La mejor película de Woody Allen no la hizo Woody Allen
Después del apocalipsis, los sobrevivientes suelen preguntarse: ¿y ahora qué? Le ocurrió a Francis Coppola, tras su versión del Corazón de las tinieblas, conocida como Apocalypse now.
Lo que siguió fue otra sobre corazones, One from the heart (Corazonada o Golpe al corazón).
La vemos ahora, treinta años después de su estreno, y disparamos los fuegos artificiales. Una historia de menos que nada (una pareja se ama y se detesta, ella sueña con unas vacaciones en Bora Bora y él con comprarse la casa donde viven, y echan, cada uno por su lado, una cana al aire, ella con un camarero sudaca, él con una eslava circense, para acabar abrazados en un final feliz), tratada a punta de cartón piedra y de neón colorido, de trompe l'oeil descarado, a punta de pura ilusión, con una maestría total.
El resultado es que la mejor película de Woody Allen no la hizo Woody Allen.
Un ejercicio de estilo impecable de cabo a rabo, en el que sólo desentona en parte la música melosa de Tom Waits.
La película tiene el valor añadido de haber sido un estrepitoso fracaso de público y de crítica y haber llevado a Coppola a la quiebra. Como se sabe, su obra es una sucesión de taquillazos y de patinazos. A ver si las veo todas para confirmar lo que presumo. Que las malas de Coppola son tan buenas como las mejores.