Canalblog
Suivre ce blog Administration + Créer mon blog
Publicité
Camino de Santiago
6 mars 2016

Tarde de lluvia en el museo de Tintín

Capture d’écran 2016-03-06 à 19

Tarde de domingo en el museo Hergé —entrada libre. El museo ya lo he descrito antes, así que a lo que voy.

La sala que reconstituye el salón de Hergé. En un muro, una amplia biblioteca y discoteca. Jung, Bachelard, Montherlant. Entre los discos, Satchmo, Maxime Nightingale, Pink Floyd. 

En el otro muro, siete cuadros. Un Bochner, un Alechinsky (dedicado «à Hergé, source d'images»), un Dubuffet.

Me siento en un rincón a observar qué hace la gente. A la izquierda la biblioteca, a la derecha la pinacoteca.

Hay quien entra y vuelve en seguida sobre sus pasos. La mayoría comienza por darle una mirada opaca al muro de los cuadros y se acerca en seguida a observar las carátulas de los discos y a leer los lomos de los libros. Una persona va y lee la lista con el nombre de los cuadros y sus autores. Pero en veinte minutos —durante los cuales habré visto pasar a varias decenas de visitantes— nadie se acerca a mirar los cuadros. Ni con detención ni sin detención.

Ya sé que veinte minutos no son nada, que se trata de un museo de historietas, que la gente ha ido a pasar el rato —como yo— y no a ver pintura abstracta, que no hay conclusión alguna que extraer en una tarde de lluvia un domingo de marzo. 

Aun así, la próxima vez que alguien me hable de la preeminencia de la imagen en la cultura contemporánea le diré lo que por lo demás me paso el día diciendo: mira, depende...

Capture d’écran 2016-03-06 à 17

Publicité
Publicité
6 novembre 2016

El prepucio

El Reino, 3

Pedro y Pablo firmaron en su momento un particular tratado de Tordesillas. Pedro se ocuparía de los judíos, el punto de salida del cristianismo, y Pablo de los gentiles, su punto de llegada. Tal vez estaban de acuerdo en que el cristianismo transformaría a la cultura grecorromana penetrándola. La cuestión que los separaba era si esa penetración debía hacerse con o sin prepucio.

La alianza entre Dios y los hombres, corazón del judaísmo, fue sellada bajo la condición de la circuncisión. Abraham debió circuncidarse a sí mismo para luego circuncidar a su descendencia. Griegos y romanos, en cambio, juzgaban esta práctica bárbara. Antíoco Epífanes, rey griego de Siria, llegó a prohibirla, y el emperador Adriano hizo lo propio tres siglos después.

La circuncisión pasó así a ser una piedra de toque. Para los judíos, sojuzgados por Roma y rodeados de griegos, la circuncisión era la condición que les evitaba, creían ellos, ser asimilados por el paganismo grecorromano. Tanto más que algunos judíos romanizados se descircuncidaban. 

Bellini-circumcision-NG1455-fm-2

Bellini, Circuncisión de Jesús, c. 1500

Timoteo, lugarteniente de Pablo, era un judío de padre griego y no estaba circuncidado. Cuando se convirtió, bajo la presión de los judíos del lugar, Pablo debió circuncidarlo con sus propias manos. Luego Pablo ya pasó de esas presiones e impuso en el seno del primer cristianismo la no obligación de la circuncisión para los conversos. Cómo es que nadie ha pintado esa escena, se pregunta Carrère. Vamos a suponer que Carabacho la pintó y un cretino, de los que abundan, quemó la tela. Por cierto, la pintura tiene mucho que mostrar —cómo no— sobre este doloroso asunto. Ribera, por ejemplo, pinta al apóstol Bartolomé con dos atributos en las manos: un libro y un cuchillo, o sea.

Y la escultura. No hay una pieza de mármol que encarne mejor el espíritu del Renacimiento que el David de Miguel Ángel. Sin embargo que cuando la estatua monumental dejaba el taller del escultor florentino para ocupar el sitio que le estaba destinado en la plaza de la Señoría le llovieron piedras. Un desnudo, pase, pero ¡uno de cinco metros! Y eso que, contra la verdad histórica, el joven rey hebreo no aparece circunciso. La explicación corriente para este contrasentido es que el canon de la representación en la época era ése.

Probablemente. Arriesgo otra, complementaria. Así como, en recuerdo de la destrucción del templo de Jerusalén, los judíos suelen dejar una esquina de cualquier obra inconclusa, Miguel Ángel, por otras razones, practicaba también la estética de lo inacabado —non finito. En este caso su manera de no acabar del todo el David fue dejarle en su lugar el prepucio.

25 juin 2017

Primos hermanos

Diario del Camino de Santiago

Gallegos, italianos pensativos.

Pensativo es un elogio, claro. Quiero decir que los gallegos parecen italianos pero no hablan con las manos. Y hablan menos que los italianos. Una pena, porque el acento gallego, levemente plañidero, es placentero. Yo no desperdicio ocasión para escucharlo, al menos. Por eso les digo: «Hemos hecho tres etapas del Camino, una y media gallega y una y media asturiana». En seguida estamos de acuerdo. «Gallegos y asturianos, primos hermanos».

Tambien me gusta el gallego, la lengua. Más cuando me entero de que acuarela se dice augada, vendedora regateira y hablar parolar. Un poco menos cuando el batasuno de turno nos escucha hablar inglés ¡con un inglés! en un bar de Pontevedra y nos pregunta si nos creemos que estamos en Nueva York. Pero ése no es un problema del gallego, sino del batasuno de turno.

A ver si te caes de la torre faltante de San Martiño, le digo para que no me entienda. Porque hay que saber que de la parroquia de San Martiño, en Noia, se cuenta una historia de misterio muy gallega. Como tiene una única torre y la simetría manda que tuviese dos, se dice que la segunda torre no se ha podido construir en quinientos años por una maldición que pende sobre ella. El director de cine Claudio Guerin quiso desafiar la leyenda de la torre faltante cuando filmó La Campana del infierno, en 1973, y mandó construir en su lugar una torre de cartón piedra. De la que cayó cuando filmaba la penúltima escena. 

Por otra parte, en el pórtico de la parroquia los apóstoles componen una orquesta de cuerdas y me gustaría saber por qué.

P1130076  

800px-Noia_060828_063

Por otra parte también, en Asturias estuve con mis primos hermanos y otros petits-cousins, estos últimos de ésos con quienes el parentesco es tal que para saber si tú eres el tío y ellos el sobrino o si la cosa es al revés tienes que sentarte a contar. Con una sidrina en la mano, de preferencia. 

Luego lo cuento.

21 avril 2017

Lugares de Chile

Santiago se ha convertido en una ciudad populosa. Tal vez antes también lo fuera pero nunca tanto. La inmigración reciente y abundante ha cargado las tintas y las calles, los parques y el Metro están llenos de gente morena. Santiago parece, por fin, una gran ciudad sudamericana. Hay jóvenes y niños por todas partes. La impresión que deja este paisaje es de puro optimismo antropológico.

_____

Un sentimiento específico relacionado con Chile en mi caso es éste: ¿ese lugar es ese lugar? No sé si me explico. No me pasa en otros lugares.

________

Así es como me encuentro defendiendo la intuición de que el lugar de Chile en el mundo es más significativo del que aparentemente ocupa. Por suerte los intuitivos no nos sentimos obligados a argumentar nuestras intuiciones. De lo contrario no seríamos intuitivos sino argumentativos.

_____

Me preguntan qué piensan de Chile en Europa. Una respuesta cruel sería decir que nada. Esta es una pregunta recurrente en Chile, rara vez formulada al revés. Prefiero cuando me preguntan qué pienso yo porque entonces tengo la ocasión de desplegar mi teoría del optimismo antropológico.

________

Me gustan los títulos que lo dicen todo. Por ejemplo, éste: ¿Por qué Argentina no fue Australia? Me explican que Chile está viviendo el síndrome de los 20 mil dólares, que afecta a los países que cubren muy rápido la distancia entre 10 mil y 20 mil y entonces se estancan y les cuesta dar con un nuevo impulso. El título del libro en este caso sería: ¿Por qué Chile no fue Argentina?

_________

Tal vez la gente ya no lee periódicos en papel porque los vagones del Metro van tan llenos que no queda sitio para desplegar un tabloide. Un vagón repleto es el lugar perfecto para leer en la pantalla del teléfono.

__________

Continuidad de los parques: el taxista va escuchando una cumbia a toda pastilla. Una vez que bajas del taxi, el conserje del edificio escucha la misma cumbia sotto voce. En mi caso, sólo a razón de dos semanas al año la cumbia es bailable.

_______

Hablando de taxistas, muy amigote con todos hasta que me quieren contar un chiste de Pinochet. Hasta aquí llegamos, aviso.

_______

Los muchachos de Uber en cambio no cuentan chistes de Pinochet ni te meten cumbias a destajo sino que se sientan en silencio a tu lado y no compadrean. A no ser que compadrees tú. Como hago yo una noche explicando las cosas con la elocuencia que da el haber escuchado mucho y hablado poco en una velada animada, más un par de pares de copas del caldo de moda, el cariñán de secano.

________

Su casa se ha convertido en una joyería. No podía ser de otra manera.

________

Encuentro un libro que fue mío hace muchos años. Lo abro y veo que hay unas páginas marcadas. Leo esas páginas para tratar de recordar por qué las marqué. ¿Hay algo allí que dice algo del que yo era entonces? ¿Y por qué me interesa saberlo si sé que soy el mismo que abrió una vez ese libro?

___________

El problema de relacionarse con artistas es que todos ellos tienen una obra que hay que conocer mínimamente, antes o después. A no ser que uno adopte la actitud del mujeriego y pase olímpicamente de la obra y del antes y del después.

_______

O_Jarpa_Gran_vista_del_valle_con_palmas_chilenas_56x85_5cm-2

Óleo de Onofre Jarpa

_______

Pájaros en la ciudad: queltehues, zorzales, tórtolas, gorriones. Llega una pareja de tiuques al jardín porque alguien ha dejado en el césped un huevo duro descascarado. El misterio no es la presencia del tiuque sino la del huevo.

_______

Pájaros en la costa: colibríes, chincoles, diucas, loicas, perdices, codornices, garzas, jotes sobre la isla de los lobos, que también sobrevuelan gaviotas y pelícanos y recorren los pingüinos.

______

Largo y angosto está quedando esto, como la loca geografía. Y tampoco es que lo cuente todo. Me dejo sin contar la historia de la monja del convento de claustro al que iba yo a escuchar cantar a las clarisas cuando niño. Y la historia de la secta de Pirque. Y la del descuartizado de Quilicura. Según cómo las cuente pueden parecerse o no a un chiste de Pinochet.

______

En Stoner encuentro un soneto de Shakespeare, cuyos versos finales me valen como resumen y despedida: «Esto ves y tu amor se fortalece / amando bien aquello que ya pierdes».

_______

Esta vez no lloré en el aeropuerto. No alcancé. Fui el último en subir al avión. Y el primero en bajar al día siguiente.

9 février 2019

¿Qué será de la Beatriz Lapido?

Diario de Chile, 3

Al momento del despegue y si se da la circunstancia favorable, esto es si vas sentado al lado opuesto del sol, es bonito ver como la sombra va empequeñeciéndose sobre el suelo en la medida en que el avión gana altura.

.

Trasiego de pájaros. Las gaviotas son las más numerosas y tal vez sean las auténticas pobladoras de esta bahía. Pero el vuelo de los pelícanos en formación es insuperable. Un tiuque vuela sobre mi cabeza haciendo un esfuerzo superior al de otros pájaros para recorrer la misma distancia, como si sus alas desplegadas fueran demasiado grandes con relación a su cuerpo. Más pájaros. Queltehues por todos lados, jotes en el camino. Y en la playa, compadreo con pilpilenes y bandurrias.

.

Le digo que se ponga junto al cuadro de Bogni que ilustra su último libro y hago un par de fotos con el teléfono. No quedo conforme con la luz ni los detalles, pero sí con la mirada, la combinación exacta de proximidad y distancia, la misma que me dedicaba Parra.

.

Sobredosis de empatía: la gente que repite el final de tus frases. También sobre el final de las frases: los germánicos esperan que el interlocutor termine sus frases no sólo porque son más educados sino porque, como el verbo va al final, hay que esperar ese final para entenderlas.

.

Se supone que la gente habla como vive, pero el cineasta le da la vuelta a la teoría del lenguaje y en su película la gente vive como habla. Por si no se nota, he vuelto a ver la Palomita blanca. Y a todo esto, ¿qué será de la Beatriz Lapido?

Santiago, Edward Gennys Fanshawe

Acuarela de Edward Gennys Fanshawe, 1851

Publicité
Publicité
4 mai 2020

Yo antes era de Pedro y ahora soy de Pablo

A la entrada de la biblioteca de mi pueblo hay una estantería donde quedan disponibles los libros que descatalogan. Llegar y llevar es la consigna. A la iniciativa se suman algunos lectores que dejan allí los libros que creen que estarán mejor en otras manos. Como esa estantería hay unas cuantas más por todo el pueblo, pero fue en la de la biblioteca donde ocurrió lo que quiero contar. Y es que un día encontré allí una corrida de libros que me pareció que me estaban todos destinados. Ninguno lo había leído y todos los quería leer. Como si la selección la hubiese hecho alguien que me conocía perfectamente bien.

Entre esos libros estaba éste.

 

Capture d’écran 2020-05-04 à 11

Cuando leí El Reino, de Emmanuel Carrère, me di cuenta de que la idea que yo me hacía de Pablo de Tarso estaba completamente fuera de lugar. A pesar de haber oído cuando niño en decenas de misas sus Epístolas, yo creía que Pablo era una especie de escudero de Pedro, su Sancho Panza. Y no, en absoluto. Pedro y Pablo fueron más bien rivales o, al menos, se repartieron la tarea de llevar la buena nueva por dos mundos diferentes. Pedro, a los judíos. Pablo, a los gentiles, los paganos, los griegos y romanos. La intuición genial de Pablo fue ésa justamente, que el cristianismo sólo prendería si conseguía convencer fuera del marco estrecho del judaísmo. Y para lograrlo se permitió unas cuantas libertades con la ley judía, como la de no imponer a los conversos el doloroso sacramento de la circuncisión.

(Gracias, Pablo).

Y sin embargo Pablo circuncidó con sus propias manos a su secretario, Timoteo. Pero es que por lo visto Pablo se alimentaba de sus contradicciones y era probablemente una mezcla explosiva de intelectual abstracto y de redomado pragmático. Lo mismo en cuanto a su relación con la ley judía, una institución harto más amplia de lo que uno podría creer de buenas a primeras, ley que respetaba cuando estaba entre judíos y se pasaba por el aro en ámbitos más amplios. ¿Un mestizo culturalmente hablando nuestro Pablo? ¿Un pionero en materia de sincretismo cultural? Y no sólo porque consiguió cristianizar a helenos y romanos sino también —y éste era tal vez el prerrequisito de la operación— porque logró helenizar el cristianismo.

Pablo fue el altavoz que el mensaje de Cristo necesitaba. Jesús se expresaba en parábolas sobre cuestiones que su público comprendía, aunque a veces se sintiera desconcertado. Y lo hacía en arameo para gente que hablaba arameo. Cuando fue llevado frente a Pilatos, Jesús no dijo ni una palabra porque ambos no tenían un lenguaje en común. Jesús era un profeta de andar por casa, que Pablo tradujo a las tres lenguas principales de su tiempo y de su espacio, el hebreo, el griego y el romano, que él dominaba, así fuese trabajosamente.

Otra que deja caer Ben-Chorin es que Pablo era feo y Jesús también. Pablo, según un apócrifo del sII era «un hombrecillo calvo, narizudo, cejijunto y con las piernas torcidas». En cuanto a Jesús, éste no tenía «ni buen aspecto ni prestancia». Y con esos materiales y tanto menos, Pablo convirtió a medio mundo a un Cristo pantócrator más o menos wagneriano —menos el del madero que el que anduvo en la mar. Un pablismo en toda la línea.

Leyendo a Ben-Chorin se me confirma que su libro es una fuente principal de Carrère en la parte de El Reino consagrada a Pablo. No recuerdo si lo cita nominalmente —es una pena que no tenga mi ejemplar conmigo para verificarlo, se lo presté a una amiga y por allí andará. Lo cierto es que las historias que cuenta Carrère sobre Pablo son las mismas que cuenta Ben-Chorin.

De esas historias, mi favorita es la de Eutiquio. Ya la conté una vez pero la cuento de nuevo. Un muchacho griego, Eutiquio, estaba sentado en una ventana escuchando a Pablo, se quedó dormido, se cayó y se mató. O eso creyó la gente. Pablo, no. Pablo lo recogió y lo devolvió a la vida.

Ben-Chorin agrega una variante romana, la de Patroclo, el «échanson» de Nerón. Me levanto para abrir el diccionario y ver qué diablos es un «échanson». El que pone las copas, o sea. El Ganimedes de Nerón. Tal como Eutiquio el griego, Patroclo estaba escuchando predicar a Pablo desde una ventana, se durmió, se cayó, se mató y Pablo lo reanimó.

Pues bien, los celos y la furias de Nerón fueron tales al ver que su Ganimedes se unía a los conversos por amor a Pablo, que desató una matanza de cristianos, incluidos Pablo y Patroclo.

Lo dicho, yo de la oposición contra Nerón no me he movido, pero antes era de Pedro y ahora soy de Pablo.

15 décembre 2021

Uno de turrón y otro de Málaga

IMG_20211208_133732

El sol y la luna salen por el mar y por el mar se ponen. En invierno al menos. El color del mar al sol y al reflejo de la luna, el placer de la luz y del calor templado en la costa mediterránea del sur de España. Buscando cómo describirlos sin abusar de los adjetivos doy con esto: «Una luz cercana a la belleza o la belleza misma».

Buscando otra cosa llegamos a una playa de hippies. Son hippies septentrionales: alemanes, suizos o franceses, rubios, bien parecidos y aún con todos los dientes. Al mediodía tocan la guitarra, cantan y se mueven melodiosamente mientras los niños pequeños bailan a su alrededor. Una imagen tomada directamente de Woodstock medio siglo después. Al atardecer volvemos a verlos y siguen en lo mismo. The dream is over dijo Lennon en su día, pero no para los hippies de la playa.

 ¶¶

Se hace tarde para cenar, vemos un restorán hindú abierto y entramos. Los camareros son muy parecidos entre ellos. Les pregunto de qué región de la India vienen y resulta que no son indios sino bangladesíes. El restorán se llama Taj Mahal pero ellos afirman con orgullo la diferencia entre Bangladesh y la India. Son todos de la misma ciudad, su lengua es el oraon-sadri, y el que lleva más tiempo en España llegó hace cinco años. No me atrevo a preguntarles por qué no prueban suerte proponiendo comida bangladesí. O no lo hago porque creo saberme la respuesta: la cocina hindú es un nicho de mercado y la bangladesí pas du tout y ellos necesitan que entre gente al restorante.

¶¶¶

Encuentro con Montano en Torremolinos.

En Los Manueles, él prefiere el pulpo frito y yo a las brasas. Hablamos de pulpos, naturalmente. Del apuro que da comérselos siendo, como son, tan listos. Monod decía que si hay una especie con buenos números para sobrevivir al apocalipsis nuclear ése es el pulpo. Vive en cuevas protegidas en los mares abisales y tiene un cerebro muy bien puesto sobre sus ocho ágiles brazos. Un solo problema se le presenta para prosperar y es que los padres mueren tras el parto. Todos los pulpos son huérfanos, lo que hace imposible cualquier acopio de experiencia.

(Luego me entero por este libro de que hace años en el acuario de Málaga hubo un pulpo llamado Epaminondas. El príncipe Miguel de Grecia vivió su infancia y juventud en la ciudad y cada vez que visitaba el acuario el pulpo Epaminondas lo reconocía. Epaminondas es un nombre griego, claro).

Una chica en bikini sale del agua en la playa e inicia lo que Montano llama El baile del frío. La veo salir del agua y dentro de unas semanas la veo salir en el Dietario que el escritor malagueño publica el último sábado del mes en diario Sur.

Nos damos una vuelta por Torremolinos y el anfitrión me va contando la historia de esos lugares. El acelerón que se dio en la segunda mitad del sXX, como toda la costa malagueña, rebautizada Costa del Sol, cuando los pueblos de pescadores sin dejar de serlo fueron convirtiéndose uno a uno en balnearios. El tardofranquismo apostó por la apertura y cuando quiso frenar ya era tarde. 

¶¶¶¶

A esta araucaria le cayó un rayo en 1930 y la copa ardió durante un mes. Durante años sólo fue un muñón quemado recortado contra el cielo. Con mucha paciencia una rama verde ha venido a acompañar al tronco negro. Mi corazón espera otro milagro de la primavera, decía Machado.

Capture d’écran 2021-12-15 à 10

Almuñécar, c1911, Almuñécar, 2021

¶¶¶¶¶

En una veintena de puentes sobre la autovía que lleva de Almería a Málaga está escrito CUSTODIA COMPARTIDA con la ese invertida. No te distraigas cuando conduzcas pero no puedo impedirme imaginar este relato: Un padre reclama la custodia compartida de sus hijos a su ex, que se la niega. Como ella vive en Nerja y trabaja en Málaga tiene que recorrer a diario esa distancia y confrontarse repetidamente con la revindicación e intenta no mirar los puentes para que no le pesen en el ánimo. Se lo comento a mi mujer. ¿Y a ti quién te dice que es un hombre el que lo ha escrito?

¶¶¶¶¶¶

Qué pueblo tan bonito, Frigiliana. Es día festivo y hay bastante gente, de modo que tardamos en encontrar mesa para comer algo. Pasamos delante de una panadería y el olor de las tortas de aceite recién salidas del horno nos mueve a comprar unas cuantas. Por fin encontramos sitio en un chiringuito atendido por una señora holandesa muy dinámica, dejamos el paquete de tortas sobre la mesa y mientras esperamos el pedido les damos algún picotazo. Cuando llega, la señora batava pregunta si cuando vamos a un bar a beber vino también llevamos el vino. Daniel le canta contundentemente las cuarenta pero cada cual tiene su fuerte y yo prefiero tomarle alegremente el pelo. Ella parece ser inmune a la ironía y tal vez lo sea. 

¶¶¶¶¶¶¶

Auguro que en el futuro toda playa será nudista, decíamos anteayer. También es el caso de la costa andaluza. Siempre hay una caleta donde desnudarse tranquilamente sin hacer sentir incómodo a nadie. Los desnudistas son mayormente mayores. El cuerpo joven se protege porque es deseable. El cuerpo ajado, en cambio, se siente liberado de las servidumbres del mercado.

¶¶¶¶¶¶¶¶

Al otro extremo extremo de la península también hay un Rincón Asturiano. Los camareros son él magrebí y ella eslava. Les pregunto quién es el asturiano del equipo y me dicen que la cocinera. Los chorizos a la sidra están deliciosos y les encargo que la feliciten.

¶¶¶¶¶¶¶¶¶

El billete de la Lotería de Navidad lo compramos en un estanco del pueblo y el turrón en el Mercadona. Hablando de supermercado queda confirmado que pagas en un pueblo andaluz por la cesta de la compra la mitad de lo que pagas en mi pueblo belga.

¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶

Merino quiere saber por qué llamaban «de malagueña» a un helado que había en Santiago de Chile antiguamente y sabía a pasas con ron. Se lo pregunto a Montano y me dice que las pasas son malagueñas y se asocian al vino dulce, también típico de Málaga. En las heladerías malagueñas sigue existienedo ese helado, que los malagueños llaman «Málaga», sin más: «Póngame un helado de turrón y otro de Málaga». Tal vez Merino, habitué de una heladería, consiga que ésta reponga el helado de malagueña. De ser así, ya nadie podrá atreverse a decir que la literatura no sirve para nada.

 ¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶

No se me escapan los problemas ni olvido mis privilegios pero a mí esta costa me sabe a pasas con vino dulce.

¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶

Para Samuel

26 juin 2022

Breve abecedario incompleto sobre la guerra en Ucrania

ESCRIBO ESTE BREVE abecedario porque antes de la invasión del ejército de Putin del 24 de febrero de 2022 no sabía nada o casi nada sobre Ucrania. Sacudido a diario por los bombardeos y las masacres y sabiendo que los vaivenes de la guerra lo desactualizan constantemente lo comparto aun si está incompleto. 

A

como AZOF

El mar al sur de Ucrania de cuyas costas tiene apuro Putin por hacerse para negar el acceso al mar a Ucrania y exhibir al menos ese trofeo ante su camarilla ahora que ha tenido que renunciar a su proyecto de poner los tanques en la frontera con Polonia. A mediados del sXIX fue teatro de la famosa Guerra de Crimea, que se saldó con la derrota del Imperio ruso, otra de las tantos rapapolvos que supuran por la herida de Putin. Una curiosidad geográfica es que sus aguas se arremolinan en el sentido opuesto a las manecillas del reloj.

B

como Memorándum de BUDAPEST, firmado por Rusia en 1994 y en el que Ucrania recibió garantías sobre su independencia e integridad territorial a cambio de ceder su arsenal nuclear... a Rusia.

G

como GRANERO

Ucrania es el granero del mundo y esto no lo sabíamos los comedores de pan y de cuscús. Pero es que los comedores de pan no sabíamos casi nada de Ucrania y la guerra nos obliga a tratar de aprender todo rápidamente, de la A a la Z. Los rusos han arrasado sistemáticamente el campo ucraniano y han bombardeado y quemado los silos que guardan el grano y los que quedan en pie se quedan como están porque ahora bloquean los puertos de salida y no hay manera de hacer llegar el grano allí donde el resto del mundo lo necesita. La negra tradición rusa de ser los hambreadores de Ucrania se vuelve a confirmar y esta vez, mundialización obliga, rebalsa hasta el fondo del planisferio. De cara al próximo invierno, Putin cuenta con dos bazas que mueven el mundo: el gas y el trigo.

H

como HOLOMODOR

Esto viene de lejos. Stalin provocó una hambruna tremenda entre los ucranianos en los años treinta. Ucrania producía trigo, Stalin lo confiscó y lo vendió por el mundo a buen precio mientras millones de ucranianos morían literalmente de hambre. A esa hambruna provocada se la conoce como Holodomor y se discute si fue o no un genocidio.

I

como IRPIN y BOUCHA y MARIÚPOL y tantas otras ciudades martirizadas por Putin, como antes martirizó Siria y Chechenia mientras el mundo miraba para otro lado. Una vez que las tropas rusas empujadas por el ejército ucraniano se retiraron de Irpin una mujer contaba que pasó varios días encerrada sin poder salir porque había un tanque ruso estacionado en la puerta de su casa. Cuando por fin pudo salir, se encontró con que los rusos antes de huir habían masacarado a sus vecinos. En Izium, los vecinos adoptaron otra estrategia y decidieron confraternizar con los ocupantes ofreciéndoles vodka y pasteles. Envenenados, claro.

Лавра

como KIEV. La historia de su catedral de Santa Sofía, cuyas seis naves y trece cúpulas comenzaron a ser construidas a los albores del milenio para ser arrasadas dos siglos más tarde por los tártaros, corre en paralelo con la historia de la ciudad. Reconstruida en el sXVII en el más puro barroco ucraniano, tras la Revolución rusa todo ha sido tiras y aflojas en cuanto a su destino: que si la destruyen, que si la preservan, que si la comparten los numerosos cultos ortodoxos, que si la convierten en museo. Así, hasta ahora que tiembla bajo los bombardeos de Putin.

N

como NIÑOS

Es lo que escriben en los techos con letras mayúsculas los ucranianos tratando de que los bombardeos rusos respeten ciertos lugares donde intentan proteger a los niños. Ni aun así. Tal vez no sea una buena idea hacerlo. Nuestra esperanza radica en que los rusos amen también a sus hijos, cantaba Sting a finales de la guerra fría. Otra esperanza perdida.

 P

como PUTIN

De un tirano qué piedad, escribió Góngora.

R

como REFUGIADOS

A mediados de marzo llegaron a una casa de mi calle tres ucranianos. La abuela, la madre y el niño pequeño. Ellas son corteses y discretas. Mirándolos pasear bajo la luz que el sol filtra entre los árboles no puedo dejar de pensar en otros niños y sus madres y sus abuelas refugiados de los bombardeos en la oscuridad de las húmedas bodegas de los edificios en las ciudades y pueblos bombordeados. 

S

como SHOA POR BALAS: En 1941 el ejército nazi ocupa Ucrania y consigue prolongar esa ocupación durante tres años. Casi dos millones de judíos ucranianos son ejecutados por bala, negra página de la historia que se conoce como la Shoa por balas, en referencia al método de exterminio utilizado por los nazis que precede al de los campos de concentración. El ejército alemán iba pueblo por pueblo y convocaba a la población judía diciéndoles que se disponían a viajar a la Tierra prometida. La Tierra prometida era el pelotón de fusilamiento a las afueras del pueblo según el método de un hombre-una bala. Lo que dejaba agonizantes a la mayoría de los fusilados, que morían lentamente en las horas y los días que seguían por asfixia. El horror nazi llegaba hasta el hecho de obligar a la población local a que caminara sobre las fosas apisonando la tierra. Se dice que la solución de la exterminación por gas en los campos surgió, entre otras cosas, para disminuir los brotes de locura al que condenaba a los soldados alemanes la utilización de la fórmula de la Shoa por balas.

como SHEVCHENKO

En el sXIX los rusos acallaron al poeta Taras Shevchenko pero no lograron impedir que se convirtiera en un símbolo de la lucha por la libertad. «Cuando atravesando Ucrania el río arrastre hasta la mar azul la sangre enemiga / dejaré los campos y los montes y volaré hasta Dios a alzarle mi plegaria / Pero hasta que ello llegue de Dios no sabré nada» dejó escrito Shevchenko en su poema Testamento, que los ucranianos conocen de memoria.

T

como TEATRO de Mariúpol, bombardeado por los rusos en marzo de 2022. Una tragedia en el más directo sentido del término («género teatral que desarrolla temas de la antigua épica centrados en el sufrimiento, la muerte y las peripecias dolorosas de la vida humana, con un final funesto y que mueve a la compasión o al espanto», dice el diccionario). Miles de ciudadanos se refugian en el teatro de la ciudad para escapar a los bombardeos de la aviación enemiga y esta escoge deliberadamente el teatro como diana y mata a más de 300 de las más mil personas que buscaban protegerse en ese teatro. 

U

como UCRANIA, el país más grande de Europa. El nombre, Ucrania, significa algo así como «dentro de la frontera» y en ucraniano suena Ucraínia.

Z

como ZELENSKI, claro. El actor que representó el papel de presidente en las pantallas antes de dar el salto a la realidad. Cualquiera que sea el desenlace de esta guerra, lo que ha mostrado hasta ahora se resume en dos palabras: Honor y gloria.

6 janvier 2023

Doña Flor y sus dos maridos

Saldos del Diario de Chile, 1

EL PAISAJE en el viaje de Santiago a la playa, la sucesión de valles y su aridez rocosa salpicada de flores y coronada aquí y allá por las enormes peñas de Llay Llay («viento-viento») delante de los montes imponentes. Y el aro de rigor en el restaurante caminero por amor de la cazuela y el mar que por fin asoma por Longotoma. Y la costa que dibuja un pueblo nuevo, La Ballena, que estira sus formas natatorias. Así hasta llegar a la casa que un día fue pimpante y ahora acusa el paso de los años y el jardín a medias arruinado por el agua salobre.

Costa_de_Pichidangui

SUBIMOS a la parte más alta de las rocas, a lo que llaman El Nido, a la hora que se pone el sol, y vemos fugazmente el rayo verde, le rayon vert de Rohmer. La exigencia de subir al Nido, puro yoga de la concentración, ahí te quiero ver poner el pie.

CAMINANDO por la playa se nos unen dos perros y una perra a los que bautizamos Doña Flor y sus dos maridos. Uno de ellos persevera y recorre doce kilómetros a nuestra vera como si viniésemos juntos desde muy lejos y no nos fuésemos a separar jamás. De vez en cuando nos echa una mirada e interpreta las nuestras. Cuando aparecen otros perros levanta la cola y se posiciona entre ellos y nosotros con actitud protectora y cuando los dejamos atrás nos mira preguntando: ¿cómo estuve? Qué ganas tiene de que lo adoptemos...

RELEO libros que leía hace años y encuentro las marcas que dejaba: una tira de prueba, una entrada al teatro, las huellas del tabaco que fumaba entonces... ¿Por qué insisto en querer recordar cómo vivía? Porque sé que esas señas me hablan a mí. Y ésta que les doy ahora es su última oportunidad, una oportunidad de poca cosa pero oportunidad al fin.

ENCUENTRO una imagen que me emociona, la muestro y me quedo solo con mis emociones. Es emocionante quedarse solo con sus emociones.

EN SANTIAGO, el lunes en el súper es día del descuento (menos tres por ciento) y está lleno de gente mayor. En el metro por la noche, en cambio, circula gente joven, todos formateados por la misma pantalla. El Uber lo conduce un muchacho alemán de Roskow, bisnieto de unos colonos de Paillaco, que está de vuelta en Chile donde quiere poner un hotel. Le digo que lo llame FLOR DE HOTEL y le cuento la historia del alemán de Florianópolis que en los años treinta tenía un hotel llamado ADOLF HITLER. Cuando Brasil entró en guerra contra Alemania no le quedó más remedio que cambiarle el nombre y para no incurrir en gastos reordenó las letras y lo llamó FLOR DE HOTEL. Se ve que al muchacho le hace gracia la historia porque cuando nos despedimos me pide que se la cuente de nuevo.

LA distancia que media entre cómo te ves y cómo te ven los demás suele ser grande en todos los casos y se agiganta en el caso del bocazas. Por mi parte soy filarmónico pero quitado de bulla, le dije una vez a Albert. También porque «cuántas palabras ahorra una expresión correcta», como dijo Enrique Lihn.

EL tiempo es la única dimensión en la que pueden hablarse los vivos y los muertos, dejó dicho por su parte Juan Benet. Me lo recuerda el espejo y la imagen de mi viejo en el espejo.

EN sus últimos años, ya muy anciana, su madre lo confundía con su padre e intentaba seducirlo. O tal vez era simplemente la liberación del deseo incestuoso que siempre habría estado latente. Por suerte a la mía no le ha dado por eso porque menuda incomodidad... 

ABRO este cuaderno en busca de un párrafo que copié de El Lobo Estepario y viendo cómo desfilan las páginas Merino me mira con asombro: ¿Y qué es todo eso que escribes? Intento una respuesta pero en seguida me doy cuenta de que no hay respuesta que valga porque lo que cuenta es la perplejidad que da paso a la pregunta.

EL PÁRRAFO que copié de El Lobo Estepario es éste: «¿Éramos nosotros, los viejos conocedores del mundo antiguo, de la antigua música verdadera, de la antigua poesía legítima, éramos nosotros únicamente una exigua y necia minoría de complicados neuróticos que mañana seríamos olvidados y puestos en ridículo?». Preguntarlo es responderse.

25 juillet 2007

Camino de Santiago

Hoy es 25 de julio, Santiago.

Hace mil años la gente peregrinaba hacia el este, hacia Jerusalén y los santos lugares. Los peregrinos seguían la estela abierta por los cruzados. Esos cruzados eran gente de armas tomar. El primero de ellos, Godofredo de Bouillon, nació a dos leguas de aquí, de donde escribo. Una legua es el camino que se anda en una hora, 5,5 km más o menos, según el estado de la cojera.

Los godos, que le disputaban por esos entonces la península ibérica a los sarracenos, tuvieron la idea de de crear un lugar de peregrinación al extremo occidente del continente y equilibrar el mundo de entonces. Así fue como se inventaron una mistificación tremenda. Contaron que los despojos de Santiago Apóstol habían derivado en una barca desde Jerusalén hasta Galicia. Y levantaron una catedral en honor a tal prodigio. La piedra nace del relato. Y al revés.

Así se fue haciendo el Camino y las catedrales que lo jalonan. A muchas de ellas he llegado caminando (después de bajarme del auto). A algunas de ellas, a Vézelay, hecha de pura luz, volvería a diario si pudiera.

A Santiago se puede partir de cualquier punto de Europa, tirando al oeste, siguiendo el Compostela, el campo de estrellas, la Vía láctea. Todos los caminos llevan.

En Bélgica basta con echarse a andar para encontrar el Camino que lleva a Santiago. Algunos trechos están marcados por la concha, otros por dos líneas pintadas de amarillo y azul, a cada legua. El placer es doble caminando por una calzada romana, empedrada, hundida entre los campos, rodeado por una tierra plana y redonda como tonsura de monje, bajo un cielo pintado por los primitivos flamencos (atención a la tautología). Se ve que la tierra se ha ido llenando de polvo de estrellas porque todo lo antiguo ha ido quedando sepultado.

Dónde termina el Camino de Santiago. Parece una pregunta del tipo de la del caballo blanco de Napoleón. Pero hay muchos peregrinos que llegan a Santiago y continúan caminando hasta el Finisterre, donde cuelgan los zapatos.

Una vez creíamos estar en Querétaro, en el centro de México. Casi sin querer llegamos a una hacienda donde los tunos cantaban a Santiago. Venían de Santiago de Chile, del Estero, de Compostela, de Cuba, no sé de dónde más. Así fue como supimos que estábamos en Santiago de Querétaro.

No sé si voy o vuelvo de Santiago, escribió Gonzalo Millán. La única etapa del Camino que hemos hecho propiamente a pie mi hijo y yo fue en el sentido contrario, treinta kilómetros entre Dinant y Namur, siguiendo el Mosa. Se hace en un rato, silbando. Pero duelen los pies. Desde hace años arrastro una cojera de la que intento curarme con medicina para caballos. Cuando veo estrellas, literalmente, cierro los ojos, me veo caminando hacia Santiago y el camino se me hace menos largo.

Camino de Santiago. No soy santiaguino, soy sanvicentano, y los provincianos, como dijo Parra, nunca terminamos de llegar a Santiago. Siempre estamos a medio camino. Viví veinte años en Santiago y desde hace otros veinte vivo lejos de Santiago. Cuando escribí una columna para un diario de Santiago de Chile la llamé Camino de Santiago porque escribirla me acercaba a Santiago, me ponía en camino. Además, soy gallego de ultramar y Santiago siempre ha estado ahí, esperando. El Camino también, a campo traviesa, siguiendo las estrellas.

coq_br

26 novembre 2018

El intérprete

«¿Quiere que le pida un té?», le pregunta Felipe González a Margaret Thatcher. Y el intérprete traduce la pregunta así: «Dígame, ¿a usted la quieren en su país?».

Me acordé de esta escena de una novela de Javier Marías cuando leí la noticia de que Pedro Sánchez y Theresa May habían hablado por teléfono hace un par de días para intentar llegar a un acuerdo sobre Gibraltar. Imagino la conversación teléfonica, con Sánchez mentando a Gibraltar y May exclamando «Yibrouda!?» y lamento que no hayan necesitado de un intérprete para salpimentarla.

artworks-000167615512-3rut0d-t500x500

24 juin 2011

La foto

V

Ya la hemos visto suficientemente. Ha estado en todos los diarios, en portada, en sucesos, en deportes, en espectáculos. Durante los incidentes que siguieron a un partido de hockey en Vancouver, Canadá, Richard Lam obtuvo esta foto.

Su notoriedad estaba servida porque la foto se funda en un equívoco. Allí donde se cree ver tendresse au milieu de la détresse, según la fórmula acuñada por un diario belga, hay una joven aturdida por el golpe propinado por un escudo policial y su novio que la socorre. Más que un beso, se trata de una suerte de respiración boca a boca.

Con todo, la imagen es espléndida. Un paréntesis que se abre en medio de la calle, entre la policía que carga hacia uno y otro lado, abertura que ocupa la pareja apaisada. El enfoque exacto en el corazón de la situación, el encuadre, el tono, el color de la foto son perfectos. La imagen, como se debe, cita a varias otras, los besos de Doisneau, de Klimt, de Magritte.

También se inscribe en el espíritu de estos días, en que las manifestaciones se multiplican y en cuyo centro descansa, o lo intenta, una pareja de jóvenes. Se llaman Alex y Scott y, para que a la imagen no le falte nada, se niegan a hablar de ella.

14 septembre 2011

El sobrino

Veo que hablas de mí a menudo, me dice mi tío. Podrías contar también otras historias de tíos y sobrinos, más interesantes que la nuestra. La historia de Gary y de su sobrino Ajar, por ejemplo.

No conozco otro Gary que Lineker, le digo, el del accidente gástrico, aquél que afirmó que el fútbol es un juego de once contra once donde al final siempre gana España.

Pues éste del que te hablo ganó dos veces el Goncourt, una vez como el tío Gary y otra como su sobrino Ajar. Porque el Goncourt sólo se puede ganar una vez. En dos palabras, Romain Gary quiso cambiar de nombre de pluma y se inventó un autor llamado Emile Ajar (Gary y Ajar quieren decir lo mismo en ruso, quemado). Y le pidió a su sobrino que representara a ese autor, lo que éste hizo con desenvoltura. Tanto así que sólo a la muerte de Gary se desveló la historieta.

Gary había nacido en Lituania, se enroló en la resistencia francesa y fue diplomático a la par que novelista durante la posguerra. Estuvo casado con Jean Seberg, la actriz de Sin aliento. Como Seberg se había suicidado un año antes que Gary hiciera lo propio, éste dejó escrito en su carta de despedida: Aucun rapport avec Jean Seberg.

La vida del sobrino es más tranquila. Se llama Paul Pavlowitch, ha sido corrector literario y negro, y ha escrito lo suyo bajo su propio nombre desde que el tío Gary le dijo adiós.

G

Placa conmemorativa en la casa parisina de Gary.

8 avril 2012

El barco

H

 Foto de Martí Villardefrancos

La foto de estos niños emigrantes que perdieron el barco en el puerto de La Coruña, en 1960, me recuerda al obelisco de la plaza pueblo belga que se llama del Perro del equipaje. En los años de la hambruna por la peste de la patata marcharon muchos lugareños a Winsconsin. A uno de ellos, a la hora de embarcar se le escapó el perro y corrió a buscarlo. Lo encontró, pero entretanto el barco había zarpado llevándose su equipaje. El barco naufragó en la travesía, el lugareño volvió a su pueblo, de donde nunca más volvió a salir, y el obelisco está ahí para recordar la historia.

Esas historias se perpetúan porque a todos nos gusta confirmar el adagio ese que dice que no hay mal que por bien no venga, aunque sepamos que no siempre es así. Estos niños probablemente embarcaron en el navío siguiente y su vida transcurrirá como si hubiesen embarcado ese mismo día de la fotografía. Aunque la lleven en la cartera, y a veces la miren cuando nadie los ve.

2 août 2013

La música del agua

(Saldos de Cangas de Onís)

Estábamos días atrás con S sobre el Puente Romano. Miramos al Sella, abajo, y dictaminamos: De aquí no se lanza nadie. A continuación, como si nos hubiese oído, se trepó un rapaz sobre la barandilla y se lanzó al río, como muestra la secuencia.

P1000627

P1000630

P1000631

Cuento esto porque me entero de que Haendal, el compositor de la Música del agua, se sentía un día tan desesperado que se lanzó al Támesis. Schumann, por su parte, se lanzó al Rin. En pantuflas. Una cosa no tiene que ver con la otra, ya lo sé. Unos saltan por el oro, otros por la plata y otros por el bronce.

Será la música del agua. Yo he visto en los lechos de los ríos magrebíes florecer los laureles de tan secos que están en estos meses en que quema el aire. El señor que contaba lo de Haendel acabó citando a Walter Benjamin cuando decía que la esperanza la traen de vuelta los que la han perdido.

30 décembre 2013

El pantalón de recambio

El día 6 de enero, en LA, CA, mi amigo JM exhibe dos series de fotos de los tiempos analógicos. Ilustra la invitación una de JB en Brasil, en 1981.

La imagen viene al pelo porque en esos tiempos analógicos, antes de Brasil, JB estuvo en Chile en pleno pinochetismo y, 33 años después de aquella visita, planea volver. Tendría tres cosas que contar de ese entonces, pero lo dejo en dos. En la conferencia de prensa final, a punto ya de embarcar JB rumbo a Brasil, había más hombres de gris que periodistas. Los hombres de gris fotografiaban a los periodistas y los periodistas fotografiaban a los hombres de gris. En blanco y negro, por supuesto.

En otra ocasión, JB cantaba para un grupo reducido y, por accidente, una periodista cultural volcó un vaso de vino tinto sobre los inmaculados pantalones de la estrella, que en seguida se eclipsó y reapareció un par de minutos más tarde vestida con otro pantalón blanco inmaculado. Desde entonces sé que una estrella siempre tiene un pantalón de recambio a mano.

JB

PS / Entre las fotos de JB en Brasil, ésta, en São Paulo, con la estrella, el fotógrafo, el intérprete, Eduardo Suplicy, Lula, un par de niños y una botella de Brahma. Nótese que la estrella y Lula miran al fotógrafo, en cuanto Suplicy mira intensamente a la estrella.

Publicidad / Entre las fotos expuestas, aquélla del sombrero de Jipijapa (8x10, enmarcada, US$ 250).

15 février 2014

El efecto muñeca pepona

Buenas risas días atrás con el periodista de La Vanguardia que contaba de Houellebecq (Ulbec, para entendernos) que, durante la entrevista, se tocaba el flequillo. Lo de Ulbec es más bien una ensaimada capilar, como la de Anasagasti, lo que en Chile llaman, con guasa, un parrón.

Ignacio Vidal-Folch ve el asunto desde otro ángulo. Cuando conoció a Ulbec, éste «acababa de hacerse un desafortunado injerto de cabello y la parte alta de su espaciosa frente presentaba el efecto muñeca pepona en el que se ven los agujeritos de los implantes en el cuero cabelludo. Esos agujeritos —cuenta— me hipnotizaban como ojos de cobra, no podía apartar de ellos la vista: exactamente lo mismo pasa con sus libros, repulsivos pero irrresistibles».

También sobre cuestiones capilares, y a cuenta de lo aburridas que le resultan las peluquerías, Vidal-Folch recuerda aquella entrada del Diario de Renard: ¡Por fin soy calvo!

VL

Carle Van Loo, Retrato de un desconocido

23 août 2016

¿De qué color son los ojos azules de la Virgen?

5

AZULES, SEGÚN DECOIN

Yo no estoy tan seguro. En la catedral de Burgos o en la de Tournai hay unas cuantas vírgenes a las que se puede mirar a los ojos, a ver. Pero las vírgenes miran al suelo, o al cielo, o al Niño, o llevan los ojos llenos de lágrimas.

(Cómo me gustaría ser como aquel niño al que le escuché decir en un autobús en Sevilla: «Yo, de las vírgenes, mi favorita es la de la Almudena»).

Esta de Van der Weyden está en Tournai. La catedral de Burgos es sólida como la Tierra. La de Tournai, en cambio, parece estar a punto de caerse. La saquearon los iconoclastas en el Renacimiento, los revolucionarios durante la Revolución y en el 40 la bombardearon los alemanes, pero lo que casi la derrumbó fue una ventolera en el año 1999.

Para volver a Burgos, Gibran dice que Susana, una vecina de María, contaba que, estando encinta, María solía pasear por entre las colinas y volver al anochecer con los ojos llenos de belleza y de dolor.

Pero no dice nada sobre su color.

CqZ2NBbWcAQM0DV

5 octobre 2016

Siete días en Portugal

No cabe un turista más en Lisboa. Exagero apenas, siempre caben unos cuantos más. Como en Barcelona. Hay que ser comprensivos: Túnez, Egipto, el Magreb, están cerrados al turismo. ¿Dónde van a ir de citytrip los jubilados septentrionales si no es a las ventiladas ciudades de las costas ibéricas, dónde van a sentirse más cómodos y estar mejor atendidos?

La mejor manera de seguir siendo comprensivos es alejarse un poco, y eso es lo que hacemos. Bordeando la costa hacia el sur, hacia el Cabo de San Vicente, hacia el punto extremo donde el océano se convierte en una realidad total.

Enfrente tenemos el paisaje de las sierras del Alentejo y a las espaldas los acantilados de la Costa Vicentina, en cuyas hendiduras se forman playas. O al revés, según nos giremos. Allí todavía pueden verse casas campesinas que dan la espalda a la mar mientras abren puertas y ventanas al campo. Blancas, con los dinteles azules, uniformadas y bien dispuestas.

Así fue como fuimos de una playa de naturistas a una playa de surfistas, de una playa de añosos alemanes a un playa de alemanes bisoños. Ya es octubre y aunque el verano sea extensible o interminable, esa costa debe de ser la menos frecuentada de Portugal. 

Así que todo bien. Tanto, que pasar varios días desconectados resulta llevadero, como seguir el curso del canal de riego y llevar la atención de los sapos a las garcetas y observar luego en la caleta cómo se asa una lubina.

P1100306

Y después de estas consideraciones geoculturales, una consideración geopolítica: los portugueses llaman «geringonça» al gobierno socialdemócrata de Costa apoyado por la izquierda. No daban por él dos días y lleva ya diez meses. La «jerigonza» de Costa era el horizonte o el espejismo de Pedro Sánchez. Desde donde cayó al abismo oceánico o a la piscina sin agua ya por el interminable verano.

11 février 2017

Cherchez la femme

El 12 de febrero de 1541, pronto hará medio milenio, en una lengua de tierra entre dos brazos del río Mapocho, sobre una colina que los nativos picunches llamaban Huelén, un grupo de extremeños fundan Santiago de Chile. El cacique del lugar se llamaba Huelén Huala y de él obtuvo Pedro de Valdivia el acuerdo para poner la primera piedra de la que sería la capital de Chile.

Fundacion_de_Santiago

En 1898, Pedro Lira pintó este óleo que fija ese momento. Cacique y conquistador indican el lugar donde se desplegará una ciudad que hoy tiene seis millones de habitantes. A lo largo de los años la imagen ha estado en varios billetes en curso y ha circulado abundantemente de mano en mano. Y, sin embargo, poco se la ha mirado de cerca, como afirma con razón Josefina de la Maza, quien centra su análisis de la pintura en una presencia-ausencia, la de la única figura que no es de indio ni de conquistador. Está junto a Valdivia, detrás de su lugarteniente, Pedro de Villagra, cubierta por un manto blanco.

Es Inés de Suárez.

La historia de Suárez no cabe en estas líneas. Pero ella sí cabía en el cuadro porque se había ganado el derecho a estar en él, ella más que ningún otro. Y, sin embargo, ¿qué hace que Pedro Lira, el gran pintor fin de siècle en Chile, la muestre à la dérobée, la señale y la esconda al mismo tiempo? «Ansiedad de género» diagnostica nuestra ensayista. Incapaz de encasillar a la pionera en un formato al uso, el pintor la disimula bajo un hábito de mercedario. 

Claro que, como sea, la gestalt opera. Una vez que la ves, ya no puedes dejar de verla e Inés de Suárez se convierte en el punctum del cuadro.

12 mars 2017

La resurrección

El Reino, y 10

El Reino son muchas historias. 

La historia de Marcos el evangelista que, según Carrère, podría ser el hijo de la mujer en cuya casa Cristo se reúne con sus discípulos la noche de su arrestación y presencia la llegada de los soldados a detener a Jesus, y es el único que no huye y los sigue a buena distancia hasta que lo descubren y le tiran de la capa que lo cubre, y huye desnudo y vuelve a su casa y se duerme y al dia siguiente no sabe si lo que vio lo vivio o lo soñó.

La historia del hijo pródigo, que sólo está en el evangelio de Lucas, como varias otras que serían, según sugiere Carrère, un aporte personal del evangelista griego. Tal como la cuenta Carrère, el énfasis recae sobre el hermano bien portado del hijo pródigo, el que nunca había fallado en su lealtad al padre y acaba por no entender las larguezas de éste con el hijo disipado al que acoge con banquetes y bailes, y se reconcome por ello, como se reconcomió Caín por parecidas razones.

La historia de la comunidad de griegos convertidos por Pablo por la vía de la promesa de la resurrección y, cuando muere el primero de esos conversos, lo velan impacientes por verlo resucitar. Y, en contra de lo esperable, a pesar de que el muerto no resucita no pierden la fe. Tal vez al alba que siguió a ese largo velatorio comenzó a caer el Imperio romano.

Tantas historias son las que cuenta El Reino que otro que intentó contarlas,  George Stevens, a la hora de titular su película la llamó «La más grande historia jamás contada». Carrère, por su parte, fue a buscar en Lucas el atajo que necesitaba para poder seguir contando historias, para mantenerse vivo como narrador.

1624303756

13 août 2017

Siga la concha

Diario del Camino de Santiago, y 5

IMG_20170622_132405

Aun entre la bruma en los trechos más silvestres del camino primitivo abundan las señales. No digo ya las naturales sino las que dejan los peregrinos o los que les marcan el camino. Es conocida la propensión humana a ver signos donde no los hay pero en el camino no faltan.

Hay los que ponen los que marcan el paso de los peregrinos, ya está dicho. A las conchas que antes orientaban ahora les han superpuesto unas flechas porque vivimos tiempos en que la redundancia manda.

Hay los que quieren vender algo, así sean unas humildes botellas de agua. 

Hay los que quieren venderse a sí mismos, cacarear como hace la gallina cuando pone un huevo.

Y hay los signos que están ahí porque se han caído del bolsillo de un distraido. Esos son los que me llaman más la atención.

4 novembre 2017

El hombre de la chaqueta amarilla

VISTA La Pasión Van Gogh.

La película comienza por preguntar por qué se mató Van Gogh. Tras examinar algunas hipótesis —la madre, el padre, su hermano Theo, Gauguin, las mujeres, el alcohol, los amigotes, la locura, la falta de dinero y de reconocimiento—, acaba abrazando la tesis de uno de los médicos que examinó al holandés en su lecho de muerte: Van Gogh no se mató, lo mataron.

Para demostrarlo, el filme pone sobre los últimos pasos del pintor al hombre de la chaqueta amarilla, Armand Roulin, hijo del encargado del correo de Arles, a quien su padre envía a entregar a Theo Van Gogh la última carta escrita por Vincent. De entrada, el hombre de la chaqueta amarilla desprecia al holandés, al que considera un debilucho, pero poco a poco se va identificando con él. Un esquema de historieta, en suma.

800px-VincentVanGoghArmandRoulin1888 

Empeñado en ese punto, del filme sólo aflora un detallazo. Quien se quedó con buena parte de la obra de Van Gogh, el doctor Gachet, fue copiando una a una las telas, lo que obligó luego a los expertos a discernir cuál era el original y cuál la copia. Pues bien, el doctor Gachet admiraba y probablemente envidiaba a Van Gogh porque él mismo era un pintor contrariado y el padre de la mujer que el holandés amaba. Además, el doctor y el pintor se parecían físicamente. Un conflicto mimético donde los haya.

En el plano formal, La Pasión Van Gogh opta por un procedimiento novedoso y celebrado que consiste en pintar la película a mano, a la manera de Van Gogh. Lo que está bien, en la medida en que permite al espectador ver los lugares filmados como si de telas del holandés se tratase. Eso sí, al cabo de un rato la fórmula satura. 

Me apuro en decir que el filme me interesó. Le doy cero almohadas, porque en ningún momento me dormí. No obstante, y teniendo en cuenta de que hay ya más de una docena de buenos filmes sobre Van Gogh —sobresale el de Pialat—, la pregunta es ésta: en los últimos ocho años de su vida Van Gogh pintó más de 800 telas que como conjunto y muchas de ellas por separado están en lo más alto de la historia de la pintura. Y sin embargo, en vida sólo pudo vender una.

Desde ya digo que la explicación al uso, según la cual el artista se adelanta a su tiempo, no me convence. (Y al decirlo estoy pensando, cómo no, en mi amigo Rodrigo Lira, de quien Roberto Careaga acaba de escribir esta biografía).

Así es que vuelvo a la pregunta del inicio: ¿Quién mató al pintor? Fuenteovejuna, señor.

1 juin 2018

Música de cámara y vino joven

Didier Eribon entrevista a Ernst Gombrich. Cuenta el historiador que durante la Primera guerra era un niño vienés al que la falta de alimentos dejó al borde de la desnutrición. Para recuperarse, lo enviaron a pasar una temporada a Suecia en el seno de la familia de un carpintero que se ganaba la vida fabricando ataúdes.

Gombrich hace esfuerzos para bajarle el perfil a la imagen de la Viena capital del Imperio austrohúngaro que consumimos sus admiradores —música de cámara y vino joven. Conmigo no lo logra, en cualquier caso. Si tu madre se codeaba con Mahler y con Freud, qué quieres que te diga.

En cambio sí que preocupa que en la ciudad donde numerosos inmigrantes judíos se convertían al cristianismo —es el caso de la familia de Gombrich— incubaba bajo las formas refinadas un antisemitismo purulento que no tardaría en empestar el mundo.

Canaletto Viena

Canaletto, Viena, 1758

4 septembre 2020

Unos polvillos minerales

Hay tres lugares o espacios en Yoga, de Emmanuel Carrère:

El paraíso perdido, el tiempo inmediatamente anterior al relato, los diez mejores años de la vida del autor-personaje, durante los cuales escribió sus mejores libros, un tiempo y un espacio que quieren prolongarse en un nuevo libro «sutil y sonriente» sobre el yoga. Para escribirlo, el autor se apunta a un cursillo de meditación en la región forestal de Morvan, en el centro de Francia, cursillo que acaba para él intempestivamente. Son los días de la matanza de Charlie Hebdo.

El infierno o una temporada en el infierno, esto es una temporada en la sección de psiquiatría de un hospital parisino.

El purgatorio, en la isla griega de Leros, frente a la costa turca.

Y un epílogo sobre cómo se escribe un libro como éste, un libro de ficción-no-ficción.

Digo que se trata de un libro de ficción-no-ficción porque Carrère le hace un esguince a su principio de contar sus aventuras tales y cuales fueron. Lo explica más o menos así: Yo controlo lo que digo de mí mismo pero los demás no pueden controlar lo que yo cuento de ellos. De lo que se desprende que algunas personas que deberían por la fuerza de los hechos aparecer en este relato le han impuesto al autor un silencio radical sobre esa presencia. «Y en cuanto comienzas a cambiar los nombres de los protagonistas la ficción toma el poder y (...) abres la puerta a todas las ventanas», concluye.

Sobre el paraíso perdido y la temporada en el infierno: «Una mitad de mí es enemiga de la otra mitad», dice el autor describiendo su personalidad bipolar. Para sacarlo de la depresión y ahuyentar las ideas suicidas su terapia se prolonga con la ingesta diaria de litio, sustancia que permite que las fases de euforia y depresión no sean tan acusadas. Es interpelante notar que una vida de introspección a través del yoga, el tai chi, la meditación y la escritura dependa de unos polvillos minerales...

Yo tiendo a señalar a la adrenalina como fuente de estos desarreglos. O a las hormonas, como prefieran. El autor quiere escribir un libro mejor que el anterior y como el género que cultiva es la autoficción —la ficción-no-ficción— se mete en líos. Por la misma vía, quiere conquistar a una mujer más joven y más guapa que la anterior. Y nuevos líos. Y así sucesivamente.

Eso sí, no entiendo cómo un libro como éste —un librito sutil y sonriente sobre el yoga, como dice su autor irónicamente— no hace referencia a un principio de base del hinduismo: la rueda del placer gira a la misma velocidad que la rueda del dolor. Elemental, mi querido Krishna.

_______

PS / Cuenta Carrère que cuando un ruso (él lo es a medias) se va de viaje se sienta junto a su ser querido un momento en silencio, tras lo cual se levanta y se aleja sin mirar atrás.

PS 2/ Debilidad por las islas. Tres momentos claves del libro transcurren en las Azores, en las Baleares y en las islas del Dodecaneso.

PS 3/ La lectura de un libro va dejando una lista de referencias a mirar más de cerca, una lista de cosas por hacer cuando lo acabes. En este caso, ver Rocco y sus hermanos. Y escuchar la Polonesa heroica n°6 de Chopin en la versión de Marta Argerich, o al menos ver el minuto 5'30 de esa grabación. Porque así como cuando uno lee una novela mira de vez en cuando la foto del autor en la solapa, en un libro de ficción-no-ficción buscará de repente la cara de alguna persona que asoma por el relato. Lo hice esta vez con Bernard Maris, asesinado en Charlie Hebdo. Lo conocía, claro, pero tras leer lo que cuenta Carrère de él quise volverlo a ver.

PS 4/ ¿Por qué las portadas de los libros sobre yoga son tan feas?

PS 5/ Sobre bipolaridad y arte, este poema de Ferreira Gullar que me sé de memoria.

PS 6/ Marc Bassets sugiere que Carrère le hace este esguince a la no ficción para ganarse el Goncourt que, como se sabe, premia sólo libros de ficción.

PS 7/ «Si dejas asomar lo que hay en ti, lo que asome te salvará. Si no lo dejas asomar, lo que no asome te matará». El epígrafe, tomado del Evangelio apócrifo de Tomás.

PS 8/ Los libros de Carrère ordenados de izquierda a derecha de muy buenos a buenos no más:

IMG_20210610_093433

Publicité
Publicité
<< < 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 20 30 40 50 60 70 > >>
Camino de Santiago
Publicité
Sobre el nombre de este blog
Derniers commentaires
Publicité