Canalblog
Suivre ce blog Administration + Créer mon blog
Publicité
Camino de Santiago
1 juin 2014

La votante de Seraing

Decìa aquí que temía que Dos días y una noche, la ùltima pelìcula de los Dardenne, se pareciera demasiado a sus filmes anteriores y, sobre todo, que la purpurina de una estrella como Marion Cotillard impidiese ver al personaje que encarna en el filme. Y para nada. Es posible incluso que se trate de la mejor película de los Dardenne -tendría que volver a ver la serie para confirmarlo, pero no estará lejos de serlo.

Uno de los méritos de este cine es el de acompañar a un personaje guardando una distancia mínima, cámara al hombro, intentando no perder detalle de su circunstancia. La de Sandra, la obrera triste del filme, es, en dos palabras, ésta: tras un periodo de depresión vuelve a su trabajo y se encuentra con que en su ausencia sus jefes han comprobado que el trabajo que hacía una cuadrilla de 17 operarios lo hace también una de 16. Proponen entonces a sus colegas que se pronuncien a través de un voto: si la mayorìa es favorable al despido de la excedentaria, todos recibirán una prima de mil euros. 

El filme se concentra entonces en el fin de semana previo al voto, durante el cual Sandra, empujada por su marido, intenta convencer a sus colegas de que se pongan en su lugar, puesto que, además de necesitar ese trabajo, ella no quiere perder ese lugar, ser excluida del grupo.

Su recorrido a través de la ciudad en pos de sus colegas permite al filme componer una galería de personajes y situaciones a través de un naturalismo de buena ley. Otro de los méritos de los Dardenne es haber conseguido instalar su cine en un lugar -Seraing, en la regiòn de Lieja- y plasmarlo en imàgenes con una impecable naturalidad.

Tendrá que ser muy buena Winter sleep, del turco Ceylan, la ganadora de la Palma de oro en esta edición 2014 de Cannes, para convencerme de que los Dardenne no merecían una tercera (ya se han llevado dos Palmas, como se sabe).

A pocas horas de que el jurado de Cannes diera a conocer su veredicto, el electorado daba el suyo en las elecciones generales y europeas en Bélgica este 25 de mayo de 2014 y, en Seraing, la localidad donde se sitúa la acciòn de Dos días..., el partido de extrema izquierda, PTB, recogiò el 17 % de los sufragios. El cine puede intentar ser realista pero no por eso ha de tomárselo como si se tratase de la realidad. La pregunta es difìcil de reprimir, sin embargo: de existir la protagonista y de haber pasado por una prueba como ésa, ¿habrìa votado PTB?

Publicité
Publicité
19 mai 2015

A pinares y praderas

Una revista publicó tiempo atrás una serie de textos sobre las relaciones entre cine y literatura, o eso recuerdo yo. En ese terreno, mi aporte podría ser el siguiente:

En Desayuno con diamantes, la película, la Holly Golightly —Audrey Hepburn— canta, sentada en la ventana, Moon River. Un momento bastante epifánico, la verdad.

En el libro, lo que canta es Don't wanna sleep, Don't wanna die, Just wanna go a-travelin' through the pastures of the sky, que Capote describe como «una melodía errante, dura y tierna a la vez, cuya letra olía a pinares y praderas», probablemente sacada de sus recuerdos de niño sureño, o en parte recordada y en parte inventada.

En el libro, por los días en que la moza cantaba en la ventana, Capote pone estas líneas sobre la historia de Holly que acababa de escribir: «Era una historia nueva, la había acabado el día anterior, y la invevitable sensación de incompletud aún no se presentaba». Sensación que, claro, no se advierte en la película.

1 décembre 2019

A pito de las estatuas

En una secuencia de «J'accuse», dos oficiales de inteligencia se citan en el Louvre para intercambiar información y a pito de las estatuas terminan discutiendo sobre la diferencia entre una falsificación y una copia. En otra escena que incluye un cameo del propio Polanski, un grupo de civiles y militares celebra mientras los músicos arrancan con el quinteto n° 2 de Gabriel Fauré. El presidente de la República francesa por ese entonces era Félix Fauré, pero no parece que fuesen primos él y el músico. Los oficiales franceses involucrados en el caso (representados por buenos actores, la mayoría de ellos miembros de la Academia) llevan todos el bigote con las puntas subidas propio de la época. La justicia y la presión civil le recorta trabajosamente y sólo en parte el bigote a la cúpula militar.

«J'accuse» cuenta con precisión el affaire Dreyfus, un caso clave en materia de antisemitismo en la Francia de fines del XIX. No es fácil meter el caso en un filme. Aparte de algunos momentos redondos, como los juicios que se suceden y la publicación del «J'accuse» de Zola en L'Aurore, el caso Dreyfus se estira por años y no acaba con un cierre único y definitivo. Se estira en el tiempo y llega hasta nosotros.

13 avril 2021

De la vida feliz

Estos cuatro poemas escritos en tiempos espaciados, el siglo I, el XVI, el XVIII y el XX, hablan de lo mismo, de la vida feliz. Se leen bien de corrido.

Epigrama 47  —Marcial

Las cosas que hacen feliz, amigo Marcial, la vida

Son el caudal heredado, no adquirido con fatiga

Tierra al cultivo no ingrata, hogar con lumbre continua

Ningún pleito, poca corte, la mente siempre tranquila

Sobradas fuerzas, salud, prudencia pero sencilla

Igualdad en los amigos, mesa sin arte, exquisita

Noche libre de tristezas, sin exceso en la bebida

Mujer casta, alegre, y sueño que acorte la noche fría

Contentarse con su suerte, sin aspirar a la dicha

Y finalmente no temer ni anhelar el postrer día.

 

Soneto   —Plantino

Tener una casa cómoda, limpia y hermosa

Un jardín tapizado de fragantes rosas

Buen vino, buena fruta, poco jaleo, pocos hijos

Poseer solo, sin hacer ruido, una mujer fiel.

No tener deudas, amores, pleitos ni querellas

Ni reparto que hacer con los parientes

Contentarse con poco, no esperar nada de los grandes

Acompasarse con un  buen modelo.  

Vivir holgadamente y sin ambición

Practicar la devoción

Dominar las pasiones, hacerlas obedientes.

Conservar el espíritu libre y el juicio firme

Repetir su rosario cultivando injertos

Y esperar en casa dulcemente la muerte.  

 

Para ser feliz   —Voltaire

Es preciso pensar, de otra manera el hombre se convierte, a pesar de su alma, en una bestia de carga. Es preciso amar, es lo que nos sostiene. Sin amor es triste ser hombre.

Es preciso hacer amigos, personas sabias, cultas, modestas. Y permitirse muchos placeres, de otra manera los días se hacen largos.

Es preciso tener un amigo a quien escuchar y consultar cada vez que sea necesario, para que disminuya los males e incremente el placer de nuestra alma tumultuosa.

Es preciso, de noche, hacer una cena deliciosa en donde sentirse libre, donde se pruebe a gusto la buena comida, los buenos vinos, la conversación amena y, sin llegar a estar ebrio, levantarse de la mesa.

Es preciso, de noche, sostener entre las sábanas el dulce objeto que nuestro corazón adora, acariciarlo y dormirse en sus brazos, y recomenzar por la mañana.

 

De vita beata   —Jaime Gil de Biedma

En un viejo país ineficiente

Algo así como España entre dos guerras

Civiles, en un pueblo junto al mar

Poseer una casa y poca hacienda

Y memoria ninguna. No leer

No sufrir, no escribir, no pagar cuentas

Y vivir como un noble arruinado

Entre las ruinas de mi inteligencia.

26 juillet 2006

Swissair

Esto que se cuenta ocurre hace veinte años, día por día. Se trata de un vuelo Swissair, que une Buenos Aires a Ginebra, con uno de esos enormes aviones en los que la multitud reunida parece ser anónima aun para sí misma durante una larga noche sobre el Atlántico.

Un niño de unos catorce años ocupa un asiento del lado de la ventana desde donde contempla el océano que se despliega sin medida. A su lado, viaja una mujer mayor. Podrían ser abuela y nieto, pero no lo son. Viajan solos, cada uno en su espacio, cada uno en su dirección, que son el mismo el tiempo de esta travesía.

A la hora de la cena (azafatas y sobrecargos), se les ve intercambiar una sonrisa y, tras el estímulo de la comida, se les oye entablar conversación. Hablan, en francés y en castellano, de ambas ciudades, de los barrios de Palermo y Plainpalais. El niño tiene unos rasgos que, para quien lo ha conocido de mayor, no pasan desapercibidos. La mujer lo mira con simpatía y lo escucha con una punta de asombro.

Tras la cena, la mujer bebe té y luego un whisky. El muchacho no tarda en reabrir su libro. Se trata, como se sabrá más tarde, de El doble. (Ha dejado escondido en el armario de su cuarto un libro en rústica sobre las costumbres sexuales de los pueblos balcánicos). La mujer abre su cuaderno de notas y escribe unas líneas que se parecen a éstas.

Publicité
Publicité
29 juillet 2006

Swissair (3)

Veinte años después, día por día, a pesar de la seudo desaparición de la Swissair, a pesar de la desaparición de la Sabena, de la Panagra y de la Panair (Saudades dos aviões da Panair), el cielo se ha ido haciendo pequeño. No sólo el cielo de Ginebra, donde todavía cabe un avión o dos. La mujer intenta decirlo pero el ruido de los aviones le impide darse a entender. El viejo entonces (o es el niño ahora) recuerda una vez más a Segismundo : Ah, mísero de mí, ay, infelice, apurar cielos pretendo. 

21 octobre 2009

El caramelo

Según el marcador electrónico, a las cinco de la tarde despega un avión de Aerolíneas Argentinas. Alfaro se apersona en el mostrador donde la empleada le informa que hay cupo sobradamente y le ofrece un caramelo.

—Me facilita su pasaporte, le solicita.

El caramelo se le pega a Alfaro en los dientes mientras escarba en sus bolsillos. Ahí está todavía el pasaporte encuadernado y dentro de él hay unos cuantos billetes.

-¿No lleva equipaje?, le pregunta, extrañada.

-Sólo un bolso de mano, responde.

En la tienda de recuerdos compra un bolso que lleva estampado por una cara 'Los argentinos somos derechos y humanos' y por la otra 'Las Malvinas son argentinas'. Compra también un ejemplar de la revista El Gráfico, en cuya portada se estira felinamente Hugo Gatti, y lo mete dentro del bolso vacío.

Durante la espera en la sala de embarque procura no mirar a nadie, no emitir señales. Cuando por fin sube al avión le parece que tiene todavía los dientes atrapados por el caramelo.

Bienvenido a bordo, le sonríe la azafata. Sentado junto a la ventanilla en un rango de asientos vacíos, al fondo del avión, mira, tras el despegue, las formas de la ciudad y las crestas de la sierra.

La azafata le aporta una bandeja con comida, le pregunta qué quiere para beber. Elige vino tinto de Mendoza. El vino es puro terciopelo negro y le lustra las entrañas.

El avión penetra la capa de nubes, Alfaro cierra los ojos y besa a la azafata en la boca.

1 août 2005

Blair

La pregunta es ésta: ¿hay o no relación entre los atentados de Londres y la guerra en Irak? Tony Blair barre la pregunta con un manotazo, descalificando a quien la formula porque tan sólo formularla equivaldría a justificar a los terroristas, quienes, afirma, si no tuviesen ese argumento encontrarían otro. Y se alinea una vez más detrás de Bush, invocando como causa de esa masacre la presencia del “mal”, sin más, sin otras razones ni otra lógica que la maldad intrínseca.

En septiembre de 2002, Tony Blair afirmaba ante el Parlamento británico que el régimen de Sadam Husein podía desplegar sus armas de destrucción masiva en tan sólo 45 segundos. Tras la invasión de Irak y la búsqueda infructuosa de tales armas, quedó más que patente que Blair y Bush mintieron descaradamente. Con todo, los electorados norteamericanos y británicos no tuvieron escrúpulos en reelegirlos a ambos. O si los tuvieron, los contuvieron. Tras sus éxitos electorales, olímpicos y como enterrador del modelo social europeo, Blair miente nuevamente negando las evidencias. Y dos tercios de los británicos así lo entienden cuando afirman claramente que ellos sí ven una relación entre los atentados de Londres y la presencia británica en Irak.

Miente Blair, como hizo Aznar frente a los atentados de Madrid, en marzo de 2004, imputándoselos a ETA y negando o intentando relativizar luego las pruebas que exhibía la policía y que indicaban la autoría de un grupo de terroristas de origen magrebí. El electorado español no se equivocó, sin embargo, votando a quien había prometido, mucho antes de los bombazos en los trenes madrileños, retirar a las tropas españolas de allí donde nunca debieron ir. Escribo estas líneas desde Marruecos. La gente en el mundo árabe-musulmán se muestra sensible al dolor de los londinenses y no justifica el terror. Pero no por eso deja de prestar oídos al sufrimento indecible de los civiles iraquíes, condenados a los bombazos liberadores de las fuerzas del bien.

Desde el inicio de la guerra, 25 mil civiles han perdido la vida, uno de cada mil iraquíes, más de 30 víctimas cada día, muchos de entre ellos a manos de las fuerzas norteamericano-británicas. No son estas cifras una invención del maligno. Son el resultado del cómputo paciente llevado a cabo por Iraq Body Count y el Oxford Research Group, y sólo reflejan las víctimas conocidas, repertoriadas por los medios. El gobierno británico se ha apresurado a negarlas y el norteamericano ni siquiera se da el trabajo de comentarlas.

Nada puede justificar el terror, la matanza bestial de civiles indefensos, cualquier causa que sirva el terror queda enseguida envilecida por éste. Y eso vale para Londres, para Madrid y para Casablanca, pero también para Bagdad, para Faluja, para Gaza, para Cisjordania, para Kabul. Vale para el muchachito tontorrón a quien le lavaron el cerebro en una barriada inglesa hasta hacerlo vagar por las calles de Londres cargado de explosivos buscando un transporte público para saltar por los aires. Pero vale también para Bush y Blair, su eje del mal, sus invencibles ejércitos y su avidez de petróleo.

La Nación de Santiago de Chile, 3 de agosto de 2005

5 août 2009

El affaire del beso

En la ceremonia de asunción del mando presidencial en Irán, el pasado lunes 3 de agosto, acontece algo curioso. Aparentemente, el presidente reelecto, Mahmud Ahmadinejad, intenta besar la mano del guía supremo, Alí Jamenei, quien se lo impide. Ahmadinejad solicita permiso entonces para besarle el hombro, a lo que Jamenei consiente. La prensa occidental interpreta este intercambio gestual como una prueba del enfriamiento de las relaciones entre los dos mandamases, habida cuenta de la efusividad de los besos consentidos en 2005, cuando Ahmadinejad asumió por primera vez la presidencia iraní, como muestran las imágenes. Como sea, merece la pena mirar con detenimiento (y sin sonido) la ceremonia. Todos esos gestos están cargados de sentido. Es verdad que el presidente parece un colegial reprendido por el rector del establecimiento. Pero quién sabe. Como decía Bateson, las secuencias convergentes son predecibles y las divergentes no.

____________________________

La prensa occidental (y dale) hoy no es unánime. Sólo la mitad de los diarios abren sus páginas con la foto de Clinton y el norcoreano.
____________________________

En vista del éxito de éste, comienzo un nuevo blog. Se llama Cámara lenta. Iré poniendo allí una foto cada día. Tomada el día mismo, cuando quepa, o tomada del archivo de mi tío Pepe, que es un contemplativo.

6 novembre 2010

La película (2)

Los 33 (29)

L
a mina se comió a los 33
es el título de la película que filma en Chile Leonardo Barrera.

Esta sería la jerarquía informativa de la nota que lo cuenta:

1. La película es pornográfica y también de crítica social.
2. Porque los mineros son víctimas de un sistema que provocó todo.
3. La película será simpática.
4. La película contendrá anécdotas.
5. Su protagonista será la actriz Ana Karenina.
6. Ana Karenina es una actriz chilena.
7. El título, La mina se comió a los 33, es subjetivo.
8. El porno chileno cumple diez años.
9. El porno chileno es un arte precoz.

25 mars 2012

Cerrado por duelo

En la noche del sábado al domingo, en pleno equinoccio, murieron tres personas queridas. 

En Gijón murió J, la menor de las hermanas de A, el bable más puro del pueblo. Un día en que ya nos habíamos dicho adiós (con lo que nos costaba despedirnos), nos volvimos a encontrar. No somos para despedirnos, me dijo.

En Lovaina murió E. Lo vi por un última vez hace dos o tres sábados. Era lacónico, pero ese día quería hablar y me tomé el tiempo de escucharlo. Me contó que, siendo un niño, tuvo que echarse al camino con toda su familia, huyendo del ejército alemán, hasta la frontera francesa donde los obligaron a dar marcha atrás. De vuelta a casa, extenuados, encontraron las camas maculadas por la mierda ajena. Preferiría no sufrir, me dijo, pero no tengo miedo de morir. 

En Lisboa murió Antonio Tabucchi. Sólo lo vi una vez, en Lovaina también, hará quince años. Me parece que fue hace nada pero ya sabemos que el tiempo envejece de prisa. Me acuerdo ahora de esto que dijo ese día, de estas palabras de su abuela: Sabes, Antonio, la vida pasa en un segundo pero, a veces, cuánto tarda en pasar un día domingo.

8 mai 2012

La yapa

(Tres días en Luxemburgo, 4 + 1)

Se me quedan tres detalles, que liquido ahora mismo. La yapa, the remnant.

Luxemburgo es un país muy verde y la gente pinta las casas de colores (en contraste con el sur de Bélgica, donde prima la piedra natural y el ladrillo). Sin embargo, no parece haber ni una sola casa pintada de verde. Terracotas, cremas, y cúrcumas a tutiplén, o azules, o incluso grises, pero ninguna verde. 

En el restorán de Urspelt, la camarera es brasilera, de São Luiz de Maranhão. Aparte lo verde, Maranhão será la antípoda de Urspelt.

De tan templados que son, los luxemburgueses parecen haber inventado el concepto del sauna tibio. Tal vez por eso, y por el número, no parece haber luxemburgueses que hayan marcado el imaginario colectivo. Y en cuanto al imaginario personal, al único luxemburgués que recuerdo es a Julien, el pianista de Rendez-vous à Bray. Y con esta nana me despido, que a eso quería llegar.

Six, cinq, quatre, trois, deux, un et une
Mon oiseau a perdu ses plumes
Plumes de bois et plumes de fer
Nous nous retrouverons en enfer
Plumes de fer et plumes de bois
Le paradis n'est pas pour toi
[Le paradis est pour le Roi.]



28 novembre 2012

El periodista tímido

Ha muerto el director de la redacción de Le Monde, Erik Izraelewicz. Estaba trabajando en el diario, ayer por la tarde, cuando sufrió un infarto.

Le Monde tardó varias horas en informar del deceso. La noticia apareció hacia las diez de la noche en el portal Terra y luego en El País a través del corresponsal en París, Miguel Mora. Libération, el primer diario francés que publicó la noticia, reproducía un despacho de AFP. La necrología de Mora en El País terminaba con esta línea que podía entenderse como una explicación al hecho de que Le Monde tardase en informar: la redacción del diario se encontraba en estado de choque.

Es una paradoja explicable. La redacción del diario era quien estaba más cerca de la noticia, quien podía por tanto informar antes y mejor y, al mismo tiempo, la situación le imponía una forma de retención.

Este domingo, sin ir más lejos, colgué un mensajillo que apuntaba a ese momento curioso cuando el periodista se deja ganar por la timidez. Izraelewicz tal vez fuese tímido, a la luz de su cuenta en Twitter. Pocos mensajes, pocos seguidores. El último, de hace diez días, ironizaba sobre la manera como Sarkozy y Hollande disfrutarían del espectáculo de la guerra de jefecillos que asuela a la derecha francesa, esa máquina de perder elecciones. De serlo, sería un tímido qui se soignait.

La que tal vez sea una de las muchas formas de definir a un periodista. Un tímido que se supera.

7 janvier 2013

Renoir, el padre, el hijo y el espíritu pelirrojo

Visto Renoir, de Gilles Bourdos.

El filme cuenta la últimos días del pintor Renoir en la Costa Azul, desde la muerte de su mujer y la llegada de la que sería su última modelo, Dedée. Su hijo Jean, quien se convertiría más tarde en el célebre cineasta, es herido en el frente de los Vosgos durante la Primera Guerra y vuelve a la casa paterna para recuperarse. Ese triángulo, padre, hijo y modelo, es el ojo de la historia. 

El padre, el hijo y el espíritu no tan santo de la modelo. El viejo pintor no se interesa más que por la textura de su piel (le velouté de la peau de la jeune fille), no está disponible para confidencias y a falta de la modelo pintaría manzanas o limones.

El hijo pronto dará el paso de la imagen fija de la pintura paterna a la imagen animada del arte del futuro, el cine. El viejo reserva sus ya escasas fuerzas para pintar e intenta mantener lejos el horror de la guerra y la inminencia de su propia muerte. El hijo, en cambio, en cuanto se recupera decide retomar el combate, contra la opinión del viejo. Pero el enfrentamiento entre padre e hijo se resuelve en el abrazo del adiós y, para ambos, para el viejo pintor y el joven cineasta, Dedée, la modelo, será la egeria. 

De este triángulo se queda fuera Coco (Claude), el hijo menor, adolescente, y no por falta de ganas de participar. No le falta espíritu ni lucidez al zagal. «Vives en una casa donde cuelgan las más hermosas telas del mundo y tú pegoteas en las paredes de tu cuarto horribles imágenes de la guerra», le reprocha Jean a Claude, quien le devuelve a su hermano el reproche con una descripción de su situación que resume la paradoja de la guerra: «Estás en casa porque estás herido. Si estuvieses sano, ya estarías muerto».

Conforta saber que después de los años Claude tuvo una buena vida. Experto en la obra paterna, fue resistente durante la ocupación alemana y terminó sus días como ceramista, el primer oficio de su padre.

24 août 2013

Superciudadanos en góndola

En cuanto cumplían 18 años, los chilenos solían inscribirse en los registros electorales y participar activamente en los periodos de elecciones. Como se sabe, en septiembre de 1973, hace ahora cuarenta años, el ejército chileno bombardeó el palacio presidencial y destruyó esos registros.

El país recuperó la democracia en 1989 y los registros electorales fueron reconstituidos. El derecho a voto reconquistado sólo han podido ejercerlo, sin embargo, quienes viven en Chile. Los chilenos del extranjero siguen sin poder votar.

Desde entonces, todas las iniciativas legislativas tendentes a reconocer el derecho a voto de los chilenos en el exterior -un derecho que ejercen, por lo demás, no sólo los ciudadanos de las democracias con cierta raigambre, sino también ciudadanos de países con menos tradición democrática que la chilena- han sido abortadas en el Parlamento: por tratarse de una modificación constitucional, ésta exige una mayoría cualificada, de manera que la capacidad de bloqueo está al alcance de un grupo parlamentario minoritario.

Las fuerzas políticas que han bloqueado esas iniciativas lo han hecho movidas por un cálculo electoral. Como la dictadura de Pinochet supuso la salida del país de miles de chilenos, el frente de los antivoto cree que de poder votar los chilenos del extranjero lo harían como un bloque contra los pinochetistas de entonces. También en eso se equivocan. El cálculo electoral es legítimo, lo impresentable son los argumentos con que lo presentan. El presidente del partido del presidente Piñera, Carlos Larraín, resumió una vez así su postura: ¿por qué van a tener que decidir los destinos de Chile los que se pasean en góndola por Venecia?

A tal solidez argumental se suma ahora este razonamiento expuesto por John Müller en el diario El Mercurio: si los chilenos en el extranjero pudiesen votar en Chile, se convertirían en superciudadanos, puesto que muchos de ellos ya votan en los países donde residen. Si votasen también en Chile votarían dos veces, o sea. Parece un argumento con más peso que el de la góndola, pero en rigor se trata de una actualización de la teoría de la navegación veneciana.

En los hechos, la mayoría de los chilenos de fuera viven en países como Argentina, Estados Unidos, Canadá y Australia, donde las condiciones de acceso a la nacionalidad son restrictivas, por lo que la capacidad eventual de ejercer el doble derecho a voto es muy limitada. De reconocerse alguna vez el voto a los chilenos en el extranjero, quienes podrían votar dos veces son aquellos que viven en países que aceptan la existencia de la doble nacionalidad. España y alguno más.

Por otra parte, la góndola ya no es lo que era y, a causa de algún gondolero cabeza loca, votar en un consulado resulta harto más seguro que pasear en góndola.

19 novembre 2013

Una buena ocasión para ver «No»

Ayer fue día electoral en Chile, una buena ocasión para ver No.

Como se sabe, la película cuenta la campaña del plebiscito de 1988, una consulta que buscaba prolongar la dictadura de Pinochet por vías electorales.

La película está bien. Sobre todo en cuanto integra felizmente material documental de la época con la historia que cuenta, la de un publicista exitoso que se embarca en la campaña publicitaria a favor de la opción del voto No en ese plebiscito. En torno a él, varios protagonistas históricos de los hechos de 1988 se representan a sí mismos en el filme dos décadas más tarde, y sus figuras avejentadas enlazan con la época y marcan, al mismo tiempo, la distancia que media ya con ella.

El tono de las imágenes, su coloración, es la propia de la televisión de esos años, ese deslavazamiento como de polaroid. Y no sólo los colores, también el pulso de la película es el de la tele de ese entonces, la que vería Larraín cuando niño.

Y luego está la tensión argumental entre la eficacia de la comunicación publicitaria y la ineficacia del discurso ideológico, tensión que expresa otro enfrentamiento, el de una sociedad cavernaria versus una sociedad llamémosla moderna. En medio de ese tira y afloja, la circunstancia personal del publicista se juega también al sí o al no, al ser o no ser del protagonista.

Por ponerle uno, le pongo un pero y, como soy el último en ver la película no seré el primero en ponérselo: según el planteamiento inicial del filme, fue la presión internacional, encabezada por Norteamérica, la que llevó a Pinochet a convocar ese plebiscito y a correr el riesgo de perderlo, y, otra vez, fue esa misma presión internacional, y sólo ella, la que obligó a un sector del pinochetismo, representado por Matthei, a reconocer la derrota electoral en el mismo momento en que el entorno más próximo a Pinochet se disponía a negarla.

Lo que equivale a decir que los norteamericanos estuvieron detrás del golpe en el 73 y también tras la caída de Pinochet, en el 88. Lo que es innegable. La presión popular, sin embargo, que se desató de manera más o menos espontánea e inesperada a mediados de 1983, pilló desprevenido al pinochetismo y, sobre todo, le demostró que la pura represión, por violenta que fuese, no era argumento suficiente para ganar la batalla de las imágenes.

Esa batalla Pinochet la tenía perdida, pero aún hacía falta saber ganarla.

27 décembre 2013

La piedra

Ese espacio de tiempo que media entre una herida de muerte -una bala alojada en la cabeza- y la muerte definitiva. Una mujer procura mantener con vida a su marido, herido de muerte, sacarlo del coma en que está sumido en una barriada de Kabul. En el intento, va descubriendo que, por una vez, puede decir lo que siempre ha debido callar porque el hombre está inane y no la puede interrumpir ni acallar. Se trata de una tradición, la de cargar a una piedra con los secretos inconfesables hasta hacerla estallar.

Syngué sabour (Piedra de paciencia) se llama la novela del afgano Atiq Rahimi que lo cuenta. La novela tuvo una recepción mayúscula en Francia, al punto de que ganó el Goncourt en 2008. El propio Rahimi la lleva ahora al cine, con el apoyo de Jean-Claude Carrière, con quien escribe el guión. La película, filmada entre Casablanca y Kabul, es una buena historia que tiene mucho de intemporal -el hombre es crístico, la mujer es magdalénica- y está a la vez plenamente anclada en los años sombríos que viven Afganistán y el mundo musulmán.

13 janvier 2014

Una película recomendada por Coetzee

Le hacemos caso a Coetzee y vemos Le Temps qui reste, de François Ozon. ¿Qué hace un hombre de 30 años cuando se entera de que le quedan tres meses de vida? Es el caso de Romain, fotógrafo de moda parisino, y bien equipado con todos los tics que se suelen asociar con el perfil.

¿Qué hace? Intenta recuperar el contacto con el niño que fue. Va a visitar a su abuela -privilegio suyo, su abuela es la Jeanne Moreau. Durante el viaje, una pareja le hace una proposición inesperada, que termina por aceptar. Parece, por esa vía, distanciarse de su narcisismo algo primario pero tal vez no haga más que aferrarse a él, como un náufrago al mástil que sobresale.

El estilo de Ozon es efectista, ciertamente resultón. No es lo que prefiero en estas materias. Pero la película venía muy bien recomendada.

8 janvier 2015

El perro

He ido poniendo en Twitter cosas y otras que me han llamado la atención sobre la masacre de Charlie Hebdo. Como contado en brevísimo, en cambio, el detalle que sigue -un pelo de la cola en relación a la enormidad de lo ocurrido- se puede malinterpretar, lo cuelgo aquí para poder explicarme.

También porque cuento a veces en este blog historias de perros, aunque yo mismo no tengo uno y más bien padezco los ladridos ajenos. Será porque he visto que en los diarios populares suele haber historias de perros o con perros. Es, de hecho, en un diario popular, 20minutes, un diario sin editorial -salvo para las ocasiones, y hoy fue una-, donde he leído la historia que paso a contar.

Un auto se detiene en medio de una calle ayer al mediodía en París. Dos hombres vestidos de negro, uno de ellos armado de un lanzagranadas, se precipitan sobre otro auto y obligan al conductor a bajar. «Diga que ha sido Al Qaida-Yemen», le espetan, a modo de explicación sobre el expolio. El conductor responde: «Pero esperen a que baje al perro». Y los mismos canallas que acaban de masacrar a toda la redacción de Charlie Hebdo y de rematar en el suelo a un policía, apenas unos minutos antes, acceden a que el perro se quede junto a su dueño.

No quiero decir con esto que los terroristas tengan un corazón sensible a los animales, no. Lo que quiero decir es que esta es la realidad, y no hay otra.

Source: Externe

Courbet, Autorretrato con perro

26 avril 2015

Una hacienda rodeada de montañas boscosas

Anoche vimos Los Trasplantados, de Percy Matas. Qué buen personaje compuso Nemesio Antúnez. Lo mejor, o lo «único mejor» de la película.

Mi tío me cuenta que participó en una proclamacion presidencial de Antúnez en Mendoza. «Nemesio / Antúnez / orgasmos hasta el lunes» era la consigna coreada una noche de sábado en esa ciudad de los Andes.

Los Trasplantados, viajeros que quieren volver a  ser sedentarios y no lo consiguen del todo. Dice Ostiz, según el diario de Uriarte, que el ánimo del sedentario tiende a la rumia mientras que el del viajero se exalta. Los campesinos son melancólicos y los viajantes de comercio forzosamente entusiastas.

En el pueblo de mi tío, los campesinos eran mayoritarios, luego estaban los comerciantes y funcionarios y luego los viajantes de comercio. Mi tío habla de su pueblo como Antúnez habla de la hacienda de su abuelo en el sur de Chile, «rodeada de montañas boscosas». Puro romanticismo telúrico, del que no escapan ni los ricos ni los pobres, por mucho que hayan escapado de Chile.

30 mai 2015

Corre que te pilla Sorrentino

Vemos Mahler, de Ken Russell. Vida y obra del austriaco decoradas según los tópicos de cierta psicodelia al uso en el Londres de comienzos de los años setenta.

De Russell vi años atrás Tommy, de los Who, y una biografía de Chaikovsky. A cuál de las dos mayor mamarracho. Me temía lo peor con ésta sobre el austriaco y así no más es, mamarracho consumado. Y sin embargo, tratándose de Mahler, genio absoluto de la música fin de siècle, católico converso para alcanzar el puesto de director de la Opera de Viena, marido contrariado y padre funesto, la vemos hasta el fin. Su música, que es ilustración de sí misma, aguanta cualquier engendro visual que le caiga encima.

Tenía a Russell por el rey del kitsch cultureta. Corre que te pilla Sorrentino.

22 janvier 2009

El culto mamario

Cuenta José Antonio Montano que, en la serie Roma, cuando muere César, una mujer le acerca una teta para devolverlo a la vida. Se trataría, según Al59, de un ritual de origen egipcio en el que el difunto se convierte en hijo adoptivo de Isis. Y ya se sabe que con Egipto César Augusto tuvo un lío.

El caso es que la teta que nutre a César moribundo lleva de una teta a otra, como era de esperar, y me hace acordar de un par de ellas. La primera me la contó mi tío Pepe, de cuando él trabajaba como dependiente de una zapatería. Llegaron dos gitanas a curiosear entre los zapatos y Pepe, que ya estaba escarmentado con ellas, las puso en la puerta. Airada, una de las gitanas se sacó un pecho y lo bautizó con un chorro de leche en la cara.

La segunda la he visto yo. Se rinde en la Patagonia culto a una mujer que llaman la Difunta Correa. Está mujer habría muerto en un accidente caminero pero su criatura habría sobrevivido prendida a su seno. La gente, los camioneros principalmente, le rinden culto como a una virgen y dejan en el lugar botellas de agua para calmar la sed de la Difunta.

Sobre la Difunta, Montano apunta, con razón, que la madre muerta alimentando al bebé con su leche aún viva resulta ser lo contrario de la teta póstuma de César: en el caso de la Difunta, la muerta es la amamantadora, y el vivo el amamantado.

En fin, irán apareciendo nuevas variantes del culto mamario. A ver si éste se convierte en secta y beneficia de un anatema.

Por lo pronto, aquí está el himno, su estribillo. Vaca profana, según Veloso. En portugués y español.

'Dona das divinas tetas
Derrama o leite bom na minha cara
E o leite mal na cara dos caretas'

'Vaca de divinas tetas
La buena leche toda en mi garganta
La mala leche para los puretas'.

9 avril 2009

La mirla

En ‘Réquiem’, de Tabucchi, los protagonistas se toman en el restaurante de don Casimiro un ‘sarrabulho à moda do Douro’ que está muy bueno. El sarrabulho es un plato de sangre y vísceras. La receta del sarrabulho es detallada por la mujer de don Casimiro, a quien llaman Casimira a pesar de que se llama Maria da Conceição.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

En Bangladesh los pobres crían cerdos en los basurales de los extramuros y no los matan, porque no pueden consumir la carne de una vez, ni tampoco conservarla, sino que los ‘cosechan’, esto es les van quitando partes cuidando de que se mantengan con vida. Algo similar, pero mejor, hacen los masai en África, que toman a diario una mezcla de sangre y leche de sus vacas, cicatrizando bien la herida tras cada ‘ordeño’ sanguíneo.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Una mirla ha anidado en el jardín. Hasta ahora los adiposos gatos no han dado con el nido.

10 octobre 2009

El primo hermano

El New York Times encuentra al abuelo blanco de Michelle Obama. El Mundo, a los sobrinos de Hitler. Según la religión católica todos somos hermanos. La prensa se muestra más prudente: sólo seríamos primos.

______________

El affaire Frédéric Mitterrand, una tartufería detrás de la otra. Sarkozy debió nombrar ministro de la cultura a Gabriel Matzneff. Pero claro, éste no se apellida Mitterrand.

1 août 2011

El perrillo

(Saldos de fin de temporada 4)

Un perrillo desolado espera a que alguien lo mire en una sala de espera. Está en la sede de una fundación que abriga una colección de arte portugués contemporáneo. La casa tal vez sea la más bonita del barrio, por su parte resguardada su vista sobre el río es abierta y su frontispicio se encara con la fachada de otra curiosísima casa.

El perrillo del cuadro parece estar tan triste, que lo descolgaron de la sala del directorio que antes presidía. También se lo encuentra en la página del pintor. Los años 1989 a 1991 son años de pájaros. De 1992 a 1995 priman los monos. De 1997 adelante se encuentran perros. Pero el perrillo al que me refiero es de 1990.

Publicité
Publicité
Camino de Santiago
Publicité
Sobre el nombre de este blog
Derniers commentaires
Publicité