile sin pareja también se llega por otras razones, infinitamente más tristes:  Cueca 3.

A propósito de género, pasemos a ver esta cueca cantada por Las Capitalinas. A Adolfo le parece « mejor que la cueca de ballet-folclórico-universitario-con-nombre-en-mapudungún, con arreglos corales, movimientos y gracia equivalente a un cuadro de baile del ejército soviético »Cueca 4.

En fin, el problema conmigo es que las cuecas me hacen llorar. Como ésa que dice Caramba, yo soy dueño del Barón, ay Rosa. No está en Youtube. Si la encuentran por ahí, avisen y la bailamos.

Fiesta_05_124

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Commentaires
J
La cueca está en el blog<br /> En este post<br /> En este post<br /> <br /> La cueca está en el diario<br /> En el comentario<br /> En el comentario<br /> <br /> Híper cueca bailable<br /> Va por el cable<br /> Va por el cable<br /> <br /> Súper la cueca seca<br /> Viva la cueca<br /> Viva la cueca<br /> <br /> Camino de Santiago<br /> Tómate un trago
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A
En toda Lovaina fría<br /> no hay quien mejor la baile<br /> la cueca con valentía<br /> con frescura y donaire<br /> <br /> <br /> No importa que truene<br /> caigan las tejas <br /> del cielo a la tierra<br /> matando las viejas<br /> Matando las viejas, si <br /> quién lo diría<br /> que en la Valonía<br /> cuecas vería<br /> <br /> La Ceci con el Toño <br /> no son bisoños
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J
Es difícil escribir una buena cueca. Nicanor pone la vara muy alta. El error tal vez esté en intentar usar la forma (que es chúcara) en unos temas agrario-laboristas, cuando no derechamente alcohólicos. Habría que probar suerte con una cueca sentimental, o bioética.
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A
Pertenecimos a una generación, urbana, que no reconoció a la cueca como un medio expresivo: otras fueron nuestras canchas subjetivas e ideológicas. No fuimos educados en sus códigos ni encontramos motivos para hacerlo por nuestra cuenta. Más bien la rechazamos por estar apropiada por el enemigo, como lo estaba casi todo en esa época. Era algo exótico, distinto y distante y puestos a elegir entre exotismos elegimos el de la quena y el charango. Otros eligieron el de la guitarra eléctrica y los teclados. Después hemos ido queriendo algunas cuecas, pero seguimos lejanos al género.<br /> <br /> Hoy resulta difícil comprobar la autenticidad de este movimiento de recuperación de la cueca urbana que están protagonizando algunos jóvenes chilenos, y que cuenta con ilustres precedentes en los Jaivas. Creo que es interesante como búsqueda expresiva, musical y literaria, pero, para mí, carece de interés si se trata de manifestar un gregarismo patriotero o una recuperación ramplona de figuras supuestamente identitarias como el “roto” chileno, ambos con olor a naftalina. <br /> <br /> Respecto al baile en sí mismo: el vídeo 2 muestra que la combinación de cueca con alcohol puede desatar el atrevimiento y la pasión entre todo tipo de hormonas, incluyendo las del mismo sexo. Curioso efecto colateral de esta danza de cortejo, es decir, de prolegómeno, de preámbulo y no de consumación como puede ser, por ejemplo, el tango o, de manera burda, el "reggaetón". Sobre la cueca triste del video 3, poco hay que agregar.<br /> <br /> En todo caso, coincido, en destacar la belleza de la cueca seleccionada para titular el "post" anterior: brillante expresión del subgénero “cueca con acordeón” y tópica porteña. Me ofrezco también para llorarla, que no bailarla, conociendo bien mis limitaciones al respecto y “porque soy un caballero”.
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