El muchacho escribe en la arena mojada «Te amo». Podría haber escrito «Te deseo» o «Qué ganas tengo de follar» o, en buen chileno, «Una cachita, no más, es lo que pido». Pero escribe «Te amo», se arrebola, saca una foto y se sienta a esperar a que venga una ola y lo borre.
Diario del Cono Sur, 12