La maldición del ciervo
Allí donde lo ven, este vitral de la catedral de Rouen cuenta la historia de San Julián el hospitalario.
Cazador arrepentido y parricida muy a su pesar, su historia tiene todo de la más griega de las tragedias. La maldición de su presa lo condena al parricidio y, cual Edipo, se pasa media vida huyendo del oráculo para acabar cumpliéndolo cuando y donde menos se lo espera. Media vida en la que va de la fortuna al infortunio y de la voluntad al abandono.
Flaubert cuenta esto en el segundo de sus célebres Tres cuentos, su último libro, relato al que llama simplemente La leyenda de San Julián el hospitalario. Para hacerlo despliega un repertorio de proezas narrativas y, cuando acaba, señala que sólo ha estado detallando las imágenes que pueden verse en este vitral. Que se trata de un écfrasis, en suma, de un ejercicio similar al que hace un guía cuando intenta estimular la mirada distraida de los visitantes.