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Camino de Santiago

17 novembre 2011

El besuqueo

Flojita la campaña de Benetton sobre el besuqueo de los mandamases. Al Papa, como bien sabe su secretario privado, sólo se le besa el anillo. 

A

Además, la idea es de Charlie Hebdo.

C

Y al bueno de Barack lo ponen a bailar con el feo...

B

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16 novembre 2011

Mi primer palíndromo ilustrado

Se suele acusar a la palindromía de antojadiza. Ilustrar un palíndromo equivaldría así a agregar arbitrariedad ahí donde ya sobra. No lo veo así. El palíndromo agrega sentido al que ya traen consigo las palabras. Es probable que cuando alguien lee un palíndromo se imagine algo. Y es posible que esa imagen se asocie luego con ese juego de palabras de manera más o menos circular.

Pruebo entonces a ilustrar algunos palíndromos. Me los imagino con la ayuda de las imágenes que otros han creado pensando en otra realidad, más o menos próxima o lejana.

Comienzo por este: Ta bête te bat (Tu bestia te gana o bien Tu animal te golpea). La ilustración es de Walter Crane y está tomada de una edición infantil de las Fábulas de Esopo.

TA BETE TE BAT

W

14 novembre 2011

El camino

He estado mirando unas imágenes. No las he buscado, pero tampoco he podido dejar de mirarlas. Son imágenes de una piscina. Las he visto hasta la náusea. Cuando no puedo más con ellas, me levanto y salgo a caminar. Me detengo frente a una farmacia y entro a comprar tapones para los oídos. Los más eficaces. Me los pongo. Camino hasta dejar atrás la ciudad y dar con un camino de las afueras, buscando primero el río y luego  el bosque. No se ve ni un alma. Siento en sordina el ruido de mis pasos y el rumor de la ciudad que va quedando atrás. El camino es un trazado perfecto, no tengo más que seguirlo. Arriba, el cielo está despejado, el sol va bajando, las copas de los árboles se mueven con el aire. Hace calor pero a esta hora y con la brisa es un calor soportable. Me entran ganas de orinar y me acerco a un árbol, a un fresno. Cuando acabo, en lugar de sacudirme, me dejo la bragueta abierta y sigo andando. Me siento bien. Voy a gusto. El sol, la sombra, la brisa, todo está bien. Se trata de una sensación que he conocido en algún sueño, pero esta vez es real. Siento unos pasos detrás de mí pero no quiero cubrirme. Es un hombre que corre, que se entrena, lo veo pasar por mi lado sin detenerse. Sigo andando así, al descubierto, con los ojos puestos en las copas de los árboles. A lo lejos veo un puente de autopista bajo el cual mi camino pasa. No me aparto, decido continuar tal como voy, contento con mi manera de andar. No quiero romper esta sensación nueva. Por la autopista, se siente el paso de los coches. Bajo el puente, se ven rastros de un fuego hecho por alguien para calentar comida. Sigo avanzando, el camino pasa junto a unos matorrales y luego por un prado donde el río forma un remanso. Me acerco hasta el borde y me veo reflejado en el agua. Me gusta lo que veo, el reflejo confirma lo que estoy sintiendo. Siento el avance de una bicicleta por la espalda. Sigo andando, no me cubro. La bicicleta pasa, el ciclista no se vuelve. La ausencia de ruidos aumenta mi sentimiento. A lo lejos se ven venir dos personas, esta vez de frente. Tampoco esta vez me cubro. Son dos hombres, parecen venir hablando entre ellos. Cuando están a mi altura, uno de ellos me fija con la mirada. Pero no se detienen. Más adelante siento otra bicicleta por detrás. Me parece que el ciclista me saluda sin detenerse y yo respondo a su saludo. Sigo mirando la copa de los árboles, las formas de las nubes, los bichos, los reflejos sobre el agua en movimiento. A los lejos veo avanzar dos bicicletas. Esta vez se trata de una pareja. Pasan sin detenerse pero unos pocos metros después la bicicleta del hombre da un frenazo y una media vuelta, el tipo pone pie en el suelo y se planta frente a mí y me insulta. Con una mano sostiene la bicicleta y con la otra me da un golpe a la altura del hombro. Trastabillo pero sigo caminando. El golpe me perturba y sin embargo me es indiferente. El golpe y los insultos quedan atrás. Me duele el hombro pero sigo andando sin cubrirme. No me demoro nada en sentirme contento otra vez y camino así varios kilómetros. Pasan dos bicicletas en ambas direcciones, sin que nadie se detenga ni me insulte. El camino cruza ahora una zona poblada, se ve la parte posterior de algunas casas, las ventanas entornadas, los árboles frutales de los huertos. Ladran los perros. A lo lejos, en un cruce de caminos, parece haber un vehículo. Tampoco me cubro cuando veo que se trata de un coche de la policía. Dos policías me apuntan con un arma, me sacuden por el hombro adolorido, me obligan a abotonarme y me hacen subir al coche. Me parece que me llaman asqueroso.

P

10 novembre 2011

La wifi

No lo necesita, su propia conexión funciona perfectamente, pero se cuelga de la wifi del vecino con una excitación creciente.

R

Frédéric Bazille, Retrato de Pierre-Auguste Renoir

9 novembre 2011

Otros lo llamarán desorden

Bélgica reclama a Francia la devolución de un Rubens. O, para bajarle el perfil al asunto: Tournai reclama a Nantes la devolución del Triunfo de Judas macabeo, de Rubens, robado por las tropas napoleónicas de la catedral de Tournai en 1794 y cedido por el pequeño mandón corso al museo de Nantes.

Un diputado belga, comentando la noticia, se ha apresurado a declarar que se trata de una demanda específica y excepcional. No vayamos a dar ideas genéricas y ordinarias a los congoleños y comiencen a exigir la devolución del Museo de África central con elefante incluido. Esta, la de las reclamaciones y devoluciones, sería la vía rápida para un reordenamiento general del mundo. Otros lo llamarán desorden.

Los griegos podrían reclamar al Museo Británico la devolución de medio Partenón y mi tío Pepe a otro vejete una novia que tuvo.

R

Rubens, Autorretrato con Isabella Brandt 

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9 novembre 2011

La voz

En plena Europalia brasilera, recital de poesía de Augusto de Campos antenoche en Bruselas. 

Campos cumplió ochenta años este 14 de febrero. Un recital suyo es un espectáculo multimedia y se asemeja a un concierto de rock y a una performance visual. Lo acompañan su hijo Cid, el poeta António Cicero y los músicos Arnaldo Antunes y Adriana Calcanhotto. Enmarcados por los gobelinos de una sala del Ayuntamiento de Bruselas, los bajos de Antunes y los altos de Adriana consiguen maravillas al servicio de unas palabras desnudas y en seguida travestidas de luces y de ecos. Campos consigue también espléndidas puestas en escena de sus traducciones de Mallarmé, Rimbaud o del trovador occitano del siglo XIII Arnaut Daniel.

A la hora de las despedidas, nos acercamos a Adriana para hablarle de un amigo gracias al cual nos acercamos a ella. Su voz es mejor aún a corta distancia.

 ____________

Dos poemas de Augusto de Campos

semsaida

 Sem saída

C

Todo está dicho. Todo está visto. Nada es perfecto. Nada está perdido. He aquí lo imprevisto.

5 novembre 2011

Los hermanos

A vueltas con el niño siete billones. Filipinas, India y Rusia se lo disputan. Nacer, nació, pero es difícil precisar dónde. Lo único cierto es que no fue en el Vaticano. Ni en las Islas Vírgenes. Miro a ver y resulta que la más pequeña de las Islas Vírgenes se llama Isla Virgen Gorda. Ahí hay un titular: El Vaticano y la Virgen Gorda se disputan al niño siete billones.

En materia de sobrepoblación, la imagen de la familia numerosa compuesta por una matriarca agraria cuyas hijas mayores, que podrían ser sus hermanas, le ayudan a criar a la progenitura, está probablemente dos teledarios por detrás. La flor y nata de los países emergentes, los más poblados, ya han dejado atrás la transición demográfica y se han instalado a gran escala en el modelo de la familia nuclear, mamá, papá y el niño o la niña.

Las familias numerosas de hoy están donde no se las ve, a la salida de los centros médicos de punta, por donde la reproducción asistida reparte por el mundo a numerosísimos hermanos. Se pueden llegar contar por centenas, dicen.

No sé si la modernidad nos llevará a revisar algunos viejos mitos y algún que otro tabú. El del incesto, sin ir más lejos. El ser humano es lo que es, olvidadizo pero cabezota, y la temporada de búsqueda del padre biológico está abierta. En esos trámites, los hermanos que se ignoran pueden encontrarse... y reproducirse.

I

Tormenta y familia, óleo de Alex Colville

1 novembre 2011

El viejo y el muchacho

Ir en tren es lo que tiene, se conversa o se escuchan conversaciones. Esta señora morena es del Este del Congo, donde tenía un restaurante. Años atrás, un grupo de hombres armados irrumpieron en su local exigiendo comida y bebida. Ella obedeció, qué más podía hacer. Hasta que, como temía, apareció su hijo, que contaba con 23 años. Sin que ella alcanzara a impedírselo, el muchacho fue a exigir a los irregulares que pagaran si querían seguir bebiendo. Lo mataron de un tiro en la cabeza.

El señor de más adelante saluda a todo aquel que pasa por su lado. Parece estar de excelente humor. Su mujer va de pie, como si intentase evitar que él se levante y se marche. Tiene alzheimer, explica. Me di cuenta el día que tuvimos que tomar un avión. En cuanto subimos y nos sentamos, él miró la pantalla frente al asiento, se levantó y dijo: Aquí nos bajamos, hasta aquí no más llega este autobús.

O

Corot, Viejo con niño

30 octobre 2011

Una sala llena de Tintines

Spielberg secuestra a Tintín, como Zeus secuestró a Ganimedes. A cacharrazos.

El padre de la criatura no se opone porque está muerto y su albacea no se opone porque es un vivo. Con todo, me temo que de estar vivo el padre de la criatura tampoco se hubiese opuesto. Como tampoco está claro que el padre de Ganimedes se opusiese a Zeus. Spielberg y Zeus son relativamente irresistibles. Salvo para mi tío Pepe, que no había visto ninguna del maestro de Ohio (del Oyó, como dicen los franceses), hasta anoche tarde.

Tintín, el filme de Spielberg, le hizo reír, y la idea de envolver a los seres en movimiento es llamativa. Las narices de los personajes salen favorecidas con el resultado, las de Tintín, de Haddock y de la Castafiore. No todas, no las de Milú, ni las de Hernández y Fernández.

Pero lo marearon los cacharrazos, me cuenta, el océano y el desierto, la inmensidad que no se está nunca quieta. Le hizo gracia, en cambio, le tomó cariño al viejo carterista, se identificaría con él. De joven, mi tío se parecía a Tintín pero ahora se parece a Haddock.

Otra curiosidad pero no mucho, la sala estaba llena de Tintines.

T

29 octobre 2011

Autorretrato con gato

Los personajes que circulan por los Diarios de Iñaki Uriarte son bilbaínos mayormente. Pienso en ellos y en cómo habrán corrido a verse existir sobre el papel, por debajo de esas equis y esas zetas con que Uriarte los nomina. ¿Entonces ése soy yo? Qué extrañeza de saberse objeto de impresiones. También pienso en aquél que está en el otro extremo, el que nunca se enterará de nada: «Este hombre con el que me cruzo por la Gran Vía y yo jugábamos juntos de pequeños en la hierba de Central Park. Él no lo sabe».

La breve cita basta para ponerlo en evidencia: en sus Diarios, Iñaki Uriarte ha dado con el tono. Es el tono del monólogo, afirma él, del diálogo consigo mismo. Un monólogo que, en cualquier caso, nunca me excluye a mí, lector, que siempre me resulta inteligible. Esta cualidad pasa probablemente por la manera como Uriarte pule su prosa, como Spinoza pulía sus cristales. 

Además de los equis y los zetas, unos cuantos personajes conocidos asoman también por las páginas de este segundo volumen. La reina y la princesa, sin ir más lejos. Y un torero vasco de renombre, José María Recondo. Los escritores, en cambio, son legión. «Si se trata de un escritor, no me bastan sus obras. Me gusta saber cómo es o cómo fue la persona. Al fin y al cabo, la literatura es eso. Narrar la historia de alguien que no es lo que parecería si sólo se conocieran sus obras, su apariencia. Lo que hace el literato con sus personajes, lo hago yo con los escritores».

Lo que hace Uriarte consigo mismo, por su parte, es ejercer magistralmente el arte del autorretrato: «La bestia que llevo dentro es pacífica, soñadora, fuerte. El ángel que la cabalga es mucho más tortuoso, endeble, aguafiestas». 

Y esto: «Una de las cosas que más me gustaría es ser más inteligente. Si pudiera llamar a alguien como el técnico que me ha ofrecido hoy instalar más memoria en el ordenador, y me preguntara: ¿qué prefiere, que le ponga a usted un poco más de inteligencia en el cerebro, o un poco más de felicidad?, dudaría un momento. Eso me pasaría porque me falta inteligencia». Sospecho que hay más de una figura retórica contenida ahí. No sé qué nombre llevará eso de demostrar algo afirmando lo contrario. 

En cuanto al lector, para volver a uno, supongo que experimento algo semejante a lo que siente Bloom, el crítico, al leer a Píndaro: eso de llegar a creer que uno ha creado aquello que sólo ha leído. Tanto como sentir lo opuesto, la certeza de que esa harina no la he hecho uno, o nunca tan fina.

Dicho esto, se desprende que los elogios sobran. También porque ya están de sobra emitidos. Como emitido está también un primer y hasta ahora único escupitajo en la escudilla, según la expresión de Lihn. Es lo que tiene el reconocimiento, que despierta envidias. Sobre la envidia ha escrito el propio Uriarte: «Creo que no he envidiado mucho ni me han envidiado nada». Pero eso sería antes de publicar los dos primeros tomos de sus Diarios

La ilustración del primer volumen muestra una voluta de humo de tabaco. La del segundo, al gato. Yo soy el lector y me pregunto ya cuál será el icono del tercer volumen. 

IU

21 octobre 2011

Las fieras

Terry Thompson vivía en Ohio -en el Oyó, como dicen los franceses- junto con sus fieras. Nada raro en Norteamérica, donde mi libertad es también la de mis vecinos. Hace unas semanas, su mujer lo dejó por otro y el martes Thompson decidió suicidarse. No sin antes liberar a sus regalones. Dieciocho tigres de Bengala, veinte leones, diez osos, unos cuantos lobos y un pobrecito mono. 

El sheriff de la localidad se armó de rifles y de impaciencia y organizó el safari. Uno a uno fueron cayendo las fieras, unas bajo las ruedas de los coches, otras bajo las balas del sheriff. El único que se mantiene en sitio desconocido es el pobrecito mono. Alcancé a alegrarme por él hasta que oí decir que probablemente se lo comieron los leones. Escaparse y correr por las autopistas abre el apetito.

Los trinos que ha sacado el affaire corren también por las autopistas de la Red. Que si los derechos de los animales, los de los vecinos, los del sheriff. Mejor nos llevábamos con los búfalos.

O

El informe de ABC News.

19 octobre 2011

El nombre

En Domicilio conyugal, de Truffaut, representó a Marie, una prostituta politizada (los tres primeros minutos del vídeo). Fue una de las firmantes del Manifeste des 343 salopes. Un accidente de tráfico la dejó tetraplégica. En los noventa, se instaló a vivir en un islote en el norte de Kenia, frente al mar. Allí la raptaron sus verdugos, que acaban de ejecutarla en Somalia. Se llamaba Marie Dedieu (María de Dios) y era parisina.

El sino del nombre. Con razón las niñas indias que llevan por nombre Nakushi (No deseada) quieren cambiárselo.

M

14 octobre 2011

Los primos

Otro 12 de octubre. En Bruselas se inaugura la Europalia, consagrada esta vez a Brasil. Clovis Rossi, que a su vez inaugura blog en EP (y en portugués), cuenta de la presión que ejercen los organizadores para que desde Brasil envíen indios. En estas materias, aparte del librito de Todorov, la mejor réplica es la del pintor Murúa: Indien toi-même.

Hablando de blogs, el Wall Street Journal despide al director su edición europea después de que The Guardian denunciara que el WSJ compra su propio tiraje para aumentar ventas. Tras pasar a manos de Murdoch, el WSJ se ha convertido así en el diario ideal. En un blog, o sea. Tú te lo guisas, tú te lo comes. Todo muy Murdoch, quien lee sus diarios con varias semanas de anticipación.

Por otra parte, resulta que Bojan y Messi son primos. El jardinero de unos conocidos de Uriarte en Neguri es primo de Evo Morales. Y mi vecino del tren es primo de la Mary Poppins. Todos somos primos, sostiene mi tío. Es la ley de hierro de la antropología. Todos somos primos, menos él y yo, que somos tío y sobrino.

Y hablando de la parentela, este diálogo entre los hijos de Ségolène Royal y François Hollande a la hora de ir a votar en las primarias del PS francés: ¿Tú por quién vas a votar, por el papá o por la mamá?

Ah, sí, y los sondeos, menudo tonteo. De éste no sorprende el resultado, sorprende el sondeo: Cerca de la mitad de los belgas no rechaza en bloque al nazismo.

C

Photo de Arthur Ikishima

10 octobre 2011

El anarquista moderado (2)

A

Foto de Víctor Ruiz
(D'après R. A. Plaza.)

 

8 octobre 2011

Porque hoy es sábado

El lector de noticias comienza por probárselas, a ver cómo le quedan. Jobs murió a los 56 años. Tomas Transtroëmer, flamante Nobel de literatura, sufrió a los 60 un ictus que lo dejó hemipléjico y afásico. Para quienes nacieron en los años cincuenta, no digamos ya para quien nació en febrero del 55, estas novedades echan como una sombra negra sobre el periódico. La negra sombra que cantaba Luz.

Otra cosa es el consumo religioso de las necrológicas. Esa frasecilla de Jobs que pone a la feligresía mundial de rodillas: Encontrad lo que amáis. No la entendía del todo hasta que unas estadísticas, benditas ellas, vinieron a aclararme su sentido. Como decía Picasso, yo no busco: encuentro.

Pero no era de esto de lo que quería decir algo. Ni tampoco sobre FS, que advierte a quienes creíamos que la vida era broma que estábamos profundamente equivocados. Ni siquiera sobre Bélgica, que por fin se da una alegría. Lo mío hoy sábado va de animales. Aclaro que no soy animalista, no me alcanza el tiempo para todo. Pero en sus Diarios, Uriarte recuerda una idea de otro diario, el Diario de un mal año, de Coetzee: los animales son nuestros prisioneros de guerra, de esa guerra que perdieron cuando los humanos inventamos las armas de fuego. Y viendo a un rebaño pacer, le da la razón. 

En Chile, por estos días, mucha gente cree estar a punto de echar abajo el modelo de educación superior, que es carísima y malísima simultáneamente. Y lo que se yergue frente a ella para impedir que culmine el derribo es la policía montada. La emprenden entonces contra el jinete y también contra el caballo. Lautaro, joven libertador de América, tuvo que convertirse en mozo de caballerizas de Valdivia para entender que los conquistadores no eran centauros. Intentó explicárselo a los suyos pero no está claro que lo consiguiera, o no del todo. Unos cuantos siglos más tarde la cuestión no está resuelta. ¿Es legítimo arrearle una también al caballo?

C

Circulan por la Red las imágenes de la paliza que le dieron unos capuchas a un policía en el cementerio de Santiago. ¡En el cementerio! ¡Muerte sí, funerales no!, escribía Nicanor en el glorioso año del 69. Y Rodrigo: En los subterráneos de la psique colectiva, todo el mundo a la muerte grita Viva. La serie de fotos culmina con una del caballo policial ensangrentado, y es la que causa más estupor. Tanto como que, en el pie de foto, al caballo se le llama caballar. Roberto Merino llamaba la atención sobre esto: en las páginas de sucesos a los caballos se les llama caballares. Llevar registro de la realidad consiste también en eso, en la actualización del bestiario del Reyno. Caballares, perros, guanacos, zorrillos, pingüinos, jotes, buitres.  

Pero hoy es sábado y mañana domingo: no hay nada como el tiempo para pasar, cantaba Vinicius.

Fotografía de Kena Lorenzini.

4 octobre 2011

El anarquista moderado

En su entrevista con El Comercio, Iñaki Uriarte, flamante premio Euskadi de ensayo, recuerda lo que había apuntado la policía franquista en la ficha de Savater: anarquista moderado. Lo que me lleva a recordar el distingo que introducía Parra refiriéndose a Paz: No es lo mismo ser un surrealista diplomático que un diplomático surrealista.

A saber qué dirá la ficha policial de Uriarte, quien, por cierto, está convertido en un trending topic en Twitter. Véase lo que cuenta al respecto un tal Pérez. O, como diría Austin, cómo hacer cosas con las palabras.

A todo esto, las fichas policiales de literatos ¿son literatura? Los Archivos franceses exponen por estas fechas una serie de fichas policiales del pasado siglo. Mann, Hitler (le Mussolini allemand), Dalí. Sobre la ficha de Cocteau se lee: Poète, anarchiste, homosexuel à Paris. Una cosa es ser homosexual y otra, por lo visto, ser homosexual en París. Loca perdida, querrá decir.

F

Savater, caricatura de...

3 octobre 2011

El confesor

Mi tía me cuenta una historia de cuando el propietario de la hacienda donde ella vivía, Don Salvador, era poderoso y pío. En ese orden. A los oídos de Don Salvador había llegado el rumor de que uno de sus trabajadores le robaba.  Don Salvador ya no durmió tranquilo hasta dar con la manera de descubrirlo y echarlo. Por ese entonces pasaba por la hacienda la misión que recorría los campos bautizando, confesando y casando. A don Salvador se le iluminó la vela, se vistió de cura y se metió en el confesionario, donde confesó a los trabajadores y al propio ladrón contrito. La penitencia fue severa y consistió en la expulsión fulgurante del trabajador manilargo.

Andando los años Don Salvador enfermó, se sintió muy desvalido y vio en este pecado la causa de sus males, un castigo de Dios. Embarcó a Europa y en Roma pidió audiencia con el Papa, quien lo escuchó en confesión y le impuso como penitencia la exigencia de que tomara los votos de pobreza. Don Salvador repartió la hacienda entre sus hijos y cedió unos terrenos a dos congregaciones, una de curas para que construyeran una escuela para niños, y otra de monjas para que construyeran una escuela para niñas. Mi tía lo recuerda entrando y saliendo de la iglesia, apoyado en su bastón, con ropa de buena calidad pero raída.

Atención a los pecados y atención al confesor. Uno de los confesores que oficiaba tiempo atrás en el propio San Pedro, en el Vaticano, era un impostor y fue desenmascarado por la Guardia suiza. La historia de Don Salvador no parece ser tan rara. Luis Buñuel cuenta en sus memorias cuánta gracia le hacía salir a dar una vuelta en sotana por Madrid.

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Por lo visto, no sólo en sotana.

1 octobre 2011

El remolino

Siempre hay alguna nimiedad que viene a perturbar la paz del hombre. Te subes a la hamaca pensando en la siesta y la vecina echa a andar la segadora. O el gato remueve su retrete. Primavera con una esquina rota se llamaba un libro de versos. Pero el antídoto contra una nimiedad es otra pequeñez. Para celebrar al anticiclón inesperado y a estas tardes de sol de otoño y luna nueva alguien ha izado un remolino de colores en el seringuero. Apenas se mueve pero avisa ya de la saudade que un día tendremos de este día.

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30 septembre 2011

El Plan Z

Cualquiera tiene un plan, un plan B, o un plan C incluso, pero rara vez hay que contar hasta la zeta. Mi tío Pepe lee algo sobre Monza en el diario y se acuerda del Plan Z, de su primera vivencia palindrómica. Sería 1972, él vivía en Chile, era un niño pero ya fumaba. Y el tabaco escaseaba. La tabacalera estatal había lanzado una nueva marca de cigarrillos, Monza. Desde la derecha, echaron a correr el bulo según el cual, visto al revés, MONZA quería decir Plan Z NOW. La A al revés significaría plan, la zeta, zeta, y así sucesivamente, tal como muestra la imagen.

Y más, porque la imagen muestra lo que esconde, la efigie de Guevara camuflada en el coche, donde indica la flecha. Se trataba de un palíndromo escripto-visual, como dice mi tío Umberto.

M

Ahí queda eso. El Plan Z (la solución final) consistía en asesinar y despojar a la gente de bien, y los cigarrillos Monza eran el mechero para encender esa dinamita.

La campaña del terror portó sus frutos negros. Pero esa historia ya está contada y de tan siniestra ya da un poco de risa. A lo que iba es a que la palindromía no es puro humo. También, como el tabaco y la velocidad, mata.

______________

Luego me entero de que esta historia, como tantas otras, es importada, que tiene su precedente en Norteamérica, donde en la cajetilla de Marlboro hay quien veía las tres K del Ku Klux Klan, incluso las piernas de unos ahorcados. Y dentro del dromedario del paquete de Camel a un niño meando y en la de Kent a una señora pilucha.

28 septembre 2011

El poliexperto

Sobre Alessio Rastani, el corredor bursátil que inquietó al mundo afirmando en la BBC que dentro de doce meses los ahorros de millones de personas van a esfumarse, ya se ha dicho todo o casi todo y, en resumen, que es un farsante.

Lo cierto es que Rastani es un poliexperto multifunciones. Aquí se le ve opinando sobre la relación entre el bunga bunga y los atascos en Teherán. Very interesting. 

A

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