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Camino de Santiago
7 septembre 2008

Peces bajo la lluvia

Llueve. En el lago, los pescadores se parapetan bajo grandes paraguas de color verde oscuro, como los árboles, como el agua. Los patos de cuello verde, los somormujos, los zampullines, la garza gris y el cisne soltero los miran con indiferencia. Componen un cuadro otoñal, impresionista. Pescadores bajo la lluvia. 'Pêcheurs à la ligne par temps de pluie'. Pasarán el domingo atrapando carpas y tincas, sopesándolas, arrancándoles el anzuelo y devolviéndolas al lago. Están de concurso. En las Islas Británicas, tan civilizada práctica se considera una crueldad contra los peces y ha terminado por prohibirse. No tardará la prohibición en llegar hasta el borde de este lago. Las carpas parecen estar al tanto. Cuando los niños lanzan migas de pan a los patos, bajo el agua las carpas les muerden las patas.

Lago

En la piscina, una pareja de gordos no deja que una gota de agua los separe. Tanto volumen obstruye el paso de los nadadores pero los gordos sólo están para ellos. Ya fuera del agua, oigo el reproche de él a ella, con un suspiro en la voz: 'Por qué me has dejado solo'.

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Commentaires
F
¡Oh, sí! Qué relax... ¿No le entran unas ganas terribles de gritar "¡tiburooooón!"? <br /> <br /> La otra tarde estuve viendo un documental sobre mellizos y trillizos, y en él hablaban de cómo sus relaciones tienden a estrecharse en lugar de a distanciarse. O quizá es que no se distancian nunca lo suficiente, no lo sé. Me ha recordado mucho a los gordos, porque un trío idéntico galés había conocido y casado a un trío de idénticas galesas, y con el tiempo habían decidido irse todos a vivir juntos a una gran casa. Y por lo visto esto pasa mucho con los mellizos y los trillizos, etcétera. <br /> <br /> No sé si es bonito tener una dependencia mayúscula. Pero sí es una suerte que de darse el caso, haya quien te la sacie.
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J
Combinando una cosa con otra:<br /> http://www.chine-nouvelle.com/articles/20060730-piscine.html
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F
Me ha recordado el chiste de los ciento cinco mil chinos jugando al fútbol en una cabina telefónica. Cada vez que meten un gol el portero le dice a los suyos: "¡Es que me dejáis solo!".
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