Canalblog
Suivre ce blog Administration + Créer mon blog
Publicité
Camino de Santiago
20 février 2007

Otro libro del desasosiego

2666, Roberto Bolaño, Anagrama, 2004

2666portada

1200 páginas no descorazonan al lector que tiene entre manos 2666, última y definitiva novela de Roberto Bolaño. Al contrario, al ver que el final se acerca éste puede obligarse a desacelerar la lectura por miedo a que el libro se acabe demasiado pronto. Inútil, porque la última página del libro bien puede ser la primera. La novela que, como dice el tópico, se lee “de una sentada”, está dividida en cinco partes que pasan a detallarse:

La parte de los críticos. Los críticos han puesto 2666 por las nubes. No se puede decir que el autor haga otro tanto con los cuatro críticos que protagonizan la primera parte de la novela, un español, un francés, un italiano y una inglesa (parece chiste), expertos todos en un escritor alemán, Benno von Archimboldi, cuyos pasos siguen hasta Santa Teresa, en el norte de México. Estos críticos son pedantillos y calentones y, de cierta manera, anodinos. En lugar de cerrar la obra (qué más quisieran), los críticos la introducen, le sirven de marca-páginas.

La parte de Amalfitano. Oscar Amalfitano es un profesor de filosofía que nació en Chile y vive en Santa Teresa, tras pasar buena parte de su vida en España. Como su apellido lo indica, su abuelo era napolitano. Amalfitano tiene una hija, Rosa, nacida en España, a la que ha criado solo, porque su madre los abandonó a ambos. La imagen de Chile que se desprende de la parte de Amalfitano tampoco es brillante. Evocando a Lonko Kilapán, que publicó en 1978 O’Higgins es araucano para demostrar que los araucanos son griegos, Bolaño estima que en la prosa de Lonko Kilapán caben todas las tendencias políticas chilenas, “desde los conservadores hasta los comunistas, de los nuevos liberales hasta los viejos sobrevivientes del MIR”. A pesar de vivir desde hace mucho lejos de Chile, Amalfitano es irreductiblemente chileno (cabría explicarse sobre este punto, pero la explicación entra en media página como en otras 1200), al punto que se obstina en llamar “perritos” a los ganchos para la ropa (con la ayuda de uno de estos “perritos” cuelga un libro en el patio de su casa), y en los aeropuertos europeos debe separarse de su hija al momento de guardar la fila para presentar el pasaporte.

La parte de Fate. Oscar Fate es un periodista afroamericano (que es como hay que llamar ahora a los negros norteamericanos). Su parte se resume en aterrizar por Santa Teresa casi por error, para cubrir un match de box que no dura más de un asalto, y conocer allí a Rosa Amalfitano (otro Oscar para Rosa), y conseguir aparentemente sacarla de allí.

La parte de los crímenes. Esta es la parte medular de 2666. Para decirlo con las palabras de Amalfitano, 2666 no es un ejercicio de estilo sino un combate donde “hay sangre y heridas mortales y fetidez”. Crímenes contra mujeres se cometen en todas partes, pero la magnitud de la ola criminal que ha asolado al norte de México a partir de los años noventa se escapa de cualquier parangón. Estos crímenes esconden y revelan “el secreto del mundo” y ése parece ser la revelación que transmite 2666. Al contrario de las novelas de género, donde el asesino se encubre entre los personajes y el lector debe echar mano a su cachativa para encontrarlo, los asesinos de 2666 no están entre los personajes sino en la calle. Y quien salga a la calle a buscarlos, se encontrará no sólo con los asesinos sino, sobre todo, con las víctimas, con más y más víctimas. Con un basural repleto de víctimas. En 2666, los asesinos seguramente se potencian y se protegen unos a otros. Y Santa Teresa es “nuestra maldición y nuestro espejo, el espejo desasosegado de nuestras frustraciones y de nuestra infame interpretación de la libertad y de nuestros deseos”, como la retrató Bolaño en su última entrevista. O, como la describe Baudelaire en el epígrafe de la novela, “un oasis de horror en medio de un desierto de aburrimiento”.

La parte de Archimboldi. 2666 acompaña por el frente oriental y occidental, durante la Segunda guerra, la trayectoria de uno de sus protagonistas, el soldado alemán Hans Reiter. Y luego su transformación, a lo largo del siglo veinte, de niño campesino en Prusia a jardinero en Venecia y candidato al Nobel de literatura, recorrido al que se engarzan un sinnúmero de historias paralelas, entrantes y salientes. Esta parece ser la forma de 2666. En lugar de ser un espacio con muchas entradas y un solo centro, como el laberinto, la novela es un sinnúmero de entradas abiertas y relativamente convergentes, un laberinto de laberintos. La última historia es ésta: en un parque, Alexander fürst Puckler le cuenta a Archimboldi la suerte de uno de sus antepasados “gran viajero, hombre ilustrado, cuyas principales aficiones eran la botánica y la jardinería” y que escribió estupendos libros de viajes. “Lo que no pensó jamás fue que pasaría a la historia por darle el nombre a una combinación de helados de tres sabores”, el equivalente alemán de la cassata siciliana. Archimboldi se dispone a tomar el avión que lo llevará a Santa Teresa, hasta donde lo siguen los críticos, ciudad donde se cometen tantos y tan horrorosos crímenes de mujeres, y donde vive un profesor chileno y su hija española. Llegado a este punto, la página 1200, el lector puede cerrar el libro. También puede reabrirlo.

Publicité
Publicité
18 mai 2007

Olor a gas

3865213308Pelando la cebolla (Beim Häuten der Zwiebel) se llama la autobiografía de Gunther Grass, que fue nazi a los 17 y es antinazi a los 79, supongo que como muchos, tal vez la mayoría de los alemanes de su edad. Me imagino que por pelando la cebolla querrá decir :

1. Pelando el ajo (trabajando y llorando)
2. Levantando capa tras capa de la cebolla hasta llegar al perfumado corazón del bulbo. ¿A qué huele el bulbo? A gas. O al revés. El gas es inodoro y le agregan olor a cebolla para detectar los escapes.

_______________________________________________________

Bernard Kouchner, fundador de Médicos sin fronteras y ex ministro de Salud del gobierno socialista de Jospin, es el nuevo ministro de Negocios extranjeros francés. « Negocios extranjeros sin fronteras » no sé si sea una contradicción en los términos o el término de las contradicciones. Qui vivra verra quel sang coulera, decía Aragon.

_______________________________________________________

Nauseabundos los argumentos de la derecha chilena para negar por enésima vez el derecho a voto a los chilenos que viven en el extranjero. « Es ilógico que quien pasea en góndola por Venecia decida quién gobernará », argumenta un descarado presidente del partido Renovación nacional.  El ex candidato a presidente Piñera, quien prometió durante la campaña el apoyo a la ley a grupos de chilenos en Suecia y España, se pregunta ahora, para justificar la abstención de los suyos: « ¿Cómo se va a acreditar la característica de ciudadano chileno de las personas que se quieran inscribir, cómo se va a acreditar que son mayores de 18 años cuando no tienen carné de identidad? ¿Con el carné de chofer, con una declaración, mostrando la barba los hombres o mostrando otras cosas las mujeres? ». Venecia, la barba, las otras cosas de las mujeres, cualquiera cree que leen demasiado a Thomas Mann. Como en La montaña mágica, no se emancipan del lenguaje biologista de sus mayores.

3 juillet 2007

Masacre en Marib

En el camino que lleva de Saana, la capital del Yemen, a la ciudad en ruinas de Marib, donde una gigantesca presa en medio del desierto ha permitido que durante siglos surja lo que los romanos llamaron la Arabia feliz y que fue, según se dice, la tierra de la reina de Saba, las tribus locales retienen con alguna frecuencia a los turistas para usarlos como moneda de cambio con el Gobierno. El templo circular de la reina de Saba está también en ruinas y de las numerosas columnas que contaba, la islamización sólo dejó cinco en pie, para representar los cinco principios del Islam. Por ellas se trepan los niños, vestidos, como los hombres, con faldón y chaqueta, llevando al cinto la daga curva, la jambia. Fue allí donde Al Qaeda lanzó ayer un coche-bomba contra un convoy de turistas españoles, con saldo de nueve muertos.

Marib_1

El Yemen es un país paradójico (como todos, a su manera). Las viejas kalachnikofs aporreadas apuntan a diestra y siniestra y, sin embargo, en los pocos días en que allí estuvimos, nunca nos sentimosen peligro. Pero la masacre de ayer demuestra, como si hiciera falta, que las amenazas de Al Qaeda, por delirantes que parezcan, reconquistar Ceuta, Melilla y Andalucía entera, castigar a quienes juzgan a los asesinos de la masacre de Atocha, tienen la gravedad de la imbecilidad. Ay de mi Alhama, como dice el romance. Asoman criminales majaderos, cargados de explosivos, por arriba y por debajo.

______________

Un detalle apenas. Los lectores del principal periódico yemení en línea, Yemen Times, se enterarán de la matanza mañana 4 de julio.

20 septembre 2007

Chamuscada Sicilia

En Sicilia la mafia ha prendido y se ha enraizado como en ningún otro sitio, chamuscándola como los incendios de los veranos.

Trinacria

Sicilia es una isla exportadora. De fruta, de vino, de aceite. Es un placer tomar unas naranjas sicilianas, un buen vino o su delicioso aceite en la isla misma o en cualquier lugar del mundo. Sin embargo, lo que mejor y más lejos ha exportado la isla, lo que más ha calado en los mercados mundiales es un concepto correoso, el de la mafia.

Es injusto con los sicilianos que se les asocie automáticamente con la Cosa Nostra y sus prácticas. Porque mafias hay en casi todas partes. Basta echar un vistazo al diario para ver que la llamada actualidad suele ser obra de organizaciones mafiosas o bien su marca no anda lejos. Y lo inquietante es que la de los diarios es la actualidad visible o descubierta y lo propio de las mafias es operar en la sombra.

Lo cierto es que es en Sicilia donde la mafia ha prendido y se ha enraizado como en ningún otro sitio, chamuscando la isla como lo hacen los incendios de los veranos. No es casualidad si el pueblo de Corleone se encuentra a unos cuantos kilómetros de Palermo, la  capital siciliana, y tenga el nombre del célebre padrino de la novela de Mario Puzo, llevada al cine por Francis Ford Coppola.

Por las calles de Palermo desfiló este sábado 8 de septiembre un millar de personas en apoyo al periodista palermitano Lirio Abbate, amenazado de muerte por la mafia local por denunciar, en su libro Los cómplices, a los hombres de ésta en el Parlamento, así como la extorsión que la mafia ejerce sobre los comerciantes locales y, también, la anuencia de éstos para plegarse a estas exigencias.

El sondeo semanal de La Repubblica indica que el sentimiento de miedo aumenta no sólo en Sicilia sino en el conjunto del territorio italiano. Un hecho seguro es que nos sentimos inseguros, escribe el diario romano. La ola migratoria ha traido buen número de pobres hasta las costas italianas y en las ciudades la figura que la representa es la del lavavetri, el limpiavidrios que se acerca a los automovilistas en las esquinas armado de un trapo y de una escobilla. Una incongruencia más, junto a los millones de autos y de motos que han tomado por asalto unas ciudades  creadas para circular a pie o a caballo. Como de costumbre, el miedo se proyecta en las víctimas de las mafias más que en las mafias mismas, que son quienes organizan el tráfico de seres humanos, las que reescriben los balances, las que compran el silencio informativo.

Sicilia, desde donde escribo estas líneas, se ve tranquila y no particularmente amenazadora, chamuscada eso sí, como está dicho, por los numerosos incendios del verano. Pero es bien sabido que las aguas mansas esconden culebrones. Tal vez sea Leonardo Sciascia, el novelista siciliano que mejor ha descrito la mafia y sus prácticas, quien exprese el sentimiento indecible que asalta al extranjero frente a la belleza de ésta, la mayor isla del Mediterráneo, donde una piedra es griega, la otra romana, la tercera árabe y la cuarta normanda: Sicilia tiene tres puntas y siete caras. Ver las casas y descubrirlas habitadas es una sorpresa. En ellas, la gente se mueve como en un mundo que está más allá de las palabras, como en una sobreviviente y sin embargo atrofiada humanidad. Aquí nuestras voces suenan dispersas, irreales.

logocl 20 de septiembre de 2007 PDF

13 septembre 2007

Nicanor Parra contra la ley de la perspectiva

Nicanor Parra no respeta la ley de la perspectiva y se agranda a medida que se aleja.

Parra

A la lista de definiciones de antipoesìa que propone el propio Nicanor Parra (un temporal en una taza de té; una capilla ardiente sin difunto) cabrìa tal vez agregar otras dos: la antipoesìa es una manera de leer el diario y un método para redactar titulares de prensa. Espero que un estudio que subraye la familiaridad de la antipoesìa con el periodismo ya estè escrito y contenga al menos estas dos ideas: Parra escribe antipoesìa con materiales similares a aquéllos con los que se hace un periòdico. Y, también, el lector ideal para la antipoesìa es aquél que acaba de leer el diario y lo bota al papelero. Para reciclarlo, desde luego.

Borges decìa que quien quiera enterarse de cuanto ocurre en el mundo pierde su tiempo leyendo el diario. Parra no lo contradirìa probablemente y, sin embargo, propone otro camino y con materiales de derribo tomados de la prensa formula un discurso alternativo. Octavio Paz, surrealista diplomàtico (lo que no es lo mismo que ser diplomàtico surrealista), aconsejaba por su parte a un aprendiz de poeta: En los ratos libres pasta sin cesar: hay inmensos predios de periòdicos.

Lo cierto es que Parra ha escrito magnìficos poemas directamente sacados de los diarios, como los espléndidos Mil novecientos treinta y Noticiero 1957, compuestos ambos con los endecasìlabos (Plaga de motonetas en Santiago) con los que los periodistas encabezan las noticias. La experiencia del Quebrantahuesos, en la que se embarcaron Parra y Jodorowsky en su ya remota juventud consistìa precisamente en cortar y pegar titulares de diarios para romperle los huesos al lenguaje periodìstico e intervenir por esa vìa en las conversaciones entre parroquianos quienes, como es bien sabido, suelen intercambiar frases directamente tomadas de la prensa.

El formato màs reciente de la antipoesìa, el del discurso de sobremesa, es también marcadamente periodìstico, tanto por sus temas, cuanto por la manera, que es la de un comentarista de una actualidad tan cambiante como repetitiva. Parra resume la actualidad o la adelanta. Un poema como La batalla campal, escrito en 1969, que relata el enfrentamiento entre energùmenos y robots frente a La Moneda, prefigura el  11 de septiembre de 1973. Treinta y cuatro annos màs tarde la Encuesta Casen confirma que la desigualdad entre chilenos es creciente. Este es, entonces, el consejo de Parra a Su Excelencia: Nadie debe ganar màs que SE el Presidente de la Repùblica. Ni menos, dijo el otro.

Incluso el artefacto aquel que afirmaba que la izquierda y la derecha unidas jamàs seràn vencidas aparece tres dècadas màs tarde como algo màs que una mera boutade, cuando la la derecha prueba a aduennarse de los valores de la izquierda y èsta se muestra a menudo profundamente reaccionaria. En Italia por estos dìas da mucho que hablar, como todo en Italia, aun antes de ser publicado un libro de parreano tìtulo: El liberalismo es de izquierda. Parra lo dirà a su manera, ni capitalista ni socialista, sino todo lo contrario: ecologista intransigente. Quien lea los Discursos de sobremesa verà que Parra repite y se repite, como hacen los pedagogos y los periodistas, poniendo en boca de unos y de otros sus propios conceptos. Incluso prodiga consejos que el gremio periodìstico desoye: Escriban lo menos posible y solamente en el idioma patrio.

Este septiembre, Nicanor Parra cumple 93 annos. Desde luego, como dice él mismo hablando de los demàs, Parra no respeta la ley de la perspectiva y se agranda a medida que se aleja.

 logocl 13 de septiembre de 2007 PDF

PS: Escribo en un teclado italiano. Disculpas por los acentos y la ausencia de la vieja y querida letra enne.

Publicité
Publicité
23 septembre 2007

Diario del monte de los olivos

Escrito e ilustrado en Sicilia en septiembre de 2007
Para la Tita


foto_Antonio_de_la_Fuente

 

Las piedras son mudas y los guías elocuentes

Según Empédocles de Agrigento, los antiguos sicilianos construían como si fueran inmortales y comían como si fueran a morir al día siguiente. 25 siglos más tarde, los sicilianos siguen comiendo de la misma manera. Ahora también construyen como si fueran a morir al día siguiente.

Agrigento, el valle de los templos griegos. Columnas dóricas, concepción europea, mano de obra cartaginesa. 25 siglos más tarde seguimos donde mismo.

Para proteger a los jóvenes de los sueños del alba, los griegos sacrificaban animales en el altar de Zeus. Parece tiempo perdido, 25 siglos después.

¿Por qué los dioses permiten a los hombres prosperar, crecer y multiplicarse? Porque los hombres les ofrecen las mejores piedras, las sobrevivientes, las que fueron griegas y romanas, y luego fueron árabes y después normandas. 25 siglos más tarde, las piedras todavía dan de comer a los guías turísticos.

Sicilia_septiembre_2007_266

Un juego de video

Para llegar a Monreale, hay que atravesar el calvario, el purgatorio y el limbo, esto es un barrio palermitano, oír bocinas, oler bencina, sortear motos,  ambulancias, peatones, carros de bomberos. Atravesar un barrio palermitano es como probar suerte en un juego de video, pero con adrenalina de verdad. En Monreale, las historias que cuentan los mosaicos de la catedral y los capiteles de las 228 columnas del claustro valen la travesía del calvario y la del purgatorio y la de Palermo. Y son mucho más divertidas que un juego de video.

Avispas al almuerzo

Quien dijo que los dinosaurios desaparecieron no se ha dado de cara con un lagarto siciliano. Los dinosaurios no han desaparecido. Sólo que con el cambio climático han ido encogiendo.

Es de noche y despierta el ladrido de los perros. Una pareja de jabalíes pretende comerse su comida. Los jabalíes dan un paso adelante y los perros dan dos pasos atrás. Ladrando, para que no se note.

Se dice que el pez grande se come al pequeño, pero los peces sicilianos son vegetarianos y no se apartan del bañista, más bien lo siguen como si éste fuese un pez y supiese del lugar donde está el tesoro.

Primer trabajo del domingo, salvar bichos de la piscina. Prioridad a las abejas. Segundo trabajo del domingo, espantar a las avispas del almuerzo.

El bosque para el que lo queme

Ciclámenes en el sotobosque. Malas yerbas que huelen bien. Maná, miel de la resina del fresno. El ágave florece a los 25 años y muere. El olivo es milenario y sigue ovulando. Al fuego con ellos. Que termine cuanto antes tanto pastoreo. Que el mundo se hominice cuanto antes. El bosque para el que lo queme.

foto_Antonio_de_la_Fuente_2

El día del Señor

Procesión de San Gandolfo. Estricta jerarquía siciliana. Delante del santo, el monaguillo y el cura. Detrás, el propietario con su cuidada estola, luego el funcionario y, cerrando el cortejo, el campesino, el pueblo llano. Pobres y ricos se muestran en su mejor tenida y se consideran unos a otros, de arriba abajo, sin escatimar miradas. Domingo de fiesta en un pueblo de montaña.

 

 

En siciliano, playa se dice plaia

Cuerpos por el suelo. Un cuerpo sólo se humaniza cuando se levanta, se sacude la arena y junta sus efectos personales.

La novedad del verano, de lo queda de verano, la ponen las masajistas chinas. Massaggio, massaggio, proponen, con su dicción nasal. Cinco euros la aceitada. Las masajistas son muchas. O será un efecto óptico, de tan parecidas que son. El jefe de la cuadrilla las dirige a través de un celular.

Otra profesión que no da abasto es la de tatuador, o como se llame. Casi no hay quien no tenga un asunto tatuado en el pellejo. Estos artistas visuales tendrán un catálogo de huarifaifas para proponer a su distinguida clientela. Y los unos se inspirarán de los otros. La joven lleva un tatuaje en un pecho, la vieja quiere dos en cada uno.

Piedras en la playa. El niño junta las pulidas, las jaspeadas, las lustrosas, las bruñidas, las brillantes y luego las devuelve a la mar. Ya sabe que lejos de la mar son mudas.

foto_Antonio_de_la_Fuente_3

Las siete diferencias

1 Los europeos vienen a Sicilia de vacaciones. Los sicilianos van a Bélgica a trabajar. Sanduichero en Brujas, veraneante en Sicilia.

2 En Sicilia, cuando se pone el sol, aparece la luna, los planetas, las constelaciones. Las últimas en aparecer son las estrellas fugaces y también son las primeras en irse.

3 Las nubes son más vistosas desde arriba. Desde arriba del avión, quiero decir, desde arriba del Etna, desde arriba del monte de los olivos.

4 Viejos en las calles de los pueblos. Y algunos niños, menos. Pero viejos y niños están en el centro del escenario. En la Europa del norte, los niños y los viejos están detrás de las bambalinas.

5 De lejos parecen cuervos pero de cerca se conoce que son curas.

6 Sicilia no es el tercer mundo. Es Europa, con un tercio de tercer mundo en cada tercio. Vomitonas de basura a orillas del camino. Bosque quemado. Vomitonas de basura entre los peces de la mar.

7 La séptima diferencia es por el estilo.

 

Wilkommen in België

El avión se dispone a aterrizar. Hace frío en Zaventem. Los turistas le añadimos la parte inferior al pantalón. La señora siciliana, de regreso después de pasar el verano en la isla, pasa la mano por la gelsemina que trae desde su pueblo para plantarla en Bélgica. Y el jazmín le devuelve el cariño con una vaharada de su olor.

25 octobre 2007

Arde San Diego

El rojo del agua de la Fontana di Trevi, en Roma, evoca la sangre y el fuego. 

Trevi

Quien no tiene petróleo tiene que tener ideas, se le oye decir a un ecologista suizo, mientras celebra los buenos resultados del partido verde en las elecciones de su país. Elecciones que ha ganado, por lo demás, la derecha xenófoba,  pero como Suiza es un país muy suizo, tras las elecciones los partidos se distribuyen los ministerios en función de los resultados y gobernarán conservadores, liberales, socialistas y ecologistas, todos juntos, tal como pedían Los Jaivas.

Lo que indicaba el portavoz verde suizo es que su partido con pocos medios había conseguido buenos resultados. Es verdad que la relación entre medios y resultados es la que permite evaluar. Esta semana se ha publicado un estudio que muestra la correlación entre el gasto electoral y los votos obtenidos en las últimas elecciones en Bélgica. Sin sorpresa, el voto ecologista es el mejor evaluado: cada voto le costó a los verdes 80 céntimos de euro, mientras que al resto de los partidos les supuso unas tres veces más. En Chile, ¿es más caro el voto aliancista, el concertacionista o el extraparlamentario? ¿Cuánto le cuesta a la UDI cada voto? La derecha se autoproclama liberal, pero suele no serlo allí donde el mercado se le resiste. En Norteamérica, el cálculo es ocioso: nadie que no sea millonario puede pretender convertirse en representante popular.

Parece claro que al precio que está el barril de petróleo, que bordea ya los cien dólares, a falta de tener pozos y refinerías más vale tener ideas. Sólo quienes tienen petróleo, como Bush, como Chávez, como el rey Abdalá, pueden permitirse el lujo de tener vacío el depósito de ideas. La idea de Bush para hacer frente al encarecimiento del petróleo y a la extrema dependencia de su país al oro negro ha sido invadir Irak y producir combustible a partir de las plantas. Y esta idea, en apariencia inocente, está cambiando el mapa de Sudamérica, subiendo el valor del suelo y el de los cereales y convirtiendo en humo lo que queda de bosque nativo y de selva amazónica. Chávez por su parte, también tuvo una idea que consistió en adelantar los relojes en media hora.

África produce ya más de 10% del petróleo mundial y recibe a cambio abundante corrupción y contaminación y, de yapa, alguna que otra guerra, la última de las cuales ocurre en Darfur, al sur de Sudán. Nigeria, por ejemplo, el primer productor africano, extrae petróleo desde hace medio siglo y, sin embargo, debe seguir comprando todo el combustible que consume, a falta de una única refinería sobre su territorio. Mientras tanto, la inmensa mayoría de la población nigeriana malvive aún con menos de un dólar al día.

El resto de la humanidad, a falta de petróleo, no tiene más que correr detrás de alguna idea brillante, tal como convertir la energía que generan los pasos de los peatones en alumbrado público, aprender inglés o suahili por osmosis o poner a las moscas a producir miel. Los miembros de un grupo italiano, Azione futurista, también tuvieron hace unos días una idea colorida y mezclaron tinta roja con el agua de la Fontana di Trevi, en Roma. La idea no era gran cosa, pero el color rojo es vistoso, porque evoca la sangre y el fuego, el pecho de la loica y el capote del torero, y atrae a turistas y mirones del mundo entero. Armados de un puñado de anilina, estos romanos seudo futuristas y buenos publicistas consiguieron estar en todas las portadas y en todas las pantallas, no sólo en la crónica roja, al lado de la sangre que se vierte por estos días en Pakistán y en Irak y de los incendios que abrasan ahora mismo la región de San Diego, en California. En la frontera entre EEUU y México se han reunido una vez más las condiciones para la proliferación del calamitoso fuego: viento, altas temperaturas y ausencia de lluvia.

Bush debería tener cuanto antes una buena idea y ratificar el Protocolo de Kioto, que busca reducir las emisiones de gases producidos por la quema de combustibles fósiles, carbón, gas y petróleo, que están atosigando la Tierra. Le quedan pocos meses antes de que lo desaloje de la Casa Blanca y firme ese tratado en su lugar una señora rubia o un señor moreno.

logocl 25 de octubre de 2007 PDF

4 novembre 2007

Dos días en Amsterdam

Las noticias son amenazadoras y los lectores somos impresionables. Por fortuna, Sarkozy endereza cualquier entuerto con su tarjeta Visa.

Dos días caminando por Amsterdam, intentando no prestar atención a las noticias. A la entrada de la ciudad, impresiona el baile de las autopistas con los edificios metálicos, paleto que es uno. En la ciudad, por las calles que bordean y cruzan los canales, asombra el ballet incesante de las bicicletas.

Dos días caminando con zapatos nuevos. Aprietan los viejos pies dentro de los zapatos nuevos. A los viejos zapatos se les había abierto una vía de agua. Cuando yo era niño y mi padre vendía zapatos en la Zapatería La Reina, podía pagársele a alguien para que amansara los zapatos recién comprados.

Tres paradas en la caminata por Amsterdam: la Iglesia nueva, la Sinagoga portuguesa, el Mercado de las flores.

Los protestantes eran gente iconoclasta y la emprendieron contra las imágenes que a los católicos les había llevado siglos imaginar, confeccionar y venerar. Abajo con ellas. La última flecha, la definitiva,  para San Sebastián. Muerte para  cada una de las once mil vírgenes que acompañaron a Santa Úrsula. La Iglesia nueva (Nieuwe Kerk) fue católica hasta que la reforma protestante se la apropió. Ahora es lugar de exposiciones. Las imágenes están de vuelta. La exposición presente se llama Held (héroe).

La Sinagoga portuguesa fue edificada por los sefardíes, huidos de la península ibérica, en el XVII. Su interior es tan descarnado como el de una iglesia protestante. Tal vez la reforma protestante haya sido una fuga adelante de regreso  al judaísmo, a la abstracción y al préstamo con intereses. Lo más próximo a una imagen en la sinagoga son los caracteres y los candelabros. Dios es invisible y su nombre impronunciable. Como el dinero, es inodoro, incoloro e insípido.

Vondel_Park_Amsterdam

El Mercado de las flores permite el reencuentro con las formas, los colores, los olores. Como lo permitirían las imágenes del Rijksmuseum o del Museo Van Gogh, de no ser por esas filas tan largas que se forman a la entrada. Los colores del otoño quedan reflejados en el agua de los canales, en las plantas que trepan por los ladrillos de las casas, en los jardines entrevistos detras de las ventanas, como el Vondel Park se entrevé por los resquicios de las calles.

El Hortus Botanicus queda a la espera. I amsterdam, dice la chaperona.

26 novembre 2007

Gracia y elegancia

Una abracadabrante historia de un supuesto hijo de Pinochet, nacido en los años cincuenta, en Ecuador, de una relación extramarital, cuenta La Nación. El periodista afirma que, en esos años, Pinochet bailaba «con gracia chilena valses y pasodobles, siempre en dupla con su elegante mujer». Elegancia que la pareja derrocha en la foto, particularmente en la graciosa manera de mantener los tocados dentro de la imagen. Según Brummell, la elegancia consiste en atravesar Londres a pie y pasar desapercibido. Exactamente lo que Pinochet pretendió sin éxito.

Boda_Pino_Hiriart

 

26 décembre 2007

Jardín botánico

Flores

La impacientilla
La siempreviva
La belle de nuit

La maravilla

La nomeolvides
La nomeolvides
La nomeolvides

La pera de olmo
La de la higuera
La de las chakras

La del ojal
La del manojo
La del balcón

La flor del diablo
La cimarrona
La belladona

Del peladero
La graminácea

Del municipio
La cebolleta

Y aquel musguito
Del cementerio

El anisillo
La pimpinela
El ilang ilang

La flor del lúpulo
La flor del cáñamo
La hoja de parra

La rosa no
La rosa never

La tormentilla
La flor del ágave
La correhuela

El rompenieves
El narcisillo
El tulipánico

El pensamiento
La flor del loto

La maravilla
La siempreviva
La impacientilla

La belle de nuit

La nomeolvides
La nomeolvides
La nomeolvides.

31 janvier 2008

Cómo comportarse en el living

El libro superventas de la temporada es un manual de instrucciones sobre cómo comportarse en el living.

LN_31_de_enero_2008

Santiago en enero. Un televisor da vueltas alocadamente. Un libro cuelga de un cordel agarrado por un perro para la ropa. Una nave espacial aterriza en un pueblo del desierto. En las librerías, el libro superventas es un manual de instrucciones sobre cómo comportarse en el living.

La imagen del libro que cuelga está en 2666, la novela póstuma de Roberto Bolaño, puesta en escena por la compañía barcelonesa Teatro Lliure en Matucana 100. Se trata de una idea de Marcel Duchamp, uno de sus celebrados ready-made. Bolaño pone el libro en manos de Óscar Amalfitano, un profesor de filosofía chileno que ha ido a naufragar a una ciudad del desierto mexicano tristemente famosa por los miles de crímenes contra mujeres que impunemente en ella se cometen, ciudad de la cual Amalfitano quiere alejar a Rosa, su veinteañera hija.

El libro que cuelga del cordel deja caer unas cuantas imágenes. La más filuda muestra el desierto lleno de cruces mientras desfila interminablemente la lista con los nombres de las muertas y suena una marcha fúnebre. Entretanto, un grupo de hombres cuenta con seriedad una retahíla de chistes sobre mujeres. La mujer es una vagina con un desorden de células alrededor.

Mi vecino de asiento me cuenta una versión femenina de ese seudo chiste: Un hombre es todo aquello que le sobra a un pene. En La novia vestía de negro, Jeanne Moreau acaba con todos los hombres que la rodean. Una actitud eminentemente polisémica. Según mi vecina, se trata de una película muy recomendable.

Otro asunto que cae es una nave espacial. En este caso cae en la pantalla del cine Hoyts. Se trata de Chile puede, la recién estrenada película de Ricardo Larraín. Tiene mérito que el ámbito del cine, la gente que asiste, se parezca a la película. A sus colores y sus formas. La película quiere apoyarse en esas superficies para trascenderlas a través de una metáfora. Un empresario decide lanzar al espacio a un astronauta desde el desierto de Atacama. El disparatado proyecto termina con la nave espacial en la calle principal del pueblo nortino de Inca de Oro, al ritmo de una diablada.

Otro libro que cuelga es un superventas, un manual de instrucciones. Trata de establecer cómo se comporta el ser nacional, la gente, y, sobre todo, cómo debería comportarse. El libro está escrito por una señora de apellido Sordo. Lo esencial del ser nacional, a su modo de ver, no acontece en las empresas ni en el Congreso Nacional sino en el living de nuestras casas. Mi vecina me dice que la señora Sordo sostiene que la culpa del problema en que estamos metidos todos la tienen las madres por abandonar a sus hijos y salir a trabajar. Los humoristas y los superventas basan su éxito en repetir las simplezas que la gente dice y se escucha decir. No he leído el libro de la señora Sordo y no hay muchas probabilidades de que algún día lo lea. No leo manuales de instrucciones, no suelo leer libros superventas ni menos aún libros escritos por mujeres que no tengan nombre de flor, como Marguerite o Rosa.

Estas son las historias que cuentan las novelas y las películas, y está muy bien que las cuenten. Pero no creo que exista más cumplida metáfora del ser nacional que la que aparece a diario en la portada de los periódicos. Sin olvidar a las revistas femeninas. Esos colores, esas formas. Esas historias cosidas con hilo negro y tiradas de los pelos son el ser nacional. Borges tenía razón, por ahí no pasa la historia, la mayúscula. Pero ahí estamos todos mirándonos a diario las caras los unos a las otras.

La última imagen está en el Bellas Artes. Un televisor da vueltas alocadamente movido por un torno. Un artista llamado Papasfritas lo ha instalado allí junto a otras escorias del ser nacional. El público se agolpa a contemplar el efecto hipnótico de ese fuego fatuo. Otras imágenes pueden verse en ese mismo museo. La cara del ser nacional, sin embargo, la gente, los diarios, sólo parece tener ojos para esa tele que se ha vuelto loca. Y recíprocamente.

La Nación, 31 de enero de 2008 PDF

23 février 2008

¿Quién? ...El puquén

Puqu_nfotodelaFuente

El puquén está a unos doscientos kilómetros al norte de Santiago, a unos cien de Valparaíso. Islotes y peñascos se suceden a lo largo de la accidentada costa y por ellos trepan los lobos de mar. Esperan la ola, la buena ola que los deposite entre las rocas. Y otro tanto hacen para echarse al mar. Cuando salen del agua están oscuros. Al cabo de una media hora al sol se han secado y se ponen rubios. A lo lejos, parecen limacos reptando por una piedra de jardín. Pero son lobos oceánicos y abren el hocico para vocear y dejar su grito retumbando entre los farallones. Desde el lado marino vuelan pelícanos, gaviotas y patos cormoranes. Desde el lado terrestre incursionan jotes, carroñeros de menor monta que los cóndores, con la cabeza colorada, la cresta insignificante y el renegrido plumaje. Los cochayuyos parecen melenas de sirena. Por un forado natural entre las rocas sube la ola con mucho ruido y espumarajos. Es el puquén. Durante la marea alta, un pavo puede perder unas cuantas plumas.

29 mars 2008

Knokke-Heist

Paseo por Knokke-Heist, balneario pije del litoral belga. Vamos a observar a los pájaros del parque natural Het Zwin y terminamos observando la fauna que pasea por el dique, abrigada y endomingada. Grandes, serios y con prisas aun en el paseo, tan diferentes de nosotros, pequeños y gesticulantes. Y la ropa que llevan. Comprada en esas tiendas, repletas de abundancia. Y las galerías de arte, de qué mal gusto. Y el mar barroso. Y los perros, tantos perros, chicos y grandes. Y los zapatos, estupendos y grandes. Y el viento helado. La playa forma parte de esa ciudad como el campo forma parte de ésta. Bélgica entera es una ciudad y los bosques son parques.

Knokke

28 mars 2008

Claus (2)

Claus

 Retrato de Siegfried Woldhek

Escribí ayer un texto de 700 palabras sobre Hugo Claus y, sin embargo, me parece que no dije lo principal. Esto es que quien lea a Claus difícilmente volverá a mirar a Bélgica y a los belgas con los mismos ojos. El poder de la literatura es reducido pero ahí está. Cuando menos el poder de la literatura de Hugo Claus.

Y propósito de la mirada sobre Bélgica y los belgas, en un cuaderno del año 1994 encontré un corto texto que escribí sobre una excursión a Knokke-Heist y lo colgaré aquí mañana.

16 juillet 2008

Tres días en Amsterdam

La gente se mueve por la ciudad en bicicleta, con una mano en el móvil y la otra en el paraguas.

El tipo medio que campa entre la fauna urbana es atípico en sus formas. Grande, colorido, razonable.

En el Vondel, poesía en el parque. Cien postes naranjas señalan el nombre de un poeta y un número que marcar con el móvil para oír uno de sus poemas. 0,25 el minuto.

Por la tarde, siesta en el Hortus botanicus.

Al anochecer, Smetana, Richard Strauss, Brahms, los últimos románticos, en el Concertgebouw. La Orquesta nacional de Bélgica, flamencos, valones y extranjeros al unísono.

Los holandeses hablan en casa sus dialectos. Fuera de ella hablan la lengua común y nadie hace cuestión de esto. Suelen ser políglotas y tampoco hacen cuestión de esto.

En los lugares consabidos hay turistas españoles. Me doy de cara con dos autobuses cartagineses. No digo más por el amor que le tengo a Murcia.

Al tercer día me duermo en Amsterdam y despierto no en Lisboa, como en el relato de Nooteboom, sino en casa.

Amsterdam

24 juillet 2008

Señales de humo

Amsterdam

E
n momentos en que algunas capitales europeas se hacen notar por razones bochornosas, Londres y su epidemia de navajazos, Bruselas y el sempiterno tira y afloja entre flamencos y valones, Roma y el racismo contra los gitanos, Amsterdam pedalea y envía humorísticas señales de humo.

Sigue >

logocl  24 de julio de 2008 PDF

8 août 2008

La extranjera

Habla con dejo de sus mares bárbaros
Con no sé qué algas y no sé qué arenas.
Reza oración a dios sin bulto y peso
Envejecida como si muriera.
En huerto nuestro que nos hizo extraño
Ha puesto cactus y zarpadas hierbas.
Alienta del resuello del desierto
Y ha amado con pasión de que blanquea
Que nunca cuenta y que si nos contase
Sería como el mapa de otra estrella.
Vivirá entre nosotros ochenta años
Pero siempre será como si llega
Hablando lengua que jadea y gime
Y que le entienden sólo bestezuelas.
Y va a morirse en medio de nosotros
En una noche en la que más padezca
Con sólo su destino por almohada
De una muerte callada y extranjera.

Gabriela Mistral

Mistral

Foto de Miguel Toledo

22 septembre 2008

Roma amoR

Pirateo el discurso de un guía romano a un grupo de turistas. Su inglés me resulta transparente. Si todo el mundo hablase como el guía romano, qué bien que nos entenderíamos. Estamos en el Capitolio y el guía apunta al Foro: Mi abuelo llevaba allí a pastar sus vacas y sus ovejas. El centro de Roma era hasta hace pocos años el campo de Roma. Apunta en seguida a los templos desmembrados: Los que fueron convertidos en iglesias sobrevivieron, el resto se desmoronó.

Leo la Historia de Roma, de Montanelli. La historia consiste en saber contar la historia. Como el guía romano. En inglés transparente. El Imperio no cayó sino que se convirtió en la Iglesia, en el omnipresente San Pedro, allá al fondo.

En el baño del museo, el hindú de servicio no acepta que le dé la moneda en la mano y estira para ese efecto una canastilla de mimbre. Tal como hace la sacristana en el Gesù.

DSC01012

23 septembre 2008

Roma amoR (2)

Cuando por fin encuentro la Storia di Roma, de Montanelli, me entero de que fue publicada originalmente en forma de crónicas en el suplemento Domenica del Corriere della Sera. Es, seguramente, uno de los libros más leídos en Italia en los últimos cincuenta años y, sin embargo, resulta difícil encontrarlo hoy. En las librerías y los quioscos romanos se repiten machaconamente los diez o quince superventas del periodo, entre los cuales brilla Cometas en el cielo, de Khaled Hosseini. Pero no hay luces de Montanelli. Después de innumerables negativas, encuentro la Historia donde un buquinista en el Quirinale. El buquinista sabe que la tiene pero no se acuerda dónde. Busca y rebusca hasta que da con el ejemplar y me lo cede por cuatro euros. Al final del día, entro en la Librería Española, de la Piazza Navona, y la encuentro traducida al español. Junto a una Historia de Grecia, de la que ignoraba la existencia. Por no saber, tampoco sabía que las lumbrerillas de las Brigadas Rojas le metieron a Montanelli un par de tiros en las piernas en el año 1977. Nunca es tarde para llamarlos hijos de puta.

DSC00850

24 septembre 2008

Roma amoR (3)

Berlusconi ha desplegado el Ejército por la ciudad. Incluso un soñoliento domingo por la tarde se da uno de cara con una patrulla militar que monta guardia frente a una iglesia medieval, unas ruinas clásicas o unos feos edificios. Roma, sin embargo, parece ser una ciudad apacible, a pesar de que cualquier calificativo se queda siempre por encima o por debajo de la realidad romana. Lo cierto es que la única zozobra que vivimos durante nuestros cortos días romanos la pone un 'fulmine', un relámpago, que cae con una tormenta de verano sobre nuestro tren en marcha. Todos abajo, anuncian con estrépito, con abundancia de interjecciones y de gesticulaciones. Una vez que estamos en el andén llega la contraorden: Todos arriba, que el tren parte. Y cuando estamos en el tren, vuelven a advertirnos: Todos abajo. Todos arriba. Todos abajo. Las señoras dueñas de casa son las primeras en estar arriba o en estar abajo, valiéndose de las bolsas de la compra para abrirse camino y cerrárselo al prójimo. Todas tienen cara (y peinado) de votantes de Berlusconi.  Y de necesitar urgentemente la protección del Ejército.

DSC00921

26 septembre 2008

Inventario

Hace una tarde fresca y clara. El jardín está saturado de verde por donde asoman los colores apastelados del otoño. Reinan los grillos y las arañas, las bellas  y temibles diademas. Es el été indien, como dicen los canadienses, el veranito de San Martín que puntualmente llega ahí donde casi no hay verano. En un libro algo tontuelo que tuvo muchos lectores, El primer trago de cerveza y otros pequeños placeres de la vida, Philippe Delerm hace su inventario. Hago el mío, el de estos días del regreso a Bélgica. El color de los loros y el de las artemisias en los jardines a lo largo de la vía férrea. El olor a cuero de la tienda de los pakistaníes. El canto de las suras del Corán en pleno ramadán. El sabor de la comida, el gusto del vino y el calor de las mantas.

DSC01218

1 octobre 2008

Por la colina

DSC01103

Entre Brugnato y Bozzolo, por la colina, siguiendo el curso de agua, es inútil en esta época del año llevar provisiones. Hay manzanas a granel a lo largo del camino. También se puede comprar miel de castaño. El apicultor tiene familia en Houthalen, en el Limburgo belga. Su tío vino a trabajar en las minas hace cincuenta años, los primos vuelven durante los veranos.

Liguria es una región muy poblada. Génova fue el puerto de salida de la emigración durante los dos últimos siglos, a América, al resto de Europa. La crisis económica argentina ha llevado de vuelta a un buen número de ítalo-argentinos. Los migrantes en Europa (Bélgica, Inglaterra, Irlanda, Escocia, principalmente) suelen volver sólo durante los veranos. Ahora, el Eldorado está del otro lado del mar y se llama Barcelona.

Decía Tex que los chilenos en el extranjero a cualquier lugar le encuentran un vago parecido a Quilpué. Pues eso, la costa sur de Liguria tiene un marcado tipo cantábrico.

7 octobre 2008

Las horas

Le pregunto al añoso nadador cómo está. Si se bebe, no está buena. Nada a diario hasta bien entrado el otoño, del que se sale en Porto Venere en plena primavera, más o menos cuando florecen las alcaparras. Se lanza al mar desde una roca, después de leer de cabo a rabo el periódico. No necesito preguntárselo, se ve que se baña para sacudirse la tinta. Enfrente, en la isla Palmiria, el tiempo pasa demasiado rápido. Se duerme uno y cuando despierta nota que las horas han ido pasando. Va a nadar y luego se seca al sol. Mucho más que nadar y dormir no se puede hacer en Palmiria. Andar. Esperar el bote y volver a Porto Venere a mirar Palmiria enfrente bajo el último sol de la tarde.

DSC01149

8 octobre 2008

El niño

Una madre pasea con su hijo pequeño por la costanera del lago de Lugano, frente a esta escultura de Bernasconi. El niño ve la figura y la indica. Como la madre no le hace caso, el niño monta un berrinche que no se calma hasta que la madre lo sienta a caballo sobre el vientre de la mujer de bronce. El niño se muestra complacido y galopa sobre su montura. Entonces se inclina y lleva su boca hacia los senos de la mujer y los cubre de besos. La escena es pública. E íntima.

DSC01214

24 octobre 2008

A otro perro

D. me cuenta que en en la plaza del pueblo de al lado hay un obelisco que se llama del Perro del equipaje. En los años de la hambruna por la peste de la patata marcharon muchos lugareños a Winsconsin. A uno de ellos, a la hora de embarcar se le escapó el perro y fue a buscarlo. Lo encontró, pero entretanto el barco había zarpado de Ostende llevándose su equipaje. El barco naufragó en la travesía, el lugareño volvió a su pueblo, de donde nunca más volvió a salir, y el obelisco está ahí para recordar la historia.

Otra de perros. En Quebec hay un friso que dice así:

Je suis un chien qui ronge l'os
En le rongeant je prends mon repos
Un temps viendra qui n'est pas venu
Que je mordrai qui m'aura mordu.

Soy el perro que roe el hueso
Royéndolo me tranquilizo
Vendrá un tiempo que aún no ha venido
En que morderé al que me habrá mordido.

Chien_d_or

Publicité
Publicité
Camino de Santiago
Publicité
Sobre el nombre de este blog
Derniers commentaires
Publicité