18 juin 2009
Babélgica
Tal vez los numerosos lectores recuerdan el choque de trenes que se produjo años atrás en la frontera interior belga, producto del malentendido entre un conductor francófono y un controlador flamenco. Pues bien, la lengua ha vuelto a hacer de las suyas. Una muchacha va donde el tatuador y le pide que le tatúe tres estrellas en el pómulo. Se lo pide en flamenco, su lengua, porque la escena transcurre en Flandes. En seguida se duerme y se despierta con 56 estrellas que forman un 3. El tatuador es francés.
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